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Mineral de Pozos resurge como pueblo mágico

La esencia de Mineral de Pozos, Guanajuato, es capturada por el fotógrafo Antonio Turok en el libro "Pozos, visto por Antonio Turok". El poblado fue fundado en 1576 como un pueblo minero.

La esencia de Mineral de Pozos, Guanajuato, es capturada por el fotógrafo Antonio Turok en el libro Pozos, visto por Antonio Turok.

El poblado fue fundado en 1576 como un pueblo minero. Tuvo su esplendor entre los siglos XVIII y XIX, pero después de la explotación desmedida de los recursos de la zona, la última mina cerró en 1927 y se convirtió en un pueblo fantasma de no más de 200 habitantes.

Sus minas en ruinas y la aridez de su paisaje lo convirtió en el lugar perfecto para ser el espectral Comala, de Pedro Páramo, en la adaptación cinematográfica de 1967, protagonizada por Ignacio López Tarso.

Tras ser incluido en el programa Tesoro Histórico Nacional en 1982, empezó su recuperación hasta convertirse en un destino turístico que ofrece historia, gastronomía, artesanías, actividades culturales y festivales de música. Su popularidad lo llevó a convertirse en pueblo mágico en 2012.

Antonio Turok visitó Mineral de Pozos en diciembre del año pasado y durante una semana capturó cientos de imágenes de sus calles, su gente, sus costumbres y el paisaje minero desértico que sigue cautivando a los turistas.

Al final seleccionó 56 imágenes que engloban con emoción el espíritu de Mineral de Pozos, como el casco de la ex hacienda de Santa Brígida con sus tres grandes hornos que se han convertido en imagen del pueblo. El libro cuenta con la narración del curador español Pablo J. Rico.

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