Montreal, donde andar es un placer

Esta isla evoca a París y Nueva York, pero tiene su propia identidad. Vital, amable y divertida, Montreal tiene un aire europeo por ser mayormente francófona, aunque es común escuchar español, tanto por las distintas colonias latinas -la más grande es la salvadoreña, establecida en la década de 1970 por refugiados políticos-, como por los propios montrealeses.

Fundada por ingleses, franceses, escoceses e irlandeses, este 2017 la ciudad está celebrando su 375 aniversario. Es la provincia más grande de Quebec, que en años recientes se ha dividido entre el viejo y el nuevo Montreal, básicamente por su crecimiento, aunque el mood es el mismo en ambos lados.

Es ideal para descubrir sus detalles que le sorprenderán, ya sea un café instalado en lo que fuera un banco en la zona financiera, un conjunto habitacional en una iglesia o los cortometrajes que se proyectan en las noches sobre distintos muros, localizables mediante una app gratuita. Estas películas narran la historia de Montreal, donde andar es un placer al admirar sus altos edificios, las extensas áreas verdes, el muelle y su río.

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En promedio, cuenta con medio año de días calurosos y medio año de días fríos, los cuales en invierno (entre diciembre y febrero) pueden alcanzar los 20 grados bajo cero. Aunque la actividad no disminuye en esa época, sus habitantes toman las calles con mucha alegría en estas fechas, por lo agradable de la temperatura.

Saliendo de la CDMX, Aeroméxico ofrece dos vuelos diarios directos a este destino canadiense: a las 1:01 y a las 17:15 horas. A su arribo no tendrá problemas de movilidad, ya que puede elegir rentar un auto, usar el transporte público -que es limpio, eficaz y seguro-, abordar taxis en la calle o solicitarlo por teléfono y caminar o montar una bicicleta.

La gastronomía local también está en apogeo. Al menos 35 cerveceras están produciendo bebidas artesanales y es un hábito degustarlas, previo a una comida, en locales distintos o en las mismas cervecerías, que también comercializan sus productos en tiendas. La tendencia es la cerveza de sabores.

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En Holder, ubicado en el 407 de McGill Street, puede disfrutar de la experiencia de un pub europeo. Tiene una amplia barra y taburetes de un lado, y el restaurante del otro. Los montrealeses acostumbran a beber de pie, incluso si hay asientos libres. Son grandes conversadores y el hábito de tomar una copa y reunirse con amigos por la noche es muy popular.

La carta de Holder es de un bistro clásico y entre sus especialidades destacan las ostras y el foie gras de entrada, ensaladas con pato o pulpo, y platos fuertes con salmón, caviar, cortes y cordero, entre otros. El cheque promedio es de 50 dólares.

Há es uno de los restaurantes de moda actualmente en Montreal. Ubicado en el 243 de Mont-Royal Avenue West, ofrece originales creaciones de la cocina asiática en un sitio que abrió estratégicamente en el barrio vietnamita de la ciudad. Es una excelente opción para comer. Puede iniciar con una sopa de coco y seguir con alguno de los platos fuertes a base de pescado crudo o carne, con verduras crocantes y arroz.

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Incluso los hoteles se han unido al movimiento culinario. En el céntrico W, cercano al distrito financiero, al metro y la zona comercial, puede disfrutar en grupo de una degustación de sus creaciones de mar y tierra que será inolvidable.

Ostras, pulpo, langosta, camarones y cortes de carne acompañados con puré de zanahoria, coliflor, champiñones y otras guarniciones presentadas con originalidad y buen gusto. La coctelería es algo que hay que probar ahí, donde encontrará incluso bebidas preparadas con mezcal.

La vida cultural es amplia. Por el 375 aniversario de la ciudad, hay varias exposiciones en museos como el McCord, el de Arqueología e Historia, o el de Arte Contemporáneo. En la página www.tourisme-montreal.org/mx/ encontrará el calendario de eventos y toda la información útil para planear su viaje.