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Parkour, de la calle a los gimnasios

Hasta hace no mucho tiempo, el Parkour era un deporte extremo exclusivo de los espacios al aire libre. Sin embargo, hoy existe un grupo de estadounidenses que lo practica desde la comodidad de un gimnasio para bajar esos kilos que le sobran. 

BROOKLINE.-  El Parkour, ese ejercicio que convierte al mundo en una pista con obstáculos, está ganando adeptos en todo el mundo, pero ahora las rutinas no son realizadas en las calles o los parques, sino en los gimnasios de Estados Unidos.

Este deporte surgió en Francia en la década de 1980 y combina elementos de las artes marciales, gimnasia, subida de rocas y otros campos atléticos. La idea es usar cosas como bancos de parques, árboles, barandas e incluso edificios como obstáculos a superar y trampolín para tomar impulso.

El Parkour, que hasta hace no mucho tiempo era un deporte exclusivo de las calles, los parques y, en general, los espacios al aire libre, ahora está pasando a formar parte de gimnasios y clubes deportivos gracias a gente que sólo desea una buena sesión de ejercicios para bajar esos kilitos que le sobran.

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Jessamyn Hodge, programadora de software de 32 años, se presentó recientemente a su primera clase de parkour en una escuela secundaria de las afueras de Boston. Esperaba escalar paredes, trepar muros y superar obstáculos, como vio en videos online que le mostraron sus amigos escaladores. Sin embargo, no fue así, pues resultó ser una entretenida rutina de baile y saltos. 

"Es como bailar a alta velocidad", dijo la muchacha. "Me hace sentir de nuevo una niña que se sube a toro lo que encuentra y se divierte con todo".

Los inventores de parkour fueron influenciados, en un principio, por las rutinas de ejercicios practicadas por militares. Desde entonces, algunas de las piruetas más espectaculares del deporte han sido reproducidas en películas, videos y publicidades. Una de las más populares es una escena de la película "Casino Royale" de James Bond de 2006.


Los principiantes pueden tomar clases como las que ofrece el Parkour Generations de Londres, que tiene filiales en sitios como California, Pensilvania, Texas, Tailandia, Singapur y Brasil.

Las clases incluyen un calentamiento, ejercicios y juegos para aprender las técnicas básicas. El instructor coloca barras de metal que llaman andamios y cajones, con los que enseñan cómo caminar y saltar sobre barras de equilibrio, así como sortear cualquier obstáculo que se les cruce en el camino. Los nuevos se entrenan junto a los ya iniciados, pero los avanzados realizan ejercicios más exigentes.

El instructor Blake Evitt asegura que muchos de los estudiantes nuevos ven al parkour como una disciplina para ponerse en forma, que ofrece algo más que acciones llamativas: es una forma de explorar los límites físicos y mentales de una persona.

"Es casi una forma de vida", sostiene Evitt, director de la rama estadounidense de Parkour Generations.

Julio Sepúlveda, investigador del cambio climático que toma clases en un suburbio de Boston, señaló que el parkour es un ejercicio muy accesible porque no requiere equipo caro ni afiliarse a un gimnasio. Se puede simplemente ir a un parque y aprovechar todo lo que se encuentra allí.


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