LONDRES.- Era la mejor de las líneas, era la peor de las líneas, y el público británico salvó el escritorio donde Charles Dickens las escribió.
El Museo Charles Dickens, en Londres, recibió una donación de 780 mil libras (1.2 millones de dólares) de un fondo sobre patrimonio respaldado por el gobierno para comprar el escritorio en el que el novelista del siglo XIX escribió libros como Grandes Esperanzas.
El mueble permaneció en la familia del autor hasta que se vendió en un acto benéfico en 2004. El escritorio y la silla, que estaban expuestos en préstamo en la colección, se convertirán en piezas fijas de la colección, anunció el director del museo de Dickens, Robert Moye.
Dickens empleó el escritorio en los últimos años de su vida, cuando escribió obras como Historia de dos ciudades, que comienza con la frase: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos".