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Samyr Laine: entre Harvard, Facebook y el salto triple

Es el único haitiano que compite en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Beijing 2015, en la especialidad del salto triple. Estudió Leyes en Harvard, donde conoció a Mark Zuckerberg, y hoy es un gran amigo del emprendedor más famoso del mundo.

No cualquier atleta puede jactarse de haber estudiado Leyes en Harvard, trabajar como abogado en Nueva York y ser amigo de Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook. De hecho, Samyr Laine es el único. Y también es el único haitiano que compite en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Beijing 2015, en la especialidad del salto triple. En entrevista desde la capital china, este hombre de 31 años expresa su orgullo por representar al país más pobre de América.

"Aunque nací en Nueva York, siempre me he considerado un haitiano-estadounidense. Mis padres llegaron a Estados Unidos en los años 70. Me crié en un hogar donde se hablaba criollo haitiano, se comían alimentos típicos y se practicaban muchas costumbres de allá. Representar a Haití es una forma de agradecer todo eso", comenta Laine, quien ayer por la noche se presentó en la fase eliminatoria de la disciplina, a la que llegó más por azar que por convicción.

Cuando cursaba la preparatoria, Laine practicaba la carrera de fondo, pero nunca tuvo gran éxito. Luego probó suerte en los obstáculos. Ahí se dio cuenta de su talento para saltar. Sin embargo, insistió en las pruebas de resistencia y velocidad; hoy admite que era demasiado lento para ellas. Decepcionado se avocó al tenis, donde tampoco logró grandes cosas. Fue hasta el 2000, durante los Juegos Olímpicos de Sídney, cuando su entrenador le aconsejó practicar el salto triple. A partir de entonces, repartió su tiempo entre el estudio y el deporte de alto rendimiento.

Laine no fue cualquier alumno. Asegura que aprovechó al máximo la Universidad de Harvard, donde se graduó como abogado. Fue en la habitación D11 del campus donde conoció a un veinteañero y despeinado Mark Zuckerberg, que a diario hablaba sobre una sociedad en línea de amigos que tiempo después se convertiría en la red social con más usuarios en el mundo. Laine fue el usuario 14 en registrarse a Facebook; hoy es un gran amigo del emprendedor más famoso del mundo.

"La verdad he pensado mucho en invertir en Facebook Inc. Definitivamente me gustaría comprar acciones, pero por desgracia no tengo los medios económicos para hacerlo. Quizás algún día", comparte este atleta quien ha alcanzado hasta los 17.39 metros.

Por ahora, Laine asegura que su mente está enfocada en el salto triple. Tiene la libertad absoluta para dedicarse largos periodos de tiempo al deporte porque –dice– estudió mucho para construir un futuro promisorio. Cuenta con una maestría en Administración deportiva por la Universidad de Texas y otra en Leyes por la Universidad de Georgetown. Además, puede ejercer la abogacía en Nueva York.

"La vida académica y el deporte te brindan equilibrio, aunque sí ha sido complicado. El programa de Harvard me exigía demasiado. Pero no me arrepiento de nada. Creo que ambas cosas (el Derecho y el deporte) se complementan perfectamente", afirma.

Laine pertenece a un programa del Comité Olímpico Internacional (COI) llamado Solidaridad Olímpica, el cual proporciona una beca a aquellos atletas que representan a los países más pobres del mundo. Sin embargo, lamenta que los fondos no lleguen a su bolsillo con la frecuencia que deberían.

"Desde 2010 soy patrocinado por Mizuno, una compañía japonesa de ropa deportiva. También recibo apoyos de algunas pequeñas compañías de Virginia, donde actualmente vivo. Estas marcas me proveen de servicios como masajes o sesiones quiroprácticas. De Haití no recibo ninguna ayuda, sé que allá tienen cosas más importantes de qué preocuparse", comparte.

Por lo pronto, Laine es líder de la Fundación Brinca para Haití, la cual pretende promover el deporte y la educación entre los niños de la isla: "Quiero regalarle a los más pequeños la oportunidad de practicar un deporte, al que yo sólo tuve acceso porque crecí en Estados Unidos. Los deportes allá están segregados de las políticas públicas. Me gustaría educar a los niños desde el atletismo. El deporte es esencial para países como Haití, porque promueven la unión y el progreso de un pueblo".

LA JABALINA

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