"Se acaba la posición preponderante de Televisa, acostumbrada siempre a manejarlo todo a su manera", dice tajante José Ramón Fernández, ex director de deportes de Imevisión y ahora conductor de ESPN. "El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe tener en claro que se está metiendo con el juguete consentido de la televisora de Chapultepec, el futbol y su Selección", señala Carlos Albert, conductor de Efekto TV y columnista de Milenio. Ambos tienen mucho que contar sobre una eventual democratización en las transmisiones de interés relevante en materia deportiva en México.
Según Grupo Televisa, reconocido como agente económico preponderante, el IFT le impuso una serie de medidas, términos, condiciones y obligaciones restrictivas que debe cumplir cuando más en 30 días, entre las que destaca la prohibición de adquirir en exclusiva (para cualquier lugar dentro de México) derechos de transmisión de contenidos relevantes determinados por el organismo. En el boletín emitido el viernes, aparecen las liguillas del futbol mexicano de la Primera División profesional, la fase final de la Copa del Mundo, los Juegos Olímpicos de Verano e Invierno, los juegos de la Selección Mexicana de futbol y los partidos de playoffs de la Liga Mexicana del Pacífico de beisbol.
Fernández y Albert trabajaron juntos durante varios lustros en la cadena estatal de televisión Imevisión, que a principios de los 90 se hizo de los derechos de televisión de la Selección nacional cuando la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) fue presidida por Francisco Ibarra y la Comisión de Selecciones Nacionales por Emilio Maurer.
"En aquellos años la Femexfut dejó de estar en manos de Televisa. El hecho se tradujo en una campaña feroz de esta empresa contra sus dirigentes, al grado de que Maurer terminó desprestigiado y en la cárcel en 1993", cuenta Albert.
¿Qué sucedió después?, se le pregunta, porque los juegos de la Selección nacional regresaron a ser transmitidos únicamente por la empresa de Emilio Azcárraga Milmo. "Que agarraron el contrato y literalmente lo rompieron. Con ese nivel de impunidad se movían".
Fernández, quien califica el día 7 de marzo como histórico, sostiene que se acaba la posición preponderante de Televisa, acostumbrada siempre a manejarlo todo a su manera. "Televisa se manejaba con toda impunidad. Se ha sentido siempre dueña del futbol. Nadie en Gobernación se atrevió a limitarle su fuerza inconmensurable. Me tocó luchar mano a mano para quitarle pedazos del gran negocio del deporte. Compartió los derechos de televisión con TV Azteca para disimular. Tuvo tiempo para prepararse porque estas medidas ya se veían venir. Ahora vienen tiempos distintos: viene una oferta mucho mejor, todo será distinto. Lo interesante es ver a partir de cuándo se va a poner en práctica lo que ha determinado el IFT".
En 1990, ambos conductores transmitieron desde la Ciudad de México los programas especiales de Imevisión sobre la fase final de la Copa del Mundo. Televisa, dueña de los derechos, impuso como condición para facilitar la señal al Estado, la ausencia de Fernández y Albert en la narración de los partidos. Dos años antes, Fernández (20 de abril de 1988) había hecho públicas en televisión (trabajo de Antonio Moreno) las actas adulteradas de varios jugadores del equipo nacional juvenil que había competido en el premundial de Arabia Saudita. La FIFA impuso, originalmente, una sanción de dos años a los equipos inferiores. Después, el castigo incluyó a la Selección mayor, la cual quedó marginada del Mundial de Italia.
"La Selección nacional es la fresa del pastel de un negocio enorme en el que Televisa lo ha invertido todo. Ahora cualquier empresa podrá pagar por los derechos de transmisión de las grandes competencias de interés público y tendrá que aceptarlo", advierte Fernández, quien incluirá en su equipo de trabajo para el Mundial de Brasil 2014 a Hugo Sánchez y Ricardo Lavolpe.
Albert no está convencido del todo: "Mientras la Femexfut sea un apéndice de Televisa las medidas del IFT serán impracticables. Los dirigentes encontrarán muchas salidas para favorecer a la verdadera dueña del juego".
Recuerda una frase que le dijo Justino Compeán en una Copa Oro: "Carlos, ¿sabes cuánto le debe el futbol mexicano a Televisa? Sin ese apoyo, nuestro futbol no sería nada, desde luego que no se lo vamos a regalar a cualquiera que se le dé la gana".
Aún así, Albert expresa sus deseos: "Ojalá sea posible, pero lo veo tan bonito que me parece increíble".