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Homeopatía se ubica en el centro de la polémica


Rosalía Servín Magaña
 
 
Rodeada desde siempre de polémica, la homeopatía es para algunos pseudociencia y charlatanería, pero otros la califican como una terapéutica médica tan respetable como la alópata.
 
 
El pasado mes de marzo, la Cámara de Diputados aprobó reformas al Artículo 28 Bis de la Ley General de Salud (LGS), donde se especifica que ahora la facultad de prescribir medicamentos homeópatas sólo la tendrán los médicos de esa especialidad con cédula profesional.
 
 
En su exposición de motivos, los legisladores señalaron que en la actualidad existen disciplinas técnicas que otorgan reconocimientos o diplomas en homeopatía y herbolaria, sin que sus egresados cuenten con los conocimientos médico-científicos necesarios para prescribir medicamentos, lo cual representa un alto riesgo para la salud.
 
 
Para Crisóforo Ordóñez López, director de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) del IPN, la homeopatía es más seria de lo que algunos se imaginan, sin embargo, "muchas veces no le dan el lugar que le corresponde".
 
 
El especialista agrega que despectivamente se les llama homeópatas a quienes antes que nada deben ser médicos. "Pertenecemos a la asociación de escuelas y facultades de medicina y la formación médica que se da es idéntica a la de cualquier universidad de medicina en el país; aparte está la formación homeopática que es terapéutica", sostuvo Ordóñez López.
 
 
Explicó que el profesional ejerce como médico, pero en el momento en el que va a prescribir, su experiencia le va a permitir tomar la decisión de utilizar alopatía u homeopatía, dependiendo del caso a tratar.
 
 
Para él, la homeopatía puede abordar cualquier enfermedad, pero admite que hay límites, tal y como sucede con la medicina alópata, como son los casos de padecimientos como el cáncer, la diabetes o la hipertensión, que cuando están ya en fases avanzadas, poco se puede hacer, salvo mejorar la calidad de vida.
 
 
Por el contrario, considera que esta terapéutica es "maravillosa e incomparable", para tratar niños y ancianos, especialmente en problemas de vías respiratorias, sistema nervioso, síndrome del intestino irritable, depresión, ansiedad, estrés y, en general, en problemas donde el paciente tiene sufrimiento desde el punto de vista emocional.
 
 
Controversia
 
 
Entre los pacientes también hay quienes son apologistas de la homeopatía. Un claro ejemplo es Irma:
 
 
"Mi hija tenía muchos problemas respiratorios desde que nació, invariablemente se me enfermaba cada mes y las medicinas poco resolvían, pero un día descubrí la medicina homeopática gracias a una recomendación y fue ahí donde encontré la solución a la enfermedad de mi pequeña", afirmó Irma, quien también aseguró que esta terapéutica logró sanarla de los cálculos renales que ninguna medicina alópata pudo controlar.
 
 
La homeopatía utiliza como uno de sus principios más importantes el que lo semejante se cura con lo semejante, es decir, las enfermedades se curan o sanan aplicando una dosis de la misma sustancia que provocó la enfermedad, lo cual ha sido muy criticado.
 
 
Para el químico fármacéutico biólogo Martín Bonfil Olivera la homeopatía es una pseudociencia, pues aseguró que se basa en principios que son incompatibles con el conocimiento científico.
 
 
Como ejemplo cita aquellas ideas de que una sustancia que produce un cierto efecto, al estar muy diluida, puede causar el efecto opuesto, o que la potencia de la acción de una sustancia se incrementa conforme más diluida esté, las cuales a pesar de que han sido repetidamente demostradas "como falsas", sigue presentando a la homeopatía como una ciencia legítima.
 
 
"Pero no lo es, y no es admisible que se haga pasar por una. Eso constituye un engaño, una falta de respeto a la inteligencia del público, y un peligro para su salud", afirmó.
 
 
Indicó que el hecho de que la ley los haya reconocido y autorizado para expedir recetas, lo que hace es darle carta blanca a una "comunidad de charlatanes" para ejercer, como si fueran médicos, lo que pone en peligro la salud de los habitantes al ofrecerles tratamientos "inútiles" y "dañinos".
 
 
Carlos fue uno de esos casos, le diagnosticaron cáncer de hígado y, temeroso de pasar por las "nada gratas" quimioterapias y demás tratamientos, decidió hacerle caso a un amigo para someterse a un tratamiento homeopático, con el cual estuvo a punto de perder la vida.
 
 
"Fueron 2 años de pérdidas y no sólo monetarias, que la verdad fueron las menos, pues me representó una nula calidad de vida y, lo peor, la casi pérdida de mi vida. Aunque no muy a tiempo, por fortuna salí y ahora me mantengo con vida gracias a los tratamientos médicos alópatas", destacó.
 
 
"Esto no es ni placebo, ni charlatanería", enfatizó, por su parte, el director de la ENMH, quien insistió en la existencia de estudios clínicos e investigaciones que los respaldan, especialmente en niños, quienes no podrían mentir respecto a su mejora en salud.
 
 
Ordóñez reconoce la existencia de "charlatanes" en esta disciplina ("al menos debe haber unos 3,000"), pero insiste en que por eso se buscó la promoción de la reforma a la LGS, para que sólo ejerzan verdaderos profesionales; es decir, quienes estudiaron medicina y sepan distinguir si un dolor de estómago puede tratarse con homeopatía o con una cirugía, al saber detectar que se trata de una apendicitis.
 
 
"No, en realidad homeópatas no deben existir, pero médicos homeópatas, los que quieran, pues tienen la carrera de medicina y pueden hacer un diagnóstico médico antes que el homeopático", enfatizó el médico homeópata quien informó que a la fecha se tiene un registro de más de 7,000 especialistas con cédula profesional para ejercer.
 
 
Al respecto, Bonfil Olivera, también integrante de la Dirección General de Divulgación Científica de la UNAM, consideró inexplicable que estas 2 ramas tan contradictorias (una que trata energías vitales y otra que involucra bioquímica, inmunología o farmacología), puedan ser asimiladas por una misma persona.
 
 
"Sería interesante saber qué mecanismos psicológicos le permiten a estos estudiantes (y a los maestros que les enseñan) creer en 2 cosas opuestas al mismo tiempo. Por supuesto, una explicación es que simplemente no lo creen, y a pesar de saber que la homeopatía es un engaño, la ejercen por las evidentes ventajas monetarias que ofrece", concluyó.
 
 
Con Información de El Financiero Diario.

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