Mazda continúa dando pasos hacia la movilidad sustentable. Basta recordar que hace algunos meses lanzaron a nivel mundial el MX-30, su primer eléctrico desarrollado para usar baterías en lugar de gasolina. Pero el camino a la electrificación no puede ser exclusivo de los autos eléctricos, y teniendo en cuenta que los mercados emergentes necesitan una transición gradual pero igual de exitosa hacia la electrificación, llega la tecnología Mild-Hybrid a los Mazda3 y CX-30.
El sistema híbrido ha encontrado un equilibrio y un espacio ideal para los países con poca infraestructura pero con un futuro visionario. El año pasado, Miguel Barbeyto, presidente de Mazda México anunció que algunos de los modelos en el país, tendrían un sistema motriz micro híbrido.
Esta tecnología permite mejorar los consumos de combustible y reducir las emisiones de CO2, gracias al empleo de dos motores: uno de combustión y otro eléctrico.
Es decir, aunque no se pueden conectar directamente a un toma corriente para cargar las baterías, si tiene hay una reducción significativa en el consumo de gasolina. El motor eléctrico apoya al motor a combustión al ser responsable de las funciones que más absorben, como por ejemplo, arrancar el auto o ejecutar funciones eléctricas.
La carga de las baterías de los modelos con esta tecnología no depende de una red eléctrica. Aquí es el sistema de frenos el responsable de la recuperación de energía cinética, para con ella cargar la batería al frenar o al dejar de acelerar.
Hasta el momento, los autos que harán parte de la gama de mild-hybrid son el Mazda3 y Mazda CX-30, los cuales, al igual que algunas de las versiones europeas integran una batería de 24 voltios ubicada en ambos ejes. Esta posición tiene como objetivo no comprometer la distribución del peso del auto ni sacrificar espacio en el habitáculo. Al ser una batería de apenas 10 kilogramos, no suma un peso significativo a los vehículos, mantiene su finalidad de ahorrar combustible y no emite partículas contaminantes.
Mazda3 con tecnología mild-hybrid llegará en la versión i Sport sedán con un motor 2.0 l MHEV Skyactiv-G que genera 153 caballos de fuerza. Por su parte, Mazda CX-30 Sport MHEV emplea un motor 2.0 l MHEV Skyactiv-G para desarrollar 153 caballos de fuerza. Ambos modelos utilizan la transmisión automática Skyactiv Drive de seis velocidades con modo manual que envía la potencia al eje delantero.
Gracias a la incorporación de la tecnología mild-hybrid, los consumos de combustible de Mazda3 y Mazda CX-30 son menores que en otras versiones, registrando un consumo combinado de 17.2 km/l y 17.7 km/l, respectivamente.
En Mazda3 i Sport MHEV TA y Mazda CX-30 i Sport MHEV se incorpora también la tecnología iStop, la cual se encarga de apagar parcialmente el motor del auto para mejorar los consumos en condiciones de tránsito urbano.
De esta forma, Mazda se suma a las estrategias de sustentabilidad trayendo a nuestro mercado dos de sus más populares modelos en variantes Mild-Hybrid y, con ello, ayudando a reducir las emisiones contaminantes y dando pasos fuertes hacia la electrificación gradual de la región.