Este fue uno de los primeros eléctricos compactos del mercado, que aunque llegó hace algunos años, continúa siendo un referente en manejo, autonomía, potencia, equipamiento y propuesta de diseño interior.
Estéticamente es muy amigable. Su forma es un tanto ovalada, pero las líneas acentúan cierto carácter que comienzas a entender con el uso. Es de esos autos que entre más tiempo lo tienes, más te gusta.
Por dentro, la historia es diferente. No es tan convencional. Es como una explosión de impulsos visuales, y aunque suene exagerado, es porque no estamos acostumbrados a tanta diversidad de materiales y acabados. Encontramos negro y blanco piano tanto en el tablero como en la palanca de cambios. Hay texturas claras 3D en el tablero, plásticos duros y tapizados bi tono, entre otros detalles.
La parte central del tablero está un poco salida, permitiendo que la pantalla de infoentretenimiento esté inclinada hacia arriba y a veces complicando su visibilidad. Esos puntos diferenciadores nos recuerdan que no estamos sobre cualquier compacto.
La visibilidad es destacable. El área acristalada es grande, haciendo que sea muy sencillo manipular el auto en diferentes espacios excepto por el espejo lateral izquierdo, plano y con limitado campo de visión. La palanca es heredada de Cadillac que, sólo disfrutaremos cuando hayamos superado toda la curva de aprendizaje. Al comienzo se siente no muy práctica.
Como todo eléctrico, el manejo tiene su particularidad. Cuenta con un motor de 220 hp que entrega todo el par de golpe. Las aceleraciones se sienten fantásticas, y aún más cuando queremos hacer rebases. La sensación de no quedarnos relegados en ningún momento es única, y si queremos más, hay un modo sport.
Las baterías en el piso del auto ayudan a un centro de gravedad bajo y a un manejo estable a altas velocidades y curvas. Sin embargo, sentimos que el peso del auto supera las dimensiones del auto y tiende claramente a subvirar si nos pasamos.
A pesar de que en teoría cuenta con control de tracción, el nuestro no parecía tenerlo. Esto, sumado a un par motor grande e inmediato, hace que el vehículo patine frecuentemente ante medianas aceleraciones o en todas las aceleraciones a fondo. En frenadas fuertes, también podemos sentir cómo se activa el ABS muy fácilmente debido al peso.
En definitiva es un buen auto, tiene una autonomía envidiable de hasta 416 km con un gasto energético de hasta 6.9 km/kWh y cuenta con 10 bolsas de aire. Una muy buena propuesta para traslados citadinos y hasta salidas a carretera relativamente cercanas.
A pesar de que su calidad en ensambles y acabados no es la mejor con rebabas y piezas desfasadas, su verdadero problema radica en el precio. Un compacto por más de 700 mil pesos aún no es una opción viable por más eléctrico que sea. Esperemos que con el tiempo, el aumento en la demanda y la llegada de la siguiente generación, podamos solucionar mucho de esto. México merece muchos más Bolt EV en las calles.
Ficha Técnica
Motor eléctrico: Corriente continua
Potencia: 220 hp
Par máximo: 266 lb-pie
Baterías: ion-litio, 65 kWh
Transmisión: Automática de una sola velocidad, tracción delantera
Desempeño:
Vel. Máx. 148 km/h
0-100 km/h: 6.3 s
Rendimiento:
6.9 km/kWh, autonomía 416 km
Neumáticos:
215/50R17
Seguridad:
Diez bolsas de aire, ABS, EBD, TCS y Stabilitrak
Gama de precios:
Precio único: 699,900 MXN
Unidad probada:
Bolt EV: 699,900 MXN