Bajío

Amealco, capital de la muñeca otomí

La artesanía es patrimonio cultural de Querétaro y reconocida a nivel mundial.

El Pueblo Mágico de Amealco es considerado la capital de la muñeca otomí, ya que ahí es donde nació este juguete tradicional, reconocido a nivel mundial y patrimonio cultural de Querétaro.

Además de su rica artesanía, esta localidad ofrece a sus visitantes atractivos naturales como el parque recreativo Cerro de los Gallos o la exhacienda La Torre, así como una gastronomía única, que tiene en el mole de guajolote la especialidad de la casa.

Mauricio Bárcenas Arellano, coordinador de Turismo del municipio, explicó que la comunidad de Amealco no sólo buscar ser un Pueblo Mágico, título otorgado el 11 de octubre de 2018, sino un gran destino turístico.

"Es como un rompecabezas, porque una vez unidas las piezas es un fuerte destino turístico, aquí podemos encontrar desde hospedaje, una zona natural, así como sus artesanías que va desde la alfarería a la textil", dijo.

En los últimos tres años se han invertido más de 200 millones de pesos en Amealco para su infraestructura vial, en el Cerro de los Gallos, así como en la creación de un videomapping que se proyecta en la parroquia de Santa María.

Amealco es considerado uno de los pueblos más antiguos del estado de Querétaro, pues su fundación fue en 1538 por el indígena otomí Fernando de Tapia (Conín) y el conquistador Nicolás de San Luis Montañés.

CERRO DE LOS GALLOS

Ubicado a tan sólo diez minutos de la plaza principal de Amealco, el Cerro de los Gallos se encuentra rodeado por bosque y un intenso aroma a pino donde se pueden llevar a cabo diferentes actividades, que van desde tirolesa, acampar o hasta armar la carnita asada con la familia.

Este parque recreativo recibió dicho nombre debido a que en un principio los habitantes se reunían en el lugar para comer en su día de descanso y realizaban peleas de gallos.

Actualmente, los lunes y martes, antes y después de los días de cuaresma según el calendario católico, se realiza el carnaval de los gallos, donde se puede encontrar comida típica de la región, música en vivo, cascarones de huevo con confeti y las tradicionales peleas.

La entrada a este sitio es gratuita, y también cuenta con una ciclopista, chanchas de futbol y basquetbol, así como puentes colgantes y juegos infantiles.

SU MERO MOLE

La gastronomía en Amealco es diversa, ya que se puede encontrar desde una bebida tradicional como es el pulque, hasta un postre típico que son los dulces cristalizados, pero el platillo que se tiene que comer es el mole de guajolote.

Bárcenas Arellano relató que este manjar se empezó a consumir el martes de cada semana, ya que ese día era cuando descansaban los comerciantes y decidían reunirse en el Cerro de los Gallos, donde la mayoría llevaba su respectivo mole.

"Hablar de ese platillo tradicional, a diferencia de otros platillos que yo he visto en otros lugares, es que aquí el platillo tiene historia, aquí la gente empezó a consumir mole de guajolote los martes. Es una receta que ha pasado de familia en familia", aseguró.

MUSEO DE LA MUÑECA

En el Centro Histórico de Amealco se encuentra la Casa de la Cultura "Ricardo Pozas Arciniega", mejor conocida como el museo de la muñeca, que alberga a más de 300 figuras artesanales representativas de diferentes estados de la República.

El coordinador de Turismo del municipio declaró que este recinto se crea en 2013, a partir del Festival de la Muñeca, concurso a nivel nacional que tiene cuatro categorías, las cuales son textiles, alfarería, nuevos diseños y fibras vegetales.

"El objetivo es seguir dándole un impulso a la cultura otomí que se concentra aquí en Amealco, que mantiene las poblaciones indígenas más grandes del estado. La muñeca tradicional que conocemos, símbolo de casi todo el país, es de Santiago Mexquititlán; San Ildefonso también tiene su propia muñeca", comentó.

Actualmente, en Amealco se producen más de 150 mil muñecas al mes. De acuerdo con el último censo realizado por el municipio existen 400 talleres donde se labora esta artesanía.

El museo se divide en tres secciones: la primera, es una exposición permanente de pintura de artistas de Amealco; la segunda, la muestra de las 300 muñecas de todo el país; la tercera, una cápsula del tiempo donde se pueden apreciar unos colmillos de mamut encontrados en la comunidad y que datan de hace diez mil años.

LA TORRE

En los límites de Querétaro y el Estado de México se encuentra el pueblo de la Torre, llamado así por la torre mirador que aún permanece en pie de la exhacienda de San Nicolás, la cual data de 1896 y que su principal actividad era la ganadería.

Este pueblo, ubicado a 20 minutos de la plaza principal de Amealco, se dedica a la producción de derivados de lácteos, como queso ranchero, oaxaca y enchilado, así como yogurt y requesón.

Leticia Carmona Gutiérrez, integrante del comité de jóvenes organizadores La Torre, expuso que en el poblado el 80 por ciento de las familias producen queso o algún derivado de lácteos.

Indicó que esta tradición viene desde hace más de 100 años, cuando la hacienda de San Nicolás se encontraba en su apogeo, lo cual ha impulsado la economía de la comunidad, ya que sus productos se venden en Querétaro y la Ciudad de México.

"En Amealco, ante la modernidad, ha prevalecido su historia, tradiciones y costumbres, eso es lo que nos hace vivir en un lugar mágico. El que visita Amealco regresa, pero el que vive aquí prospera", manifestó Mauricio Bárcenas.

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