Bajío

Análisis económico regional: los indicadores más oportunos

Uno de los retos que los analistas enfrentamos al estudiar la coyuntura económica estatal es la escasez de información. Por ejemplo, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), que actualiza el INEGI, se publica casi cinco meses después de que un trimestre ha finalizado.

La discusión de la situación económica en la opinión pública suele ser como los mercados financieros: volátil. Desaparece cuando la incertidumbre se calma y reaparece repetidamente cuando el pánico económico comienza a tomar forma.

En la coyuntura económica actual se suelen escuchar distintos argumentos sobre la evolución del tipo de cambio, el precio del petróleo, incremento en las tasas de interés y otras variables que tienen todas algo en común: la mayoría de las veces se centran en la dimensión macroeconómica. En pocas ocasiones se aborda el análisis de tendencias regionales.

Uno de los retos que los analistas enfrentamos al estudiar la coyuntura económica estatal es la escasez de información. Por ejemplo, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), que actualiza el INEGI, se publica casi cinco meses después de que un trimestre ha finalizado. Para que tenga una idea, el ITAEE correspondiente al cuarto trimestre de 2016 se dará a conocer el próximo 27 de abril.

Ante esta situación, a fin de contar con una evaluación más oportuna, tenemos la elección de realizar pronósticos o bien analizar otras variables que tienen menor rezago en su publicación y que nos permiten tener una idea de la coyuntura regional.

En este último caso, luego de una auscultación estadística, si analizamos en conjunto el valor de la producción manufacturera, el índice de la actividad comercial, el número de empleos asegurados en el IMSS y la tasa de desempleo; todas estas de corte estatal y con un retraso en su publicación no mayor a dos meses, podemos obtener una buena aproximación del comportamiento de la economía de cada entidad.

En el Bajío, el valor de la producción manufacturera representa 30 por ciento del PIB Estatal; el comercio al por menor constituye el 16 por ciento del PIB; en tanto que la evolución del mercado laboral es sinónimo de las condiciones económicas tanto de empresas como de hogares.

Ahora bien, llevar a cabo la lectura de cada uno de los instrumentos anteriormente citados quizás no dicte una conclusión a simple vista.
Para facilitar el estudio, construimos un indicador compuesto que los integra y al que llamamos INEC. Su interpretación es sencilla: el índice se construye en base 100; si el valor es superior a dicho umbral tenemos una tendencia positiva del ciclo económico estatal; y por el contrario, hay una tendencia negativa si el resultado es inferior a 100.

Así pues, el resultado del INEC al cuarto trimestre de 2016 para Guanajuato fue de 100.5 unidades y un puntaje de 99.3 y 99.4 para Querétaro y San Luis Potosí respectivamente. ¿Ahora podría usted imaginar cómo cerraron estas economías en 2016?

*Director general de Forecastim SC y editor de la revista Triángulo Industrial Bajío.
rtrejo@forecastim.mx

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