BMW inauguró este jueves su planta en San Luis Potosí, con lo cual lanzaría oficialmente también el primer auto de la marca alemana producido en México al mercado mundial.
Esta planta que constó de una inversión de mil millones de dólares y generará 2 mil empleos directos, comenzó producción de prueba en abril pasado, mes en que -según Inegi- armó 709 unidades.
En la inauguración estuvo presente el gobernador del estado, Juan Manuel Carreras, Alexander Wehr, presidente y CEO de BMW Group en la región Latinoamérica, así como directivos globales de la firma.
La planta tendrá capacidad de armar 175 mil unidades anuales, las cuales serán por ahora del modelo Serie 3 de nueva generación.
La firma alemana considera a la planta de México como estratégica para incrementar su presencia en el continente americano, principalmente en el mercado de Estados Unidos.
Previo a este anuncio inauguraron a mediados de mayo su nuevo corredor de cargadores de autos eléctricos entre la Ciudad de México y la capital de San Luis Potosí, con la finalidad de que los directivos de la empresa se puedan mover entre ambas ciudades con vehículos híbridos y eléctricos de la firma, pero también para uso de personas que tengan este tipo de autos, no necesariamente de la marca BMW.
La empresa dice que la nación se consolidó como un mercado clave para el grupo BMW (que conforman las marcas BMW, Mini y Motorroad) en Latinoamérica; en los últimos años, el volumen de ventas para el grupo en la región representa un crecimiento por arriba del de países como China.
En entrevista previa con El Financiero, Alexander Wehr, presidente y CEO de la firma en la región, dijo que este año será fundamental en la historia de la marca en México, mercado donde cumplen 25 años de presencia.
"México para nosotros es el mercado líder, no solo por tamaño, sino por potencial, el año pasado comercializamos más de 18 mil 500 unidades, solo BMW, que es un crecimiento por encima de 18 por ciento", contó el directivo.
Destacó que cuentan con más de 200 proveedores en el país para su planta de San Luís Potosí, algunos de ellos son pequeñas y medianas empresas mexicanas, el resto son compañías internacionales; gran parte de estos proveedores llegaron a instalarse en territorio potosino.
"Transcurrieron 5 años entre la decisión tomada con respecto a la ubicación y la inauguración oficial. Durante la fase de edificación y las obras, trabajaron aquí hasta un total de 4 mil 400 personas", expuso Hermann Bohrer, director general del proyecto San Luis Potosí de BMW, en un libro editado para celebrar la apertura.