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Ética como crítica de la moral

La ética en ocasiones se confunde con la moral, pero este trato como sinónimo es normal, válido y frecuente

La moral comprende los valores, los bienes, las virtudes, los deberes y las normas que una sociedad establece como correctos, como necesarios para la vida en común. Es todo aquello que observamos, aprendemos, asimilamos y que acostumbramos a hacer.

Decimos de alguien que actuó moralmente si lo hizo apegado a esos componentes morales, pero si ese alguien actuó en sentido contrario a ellos, decimos que actuó inmoralmente.

Una sociedad es inmoral, ya sea porque a nuestro juicio esos componentes morales no son correctos o bien siendo éstos correctos, las actuaciones normalmente son inmorales.

La ética en ocasiones se confunde con la moral. Esta equivalencia, este trato como sinónimos de ambos términos es normal, válido y frecuente, pero también podemos pensar a la ética como filosofía moral.

En la educación universitaria es necesario entender a la ética como crítica fundamentada y racional de la moral.

Es desde la ética, así entendida, que hacemos observaciones sobre la moral. Quizá vemos ya que una norma no es correcta. Y nos pronunciamos haciendo una crítica fundamentada de la misma. Lo mismo para la objeción de una actuación inmoral o la justificación de lo que se considera una actuación moral. De este modo la ética es la crítica de la moral.

La educación moral nos forma, nos impulsa, nos orienta al bien establecido. La ética, en cambio, nos sitúa en el cuestionamiento, en la crítica, en la reflexión. Es en la universidad donde es posible comprender que, siguiendo a Kant, es esencial a la humanidad resolver nuestra vida desde la autonomía moral, es decir, desde la apropiación crítica de la moralidad, desde el haber hecho propias las normas y de no sólo actuar ciegamente de acuerdo a ellas.

Así que la ética nos conmina a poner en tela de juicio las tradiciones, las costumbres, no importando lo arraigadas que puedan estar. El propósito de la reflexión ética en la universidad es ser conscientes de su valor, pertinencia, actualidad y necesidad para la gestión de una sociedad justa, incluyente y abierta donde todos tengan acceso a una vida libre, plena y feliz.

*Profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.

jfarriaga@itesm.mx

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