Todo comenzó hace 24 años, cuando Vicente Fenoll trabajaba en una panadería ubicada en Iztapalapa. Ahí, una señora le pidió que le “guardara” el dinero que ella había ahorrado con el fin de que su esposo no lo malgastara. Tras hablarle de los servicios bancarios, él la llevó a una sucursal, pero ahí ni siquiera la dejaron entrar… ese fue el momento en el que el emprendedor comenzó a pensar lo que podría hacer para abrir más opciones y dar acceso a estos servicios a la gente con recursos limitados.
En México, el acceso al financiamiento se asocia con una mayor escolaridad, un empleo formal y un mayor salario; y solo seis de cada 10 personas tienen algún financiamiento principalmente a través de instrumentos informales, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Desde su inicios en el emprendimiento, Vicente Fenoll buscó modificar la manera en que funcionan las microfinanzas en el país. En 1994 fundó FinComún, una institución de servicios financieros, para después subirse en 2012 a la ola digital financiera con Kubo Financiero, que nació como la primera comunidad financiera en México especializada en Peer to Peer (P2P) Lending regulada por la CNVB, y hoy se ubica como una plataforma multiproducto 100% digital que ofrece acceso a ahorro, inversión, préstamos y transferencias a todos sus usuarios, entre otros servicios.
”Soy un apasionado de impulsar el desarrollo de personas y negocios a través de servicios financieros. Kubo Financiero es una plataforma de gente apasionada para que los servicios financieros ayuden al desarrollo de las personas, la familia y la comunidad”, ha mencionado Fenoll en diversos foros.
Y, como afirma, el financiamiento brinda oportunidades que hacen la diferencia en el desarrollo de las personas y el logro de sus metas. “Hay gente que aún ahorra poniendo el dinero debajo del colchón, pero hay que voltear a ver a las empresas financieras como impulsoras del desarrollo”, afirma.
En junio pasado, la plataforma recibió una inyección de capital de 27.5 millones de dólares, con el fin de expandir los servicios en México, misma que contó con la participación de inversionistas internacionales, como BID Invest, Blue like an Orange y Mexico Ventures, y ya se habla de que podría convertirse en un nuevo unicornio mexicano.
”Queremos revolucionar las finanzas en México, permitiendo a nuestros clientes lograr un futuro increíble, de verdad; esta inversión nos acerca a lograr nuestra misión”, señaló.
Esta inversión contribuye con tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico e industria, innovación e infraestructura.
El 2020, con la pandemia por Covid-19, también fue un año de retos para la plataforma, pero más de crecimiento, ya que pasaron en un año de 170 kubinators, como llaman a los colaboradores de la fintech, a 320.
”Durante la pandemia hubo mucha necesidad de crédito por parte de las familias, por ejemplo, habilitar las casas con computadoras y equipo para que los hijos pudieran tomar clases en línea. Hubo muchos préstamos de este tipo”, compartió Vicente Fenoll.
Además, la población está más dispuesta a recurrir a productos financieros digitales lo que abre aún más puertas para la plataforma.
Este texto es parte de la edición ‘Pesadilla en un Airbnb de México’ de la revista Bloomberg Businessweek México. Consulta aquí la edición fast de este número.