Antes de la pandemia, la mayoría de los viajeros elegían una aerolínea en función de un factor único y simple: el precio. Y aquellos que no conseguían la tarifa más barata normalmente optaban por una aerolínea donde tenían millas de viajero frecuente. La limpieza, por el contrario, apenas se tomaba en cuenta.
Hoy, la higiene es el factor más importante a la hora de elegir una compañía de viajes para casi el 60 por ciento de los estadounidenses, según una encuesta realizada por el fabricante de productos aeroespaciales Honeywell International Inc. Eso secunda los datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo que revelan las preocupaciones de los pasajeros al abordar aviones: al 42 por ciento le incomoda usar los baños y a más de un tercio le preocupa respirar el aire recirculado de la cabina.
″Sabemos que nuestros clientes son más conscientes que nunca sobre la higiene, debemos ser proactivos”, dice Anil Jain, jefe de ingeniería de Air India Express, que está empleando robots para limpiar sus aviones. Atrás quedaron los días en que las aerolíneas podían salirse con la suya recogiendo rápidamente la basura y limpiando la cocina entre vuelos, haciendo una limpieza profunda solo una vez al mes. Cuando la pandemia hizo que los ingresos cayeran en picada en la primavera de 2020, la mayoría de las aerolíneas se esmeraron en la higiene con la esperanza de convencer a los viajeros de que los vuelos son seguros.
Comenzaron a promocionar sus sistemas de filtración HEPA de grado hospitalario que renuevan el aire cada pocos minutos. Y muchos aviones ahora reciben una limpieza profunda todos los días con productos químicos que matan virus, nebulizadores antibacterianos, rociadores electrostáticos o luces ultravioleta que eliminan gérmenes. Pero con la variante ómicron del coronavirus causando estragos en todo el mundo a medida que la pandemia entra en su tercer año, los temores de los consumidores sobre la limpieza están aumentando de nuevo.
Aunque algunos cambios realizados a principios de la pandemia se consideraron medidas temporales para recuperar a los viajeros, las aerolíneas hoy tienen una visión a largo plazo y adoptan innovaciones como robots que desinfectan superficies en minutos, dispositivos que rocían desinfectantes con una carga eléctrica y asientos con tecnología antivirus. “No creo que nosotros, como público viajero, permitamos que las aerolíneas vuelvan a operar pocilgas voladoras”, dice el analista de la industria Henry Harteveldt. “Todos somos hiperconscientes de la bioseguridad ahora”.
Sin reglas globales que regulen la higiene de las aeronaves, las compañías han adoptado un mosaico de soluciones. Korean Air Lines Co. rocía todas las superficies con un líquido limpiador que dice neutraliza más de cien bacterias y virus. United Airlines Holdings Inc. dice que limpia las áreas de alto contacto con un desinfectante y utiliza rociadores electrostáticos y sistemas de desinfección con luz ultravioleta. Los robots de Air India Express tienen brazos limpiadores que se extienden a lo ancho del pasillo para llegar a todos los rincones.
En julio de 2020, Honeywell introdujo un sistema que se puede empujar por el pasillo de la cabina para bañar el avión con luz ultravioleta de alta intensidad. La tecnología se ha utilizado durante décadas para matar gérmenes en plantas tratadoras de agua y hospitales, y sus defensores refieren que destruye casi todos los virus en las superficies y en las gotas en el aire. Honeywell dice que su dispositivo está siendo utilizado por nueve aerolíneas, entre ellas la catarí Qatar Airways QCSC y la brasileña Azul SA. El año pasado, tanto Honeywell como Boeing Co. comenzaron a vender varitas de luces ultravioleta portátiles para desinfectar lugares difíciles, como la cabina. “Es evidente que las aerolíneas, los aeropuertos y los proveedores de alojamiento deben abordar la seguridad y la limpieza como parte de su oferta de marca”, señala Bill Kircos, vicepresidente de marketing de Honeywell.
La empresa canadiense Aero Hygenx ha llevado el concepto un paso más allá, con un robot sanitizador al que llama Ray que puede limpiar aviones de fuselaje estrecho en tan solo cinco minutos y uno de fuselaje ancho en menos de 20, casi el doble de rápido que las máquinas operadas por humanos. El robot, que se parece a un carrito de bebidas, se mueve de forma autónoma con cámaras y un sensor láser y puede matar el 99 por ciento de los virus y bacterias en un radio de 5 pies, dice la compañía. El robot también recopila información sobre cada trabajo de limpieza, creando un historial de datos que las aerolíneas pueden usar para tranquilizar a los pasajeros. “Queríamos una solución que fuera sostenible, que no utilizara productos químicos nocivos y que pudiera satisfacer las necesidades de respuesta rápida de las aerolíneas”, explica Arash Mahin, CEO de Aero Hygenx, que tiene acuerdos de distribución con las unidades de mantenimiento de Deutsche Lufthansa AG y Mitsubishi Heavy Industries Ltd.
Al comienzo de la pandemia, muchas líneas aéreas adoptaron rociadores electrostáticos que convierten los líquidos desinfectantes en un rocío cargado eléctricamente que se adhiere a las superficies. MasVida Health LLC, una empresa texana que ha vendido estos dispositivos a operadores como Alaska Air Group Inc., indica que registró un crecimiento récord en 2020 antes de que la demanda disminuyera el año pasado.
Con la propagación de ómicron, las ventas han vuelto a subir, no solo para aerolíneas, también para cruceros, escuelas y hospitales. La compañía ha desarrollado una nueva versión de su dispositivo, una mochila que pesa menos de 7 kilos y que puede rociar varios aviones antes de volver a rellenarla. El próximo paso serán modelos robóticos, dice el CEO de MasVida, Joshua Robertson, así como tecnología que pueda adaptarse rápidamente a las nuevas variantes y otras amenazas virales.
“El Covid es relativamente fácil de matar, tenemos que ser proactivos y estar preparados para el siguiente brote”. Un enfoque alternativo para desinfectar las cabinas es evitar que los gérmenes se adhieran a las superficies o neutralizarlos tan pronto como caen. El gigante francés Safran SA está desarrollando protectores en aerosol para usar en los asientos, estos revestimientos matarán los virus durante un año o más.
Boeing está investigando aerosoles a base de polímeros que pueden resistir y matar virus, y proyecta funciones sin contacto, como inodoros con tapas que bajan y descargan con el movimiento de una mano. “El Covid ha acelerado lo que estamos haciendo”, dice Dan Freeman, jefe de ingeniería de seguridad relacionada con el Covid en Boeing. “Estamos investigando cómo podemos crear un entorno que sea hostil a los virus e incorporarlo en el proceso de diseño”.
— Con la colaboración de Ragini Saxena y Justin Bachman
Consulta aquí nuestra edición más reciente: