Sí, antes de obsesionarme con la industria de “mandados” en zonas rurales, yo también pensaba que este servicio era un lujo. Una dinámica que solo se daba en zonas con alto poder adquisitivo. Delivery o ‘mandados’, como se llama comúnmente, es mucho más que eso.
He sido testigo de la transformación que genera en una comunidad tener un grupo de personas con una moto, acercando productos y servicios de un lugar a otro, dentro de los 10 kilómetros que abarca una población.
Pero, ¿por qué va más allá? El delivery en zonas rurales o suburbanas apoya a la señora que está trabajando un turno completo y necesita llevarle comida a sus hijos, pero no puede salir del trabajo, tomar un camión, ir al mercado, regresar a su casa, cocinar y volver al trabajo. Es también el productor de nopales en Hidalgo que no quiere pagar un precio ínfimo por su producción al camión de la central y prefiere comercializarlo en su comunidad a través de la red.
Es la señora que no puede salir de casa por educar a sus hijos, pero que desde ahí, con un modelo de “dark kitchen” vende desayunos a través de la red y ahorra para algún día abrir su local.
Es la emprendedora que no puede salir a abastecer su negocio por el riesgo que esto implica para ella, y no tiene otra opción que pedir sus insumos en su domicilio a través del servicio de “mandados”.
Y podría seguir con más ejemplos sobre el poder que tiene esta industria para revolucionar las distintas dinámicas económicas de una comunidad. Veo aquí una oportunidad, que si la aprovechamos puede ser la brecha que nos permita digitalizar, por fin, a los millones de microempresarios en México y Latinoamérica, que al día de hoy no hemos logrado entregar exitosamente los beneficios que trae la digitalización
Si bien la plataforma que hoy utilizan es WhatsApp, creo que es momento de empezar a crear productos digitales adaptados a las necesidades de los emprendedores latinoamericanos, con una calidad de clase mundial, que ya somos capaces de construir en la región.
Le llegó el unbundle a WhatsApp
Esta palabra surge de un artículo publicado por Andrew Parker, donde destaca a las empresas que buscaban atacar verticales específicas de Craigslist. Desde entonces, han surgido muchos cuestionamientos sobre cuál será la gran plataforma horizontal que será desagregada en esta década.
Latinoamérica, una región donde el 94 por ciento de los usuarios de internet ha descargado WhatsApp, puede convertirse en una fuente de nuevas oportunidades, en donde se desarrollen soluciones adaptadas a estas nuevas verticales, que emergieron a partir del uso de esta plataforma de mensajería.
Creo que WhatsApp podría cumplir con algunas de las características que propiciaron el “unbundle” de Craigslist hace unos años, como que sea una plataforma horizontal, es decir, abarca muchas áreas sin enfocarse en usos particulares; y que existan diferentes categorías de usuarios dentro de la plataforma.
Si bien la industria de “mandados” o delivery a domicilio, es una que ya está teniendo impacto, hay muchísimas otras verticales de negocio que están apalancadas sobre WhatsApp ante la falta de soluciones que les permitan escalar y consolidarse.
Creo que es cuestión de tiempo, o de que WhatsApp comience a servir a estos nichos de mercado, o los creadores de productos digitales en Latinoamérica, sensibles a los hábitos del usuario en la región, comencemos a ser protagonistas del nuevo posible gran unbundle.
Por Ricardo Rubio, colaborador Invitado y cofundador en kometa.shop