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Musk ya aseguró planta de Tesla en México... ahora está a la espera de las baterías

Tras anunciar su gigafactory en México, el dueño de Tesla pone la mira en la fabricación de las baterías con litio y para ello quiere su ‘propia mina’.

Elon Musk no pierde el tiempo y una vez que dio checklist a su gigafactory en Nuevo León para la producción de autos eléctricos que venderá principalmente a los estadounidenses, como lo ha mencionado en unos tres o cinco años, el magnate sudafricano ya prepara su siguiente paso: la fabricación de las baterías de litio, precisamente para surtir las unidades de su sexta fábrica en el mundo. El emprendedor de 52 años de edad está decidido a buscar la mejor opción y punto de apoyo para seguir invirtiendo en energías y tecnologías limpias, que demanden el uso de menos combustibles fósiles. Para ello requiere de este metal, con el fin de asegurar los suministros y componentes de sus vehículos eléctricos.

Musk ha demostrado tener una ambiciosa y emprendedora visión y ha dado a conocer que es de su interés contar con una mina propia que le permita extraer litio, para así asegurar el componente clave de estas unidades de electromovilidad, y evitar los dolores de cabeza que implican los retrasos o cuellos de botella en una cadena de suministro, y más si su objetivo es llegar a una producción de 20 millones de vehículos eléctricos para el 2030.

De ahí sus intenciones de comprar Sigma Lithium Corp., que cotiza en Toronto. Si Tesla tiene éxito, seguiría a fondos destacados, incluidos Manulife Financial Corp., 1832 Asset Management, Maven Securities, DZ Bank y otros.

Y es que como dice John Ciampaglia, CEO de Sprott Asset Management, un administrador global de activos que ofrece estrategias de inversión de metales preciosos, “eres tan fuerte como el punto débil de tu cadena de suministro, que es el litio”.


Sin embargo, mientras sus compras mineras se consolidan, Musk decidió echar un vistazo por México, en donde no sería posible tener una mina, pero… ¿qué tal una planta de baterías?

Con el anuncio de hace unas semanas hecho por el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la llegada de Tesla a Nuevo León, y la confirmación del empresario dos días después, durante el Investor Day, se aseguraba el establecimiento de la gigafactory con una inversión cercana a los 5 mil millones de dólares, y también la idea de instalar una de batería.

Esta planta va a ser la más grande del mundo; consideramos que se van a llevar un poco más de tiempo entre 14 y 16 meses… y tal vez en 24 meses ellos ya van a estar produciendo los carros. Va a ser un desarrollo muy dinámico es lo que podemos esperar en los siguientes meses”, señaló Iván Rivas, Secretario de Economía de Nuevo León, en entrevista con Bloomberg Businessweek México.

Sobre el proyecto, el funcionario habló sobre las 80 hectáreas que ocupará el inmueble principal de Tesla y precisó que aún siguen en la compra de terrenos.


“No estamos seguros todavía del tamaño o dimensiones que va a tener el terreno pues siguen comprando, pero va a ser sumamente amplio porque también están pensando en que tendrá varias etapas de expansión”, advirtió.

Aunque de entrada el Mandatario de México dejó en claro que el litio es de los mexicanos, pues el pasado 18 de febrero el litio se nacionalizó y ahora la explotación es exclusiva del Gobierno mexicano, Elon Musk y sus técnicos analizan la posibilidad de instalar una planta que fabricara productos de litio, así lo señaló López Obrador a los medios de comunicación.

Estados Unidos, China, Alemania y ahora México, son los países donde Musk tiene sus gigafactory, y producirá los vehículos que ya cambiaron el negocio automotriz. Por lo que, Tesla debe asegurar el suministro de las baterías de estas unidades y qué mejor que hacerlo en el noveno productor de litio del mundo: México y en especial, Sonora, donde se encuentra el yacimiento más grande.

Para planta de baterías, sí

López Obrador dijo estar abierto a que Musk participe en el plan de aprovechamiento de litio en Sonora. La entidad concentra prácticamente la totalidad de los recursos de litio mexicanos con 8.82 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente.

“Le aclaré que lo del litio ya se nacionalizó, pero que eso no implica el que no podamos ponernos de acuerdo; el litio es de los mexicanos, pero si se compra la materia prima, si se ponen las plantas de baterías en Sonora, si se da trabajo a los sonorenses, a los mexicanos, se puede llegar a un acuerdo”, aseguró el Presidente el pasado 1 de marzo.

A pesar de la reforma que permite ahora solo al Gobierno explotar el litio, hay una posible oportunidad de negociación. “El litio es de la nación, pero se pueden presentar acuerdos para vender la materia prima, por ejemplo, el uso de la materia prima en nuestro país, que se llegue a acuerdos, pero que las plantas se instalen en Sonora o donde se encuentre el litio”, señaló el Mandatario.

Hasta antes de que se nacionalizara el litio, en 2018, una de las minas de Sonora ubicada en Bacadéhuachi estaba concesionada a la británica Bacanora Lithium, subsidiaria de la china, Ganfeng Lithium. En ese año la empresa británica informó que había encontrado poco más de 240 millones de toneladas del mineral, posicionándola como la más grande zona de litio del mundo, lo que al poco tiempo fue desmentido por el gobierno mexicano, pues la mayor cantidad se trataba de arcilla, lo que venía asociado a litio.

Esto habría colocado a México junto con el triángulo del litio: Argentina, Chile y Bolivia, como una de las naciones más importantes para la industria de electrónicos y electromovilidad.

La china, Ganfeng Lithium, al poco tiempo compró a su socio británico en México, operación que fue autorizada por la Comisión Federal de Competencia (Cofece) y en noviembre de 2021, Ganfeng firmó un acuerdo con Tesla, por tres años para surtir productos de litio para baterías.

Ganfeng realizó la primera extracción de cloruro de litio, necesaria para la fabricación de las baterías de los vehículos eléctricos, en 2007 en Qinghai, China, y a partir de ahí inició su expansión.

Decidió cotizar en la bolsa e invertir en International Lithium Corporation para abarcar otros mercados. En 2014, Ganfeng entró a Argentina y en 2018 empezó a cotizar en la Bolsa de Valores de Hong Kong.

En 2019, empieza a notar el potencial de México y arrancan las negociaciones para asociarse con la británica Bacanora Lithium para, tiempo después, adquirir así una participación de 22.5 por ciento en el proyecto de Sonora Lithium, y años más tarde comprar la totalidad de su participación en México.

Hoy, en 2023, Ganfeng es el único operador del yacimiento de litio en México.

En medio de la nacionalización del litio y a la víspera de la llegada de Tesla, el Gobierno federal inició una negociación con la empresa china para acordar los términos de la concesión, tras la reforma y antes de que inicie el proceso de exploración y extracción, y evitar así llegar a los tribunales.

Hasta el momento, aún está pendiente si Ganfeng tendrá el control de la mina, las negociaciones continúan, y no se sabe si logrará hacer los trabajos de extracción, es decir, si consigue llegar a un acuerdo con las autoridades federales, en específico con la Secretaría de Economía y la empresa estatal encargada, LitioMx, y si podrá cumplir el pacto con Tesla para surtir las baterías. En este contexto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la invitación para que Musk haga un recorrido con él, por el estado de Sonora, está abierta. La idea del Mandatario, según lo que comentó en su conferencia mañanera, es proponer la construcción de una fábrica de baterías de litio, precisamente en Sonora.

La Administración federal podría no solo considerar una planta, sino todo un parque industrial de baterías eléctricas en dónde se instalaría no solo Tesla, sino otros fabricantes también de baterías tal vez domésticas.

Apuestan a otros sitios

El Presidente asegura que México representa una oportunidad de negocios para Elon Musk independientemente de Tesla, de ahí su interés de invitarlo al recorrido.

La zona norte del país, a raíz de la relocalización de innumerables industrias con el nearshoring, pretende ser un propulsor no solo de la electromovilidad y los autos de energías limpias, sino de un sinnúmero de sectores fabricados con este tipo de materias primas.

El gobierno federal construirá también en Puerto Peñasco un parque fotovoltaico que convertirá a Sonora en la potencia generadora de energía eléctrica para el país y para el suroeste de Estados Unidos.

Sin embargo, el Presidente López Obrador no quita el dedo del renglón. Pese a que no de la misma magnitud, Hidalgo es otro estado que también podría representar una oportunidad de negocio.

Aunque analistas consideran que esta ubicación no representaría una oportunidad de negocios tan importante para la armadora como Sonora, por su cercanía a su nueva gigafactory en Nuevo León, sino por las que ya tiene operando en Estados Unidos, que son tres.

Un reporte de la ONU destaca que el mercado de baterías de litio para autos eléctricos en 2018 era de 7 mil millones de dólares y se prevé que en 2024 llegue a ser de 58 mil millones de dólares.

En este sentido, México debe avanzar más rápido en esta carrera, pero con cautela.

Leticia Merino Pérez, coordinadora del Observatorio Académico de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones de la UNAM, advirtió que antes de que el gobierno de AMLO comience con la exploración de litio, tiene que realizar evaluaciones de impacto ambiental y hablar con las comunidades.

“La exploración y explotación del litio debe establecerse dentro de un marco de transparencia, sin importar si se trata del Estado o no, ya que, de no hacerlo así, podrían violar la Constitución, así como los derechos de las comunidades aledañas a las zonas de explotación”, ha señalado.

La Ley Minera establece que la explotación, extracción y procesamiento del litio es una actividad de interés público, lo que amenazaría los derechos de acceso al agua, asegura Aleida Azamar Alonso, investigadora de la UAM Xochimilco.

“Para extraer litio en algunas minas de Chile, son necesarios 600 litros de agua por minuto, lo que equivale al consumo diario de dos personas de la Ciudad de México; la extracción de litio en el país requerirá de mayores cantidades de agua”, explica la especialista.

Por otro lado, la carrera de China por aumentar la extracción de litio y priorizar el acceso a los materiales necesarios para fabricar baterías, se utilice un material llamado lepidolita, que es una roca que contiene litio que a menudo se pasa por alto su mala calidad y es nociva para el medio ambiente, lo que sería una contradicción al estar produciendo autos eléctricos.

Las naciones sudamericanas están intensificando sus esfuerzos para avanzar más en la cadena de suministro de vehículos eléctricos aprovechando la riqueza que naturalmente tienen en el litio.

De ahí que México ya no puede perder más el tiempo.

Argentina, Chile, Bolivia y Brasil planean coordinar acciones para convertir más litio extraído de la región en productos químicos para baterías, así como pasar a la fabricación de baterías y vehículos eléctricos.

El llamado triángulo de litio, que está conformado por Argentina, Chile y Bolivia, representa más de la mitad de los recursos mundiales del metal, y Brasil tiene experiencia en la fabricación de automóviles.

Esa podría ser la base regional de movilidad eléctrica en la que México debe subirse lo más rápido posible.

La plataforma ya la tiene: Tesla, ahora solo debe potenciarla y aprovecharla.

Por Bloomberg Businessweek México con información de Bloomberg News, Geoffrey Morgan, Esha Dey, Jason Rogers y Annie Lee

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