¿BYD? ¿Qué es eso? Son las siglas de “Build Your Dreams” (construye tus sueños en español), pero eso tampoco dice mucho. Es la marca china de coches que ya distribuye y vende Liverpool, compañía centenaria mexicana que con esta entra al negocio automotriz…
Eso ayuda a hablar sobre un gran asunto: los coches hechos en China están tomando el mercado mexicano, incluso con marcas nacidas en otros países.
Consideren el caso de GM. A partir de una reunión durante una noche de 1907, en Detroit, William Crapo Durant creó General Motors para unificar varias marcas estadounidenses bajo un paraguas.
Ese mismo año estuvo a punto de comprar Ford, pero le faltó dinero. La marca del óvalo azul pudo compartir agencias con Chevrolet.
En México, hoy bajo esta marca se venden la Captiva o el Aveo que están hechos muy lejos de Estados Unidos, en donde viven sus principales dueños, entre los que se encuentran los fondos de inversión de Warren Buffet y Larry Fink.
Ahora China es fuente de suministro de esos vehículos “americanos”. Lean el caso de la marca inglesa MG, nacida en Oxford, a hora y media de Londres, bajo el nombre de Morris Garages. Es más o menos la distancia entre la Ciudad de México y Puebla.
Actualmente, esta marca británica es presidida por Chen Hong y es propiedad de SAIC, una compañía bajo el poder de Shanghai Auto Industry Corporation (SAIC).
A decir del volumen de ventas, ambas compañías —GM y MG—, vuelven locos a los mexicanos. La primera coloca diariamente en México 332 automóviles hechos en China, en promedio; MG, 142.
De enero a abril, fueron comercializados en total 3 mil 439 autos diariamente en México, de ese universo, 646 fueron hechos en ese país asiático. Esa cifra ya casi representa una quinta parte o 20 por ciento del total. Apenas en 2018, esa participación fue del 4.1 por ciento.
Aveo, Captiva, Tornado, Groove, S10, Onix, Cavalier, Envision… son marcas de GM que ofrecen coches hechos en China expuestos en agencias mexicanas, de acuerdo con estadísticas de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Es la que más peso recarga en manufactura de ese país entre compañías que no tienen su origen en esa nación.
Chrysler trae de allá su Journey; Ford, Territory; BMW el iX3 y Peugeot, la marca Land Trek. Y hasta aquí, aún no hemos llegado a las marcas con origen en esa nación.
“China tuvo una respuesta más rápida de recuperación y con ello pudo tener esta salida para abastecer más rápido al mercado mexicano”, destacó Guillermo Rosales, en entrevista.
“Coincide con una estrategia de las marcas chinas de cada vez tener una presencia más globalizada. Las marcas de origen chino están inmersas en una circunstancia de expansión”, añadió quien es el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Las chinas, chinas
México se convirtió en el doceavo mercado en términos de ventas anualizadas de vehículos ligeros a nivel global, lo que atrajo marcas asiáticas no solo de China, sino también de India, Corea y Japón.
“La llegada de más marcas netamente chinas va a seguir ocurriendo, con ello un incremento en el total de la participación de mercado y en contrapartida una dilución de la participación del resto de los competidores”, anticipó el directivo.
Se trata de un fenómeno global en realidad, de acuerdo con Laura Malo Yague. “Definitivamente, hay más vehículos chinos que están llegando a países latinoamericanos como México, Brasil y Colombia, así como a otras regiones como Europa, el Sudeste Asiático, Australia o Japón”, dijo la asociada del equipo de Transporte Avanzado de BloombergNEF.
Motornation y Chirey atacan directamente con sus marcas. La primera, con Changan, JMC y BAIC; la segunda con Tiggo y Omoda y éstas, junto con MG, que también venden directamente sus productos al público, cuentan con una ventaja en Latinoamérica.
“El precio es uno de los principales factores, ya que los modelos de los fabricantes chinos pueden ser más competitivos en mercados de precios sensibles como México”, abundó Malo Yague.
Hasta abril, Chirey ya había vendido en México más de 12 mil automóviles, casi 50 por ciento más que en todo 2022. Motornation colocó 5 mil 847 vehículos. En los primeros cuatro meses de este año, acumuló 2 mil 700, detallan datos de la AMDA.
“En este 2023, las ventas mensuales ubican a México dentro del Top 5 de la familia Chirey International. Esto es una gran noticia para el país a nivel global, tras ser líderes de exportación en China por los últimos 20 años, así que para Chirey Motor México es un logro”, comentó en entrevista Bryan Wu, vicepresidente ejecutivo de la productora de vehículos.
Las empresas de origen chino parecen arraigarse en el país, amén de coincidir en sus agresivas estrategias comerciales de expansión, comentó José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
“Como asociación tenemos tres empresas chinas que se han afiliado con nosotros y vemos con interés el crecimiento que han tomado en el mercado”, advirtió Zozaya.
Y vienen los eléctricos…
A mitad de junio, la cadena de tiendas departamentales más emblemática de México, Liverpool, estableció un parteaguas en su historia al abrir en la zona del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, una agencia de vehículos eléctricos bajo la marca BYD.
La estrategia de introducción ya había sido presentada en marzo a inversionistas durante el “Liverpool Day”.
En esa ocasión, la empresa encabezada por Graciano Guichard dejó muy clara la meta recargada en dos de sus líderes: Charles Johnson, gerente general de boutiques y David García, director de la división automotriz: “BYD se convertirá en la marca número uno de vehículos eléctricos en México. Liverpool se convertirá en el vendedor número uno de coches eléctricos en el país”.
Esta empresa tradicional mexicana presume que BYD tiene el 19 por ciento del mercado global en esa categoría, contra el 12 por ciento de Tesla, que aparece en segundo lugar. Atención, que es solo una de las marcas chinas que ya ofrecen coches eléctricos al mercado mexicano.
“Los vehículos eléctricos de pasajeros fabricados por compañías automovilísticas chinas tienen un precio medio del 43 por ciento más barato que los fabricados por compañías automovilísticas estadounidenses”, explicó Malo Yague, de BloombergNEF.
Sin embargo, aclaró que en México todavía la disparidad de precios entre los vehículos eléctricos y los motores de combustión interna es modesta en relación con los principales mercados regionales estudiados en el informe de BloombergNEF sobre vehículos eléctricos en América Latina del año pasado.
En 2021, el vehículo eléctrico más barato vendido, el BEV JAC E 10X, era aún 1.5 veces más caro que el de motor de combustión interna más popular del país, resaltó Malo Yague para Businessweek México.
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