Bloomberg Businessweek

Esta empresa acecha para la regulación de la mariguana en México

La escena del cannabis legal en México está muerta, al menos por ahora, pero una compañía está haciendo un largo juego.

La máxima corte del país generó una gran expectativa en 2021 cuando permitió el consumo personal de mariguana con un permiso, lo que despertó el interés de inversionistas internacionales y locales, que esperaban que poco después llegara un proyecto de ley para legalizarla y regularla.

Dos años después, la legislación se ha desvanecido en el Congreso en medio de desacuerdos sobre los detalles. El Presidente Andrés Manuel López Obrador también se ha manifestado en contra de la venta legal de mariguana, calificándola de “inmoral” tras la decisión de la Corte. Para la mayoría de los inversionistas y empresarios, la esperanza se desvanece.

Xebra Brands Inc. es una empresa con sede en Vancouver que fabrica y vende bebidas con cannabis, como su limonada Vicious Citrus, así como aceites y cápsulas que contienen CBD, un ingrediente no psicoactivo de la mariguana que se comercializa para promover la relajación. Sus productos se venden en Canadá. Xebra estaba entre los que esperaban la regulación que abriría México al cannabis, dijo en una entrevista el jefe de Xebra en el país, Rodrigo Gallardo.

En medio del estancamiento, Xebra optó por adelantarse solicitando un permiso especial —a través de un amparo— para fabricar y vender productos de cáñamo. En México, esto incluye productos de cannabis con menos del 1 por ciento de THC, que es el principal ingrediente psicoactivo de la hierba. La empresa obtuvo la aprobación de la Suprema Corte a fines de 2021. Luego, en marzo, recibió la autorización formal del regulador sanitario de la nación.

Ambos pasos son hitos para el país. Y aunque son un gran avance para la empresa, “aún queda mucho camino por recorrer”, advirtió Gallardo.

Xebra acaba de firmar un acuerdo de dos años con la Universidad Autónoma Chapingo para plantar este año sus primeras semillas en un invernadero de 2 mil 500 metros cuadrados. Las semillas se importarán de California, pero como la normativa no se ha puesto al día con el permiso judicial de Xebra, la empresa necesita una autorización por separado de la Secretaría de Economía de México para poder traerlas a través de la frontera.

Gallardo calcula que ello tardará entre dos y seis meses. Cuando lleguen las semillas, Xebra se propone realizar uno o dos cultivos de prueba, lo que probablemente llevará otros siete meses. Sólo entonces, Xebra empezará a extraer CBD de las plantas. Su objetivo no es producir mucho al principio.

“No traemos el business plan de 100 mil botellas de CBD porque sería muy ambicioso y nos quedaríamos cortos”, dijo Gallardo. En un principio, la empresa planea fabricar y vender cremas, aceites y cosméticos a base de CBD.

Xebra es muy consciente de que existe un enorme mercado ilícito de productos de CBD en México. Destacar entre ellos representa un reto inicial.

“Claramente estamos en una desventaja”, dice Gallardo. Pero, al igual que en Nueva York, espera que las autoridades acaben persiguiendo los productos sin licencia en tiendas especializadas, conocidas como smoke shops, y puestos en centros comerciales que no cumplan lo que él cree que serán estrictas normas de funcionamiento.

Los obstáculos a los que se enfrenta Xebra en México reflejan en muchos aspectos los que afrontan las empresas legales de cannabis en Nueva York y California, donde el mercado ilícito y los vendedores sin licencia han crecido rápidamente y han perjudicado a los negocios legales.

“Las ambiciones de Xebra en México se limitarán al CBD de productos de cáñamo hasta que el país se legalice por completo”, dijo Gallardo. Pero cuando se aprueben nuevas leyes, la empresa estará bien posicionada para girar hacia el negocio más rentable de la venta de cannabis.

Cuándo ocurrirá eso es una incógnita. Gallardo no lo espera antes de que termine el sexenio de López Obrador, en 2024. Tampoco hay muchas esperanzas para la próxima administración, “sea quien sea”, dijo. Pero la empresa promete esperar a que pase la inercia del país.

“No ha habido voluntad política para poder mover la agenda canábica en México. Es un tema muy controversial. Simplemente la palabra cannabis le enchina la piel a mucha gente por toda la violencia que se ha generado pero no podemos seguir poniéndonos una venda en los ojos”.

Lee la edición más reciente de Businessweek México:

También lee: