Mónica González es supervisora en una farmacéutica en la Ciudad de México, pasó la pandemia trabajando desde casa, pero desde 2021 regresó solo por un día a la oficina; su jefa directa le indicó que la instrucción se debía a que requerían un mayor trabajo en equipo y mejorar la comunicación en la oficina. Eso no ha sucedido.
“Tenemos que ir para convivir y tener juntas que bien pueden ser en Zoom. A veces paso todo el día haciendo lo mismo que en casa pero invierto más tiempo de desplazamiento”, dice González, quien es Química Farmacéutica y se dedica a hacer auditorías de medicamentos, todo desde la computadora, pues da seguimiento a los reportes de personal que está in situ en las bodegas del grupo.
Vive al norte de la Zona Metropolitana, en Tlalnepantla, por lo que a su trabajo en la colonia Narvarte, a 26 kilómetros de distancia aproximadamente, y el tráfico de la hora pico, hacen que el trayecto dure casi 2 horas. La pandemia le trajo equilibrio de vida con el home office. “El tiempo que me ahorro en el traslado en auto lo dedico a hacer ejercicio y eso no lo podría lograr sin el home office”, afirma.
Sin embargo, la publicación del pasado 8 de junio de la Norma Oficial Mexicana 037 en materia de teletrabajo, también llamado home office, le cambiaría el panorama a ella y a unos 13 millones de personas que trabajan en esa modalidad. La norma, que entrará en vigor en diciembre, aplica para cualquier empleo en el que la persona lleve a cabo por lo menos el 40 por ciento de sus actividades desde casa con el fin de establecer condiciones de seguridad y salud en este modelo laboral.
El impacto será para bien: con los beneficios de la Ley, no obstante, las empresas podrían regresar a sus colaboradores a la oficina, o en dado caso, optarían por un esquema híbrido. “El problema estriba en que la regulación del home office representa una carga económica adicional para los patrones, quienes en un intento por lograr ahorros podrían tratar de evitar conceder esta prestación a los empleados, o de plano buscarían evadir los gastos que implica la regulación, permitiendo el trabajo híbrido, pero sin rebasar el 40 por ciento del tiempo en casa”, reconoció Héctor Márquez, presidente de la comisión de Capital Humano de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Para Márquez, la modalidad de trabajo híbrido es una opción para evitar la NOM-037. “Sí se están dando ya esas modalidades de trabajo híbrido, para no caer dentro de la reglamentación del teletrabajo, pero aun así el trabajar uno o dos días en casa, o por las mañanas en la oficina y algunas tardes en el hogar, sin rebasar el 40 por ciento del tiempo, ayuda al empleado porque obtiene flexibilidad para que pueda atender más cosas al mismo tiempo”.
Por su parte, Sergio Porragas, director de Operaciones de la plataforma de búsqueda de empleo OCCMundial, subrayó que en una encuesta que realizaron en junio reportó que 37 por ciento de los trabajadores estima que la NOM-037 disminuirá el home office “porque las obligaciones que se establecieron para los empleadores representan un gasto que no querrán pagar”.
Las responsabilidades del empleador son brindar de herramientas necesarias (silla ergonómica, parte proporcional del pago por el servicio de internet y electricidad, computadora, impresora, tinta), derecho a la desconexión, condiciones adecuadas de iluminación y ventilación, así como la organización de reuniones presenciales para evitar el aislamiento del colaborador.
Carlos Ferrán, coordinador de la Comisión de Derecho Laboral, del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, afirmó que observa una gran mayoría de empresas que están buscando regresar de tiempo completo a la oficina, con la complejidad que implica solicitar a la gente que retorne después de estar mucho tiempo en casa o de manera híbrida.
“Sí considero que tanto la legislación, como la NOM-037, que tienen muy buenas intenciones, pueden llevar a las empresas a evitar que sus colaboradores laboren más del 40 por ciento del tiempo en su casa (para no asumir los costos económicos de apoyarlos) y simplemente quedarse con un esquema híbrido”, asintió.
Ferrán considera que a pesar de lo necesaria que era la NOM-037, sigue habiendo desincentivos de costos para aplicarla. De repente las empresas prefieren decir, un día de home office y los demás en la oficina o buscar esquemas híbridos que no lleguen al 40 por ciento.
“Es una posibilidad y considero que además la ley y la norma siguen dejando espacio a la interpretación”, agregó Ferrán. Lorenzo Roel, presidente de la Comisión Laboral del Consejo Coordinador Empresarial, reconoció que hay algunos especialistas que han señalado que las empresas no van aplicar el teletrabajo para evitar costos, pero al final de cuentas lo que les interesa actualmente es conservar a los colaboradores.
¿Qué tan listas están las empresas?
El estudio Retos y Oportunidades en materia Laboral para 2023, del despacho Sánchez Devanny, en donde entrevistaron a 111 tomadores de decisión de empresas mexicanas, reportó que únicamente un 25 por ciento aseguró que ha hecho ajustes para permitir el teletrabajo en sus compañías… esto implicaría que un 75 por ciento de empresas no se estaría preparando para el teletrabajo.
Modelo híbrido, la opción Héctor Márquez, de la Coparmex, señala que hay un punto medio en formato laboral que es el híbrido y destaca la flexibilidad que brinda. “Esta parte de que sea híbrido permite esa flexibilidad de que no a fuerza se le aplique la NOM-037, pero sí obtener en parte esa productividad trabajando desde casa”, abundó Márquez.
Es por ello que el 27 por ciento de los mexicanos trabajan bajo este formato, mientras que el 24 por ciento totalmente de forma remota y el 40 por ciento de manera presencial, señala Madalina Secareanu, gerente sénior de comunicaciones corporativas en Indeed para Canadá y América Latina, citando una encuesta de la plataforma en febrero de este año.
“Les preguntamos que tras la experiencia, qué prefieren, ¿trabajar en casa o en una oficina? A lo que 7 de cada 10 personas respondió que prefieren trabajar de forma híbrida”, añadió Sergio Porragas, sobre un estudio de OCCMundial sobre el home office en México.
Home office no es para todos
Mónica Flores, presidente de ManpowerGroup LATAM, señaló que lo patrones seguramente estarán analizando otorgar facilidades a los empleados para desarrollar su trabajo, ya que a las empresas les importa mucho retener al talento, pero si bien el teletrabajo es una tendencia que llegó para quedarse, no es para todos.
“No todas las empresas están abiertas a esta modalidad; no todas las empresas pueden y, dentro de las empresas que sí pueden, no todas las posiciones tienen posibilidad de implementarse”, recalcó.
“Hay áreas como recepción, atención al cliente, ventas, que forzosamente demandan estar en presencia en la oficina; en tanto, hay posiciones más administrativas, contabilidad y recursos humanos en las cuales sea más fácil para la persona trabajar de manera remota”, precisó.
Pero hay actividades que no pueden hacer trabajo remoto: las pequeñas tiendas o los changarros, las tiendas de autoservicio, las tiendas departamentales, los hospitales, quienes están en logística o en las plantas manufactureras. Explicó que la tercera encuesta que hizo el Inegi sobre el impacto del Covid-19 en las empresas (ECOVID-IE) en 2021 en un universo de un millón 873 mil 564 negocios en el país, mostró que a nivel nacional sólo 5.7 por ciento de las compañías contempla la modalidad del home office como alternativa permanente para sus colaboradores.
“La encuesta señaló que las empresas grandes en un 30.4 por ciento adoptaran el home office de manera permanente, las PYMES en un 10.8 por ciento y microempresas en un 5.1 por ciento”, precisó Mónica.
¿Qué pasa en el sector público?
Algunas dependencias como Hacienda o la Propia Secretaría del Trabajo, o en la Condusef y el Inegi, algunos colaboradores probaron este esquema durante la crisis sanitaria. En algunas regresaron 100 por ciento a las oficinas, como en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en Hacienda y Condusef.
En el Inegi, la Cofece e Ifetel algunos empleados hacen trabajo híbrido en las áreas cuyas actividades lo permiten, pero en donde no es posible, tienen que ir el 100 por ciento del tiempo a la oficina. El coordinador de cada área decide cómo organizar el trabajo. En algunos casos, como el Inegi, lo máximo que permiten son 2 días en casa y tres en oficina.
Las ventajas
Jorge Alvarado Cordero, quien es integrante de la Comisión Técnica, Sector Empresarial del Colegio de Contadores Públicos de México, advirtió que la modalidad del teletrabajo será disruptiva también para las empresas, ya que muchas de ellas deberán rediseñar su modelo de negocios, pero en esta reestructura muchas podrían obtener importantes ahorros de recursos.
“Por ejemplo, una empresa que rentaba cinco pisos para su personal y ahora con el home office ya solo ocupará 3 pisos, si los rentaba se ahorrará el costo de dos pisos y si es la propietaria del edificio podría rentar esos pisos sobrantes o poner otro negocio”.
Obviamente depende de la actividad de la empresa, hay algunas que por su giro no podrán permitir el teletrabajo. “Pero considero que el teletrabajo sí es un esquema que a mucho personal administrativo les vino a beneficiar, porque hay muchos empleados que tardaban en el transporte hasta dos horas en llegar a su fuente de trabajo”, enfatizó.
Oficinas flexibles, las favoritas
Las oficinas flexibles y el coworking se convirtieron en aliados de grandes corporativos, empresas tecnológicas, de servicios y hasta nuevas firmas que llegan con el nearshoring para migrar al trabajo híbrido durante la pandemia y ahora también para ayudar a implementar la NOM-037.
Esta nueva norma busca generar condiciones de salud y seguridad para los colaboradores, lo que ha impulsado la demanda de espacios y servicios de coworking en todo el país. Isaac Carreón, socio fundador de la Asociación Mexicana de Coworking y Espacios Flexibles (Amxco) dijo, en entrevista con Businessweek México, que la aplicación de la norma por parte de las autoridades mexicanas junto a las empresas ayudará a crear un clima laboral más sano y apto para la nueva realidad del trabajo híbrido.
“Los espacios flexibles somos una herramienta para el cumplimiento de esta norma por parte del patrón y del trabajador, si bien la norma tiene muchísimos detalles, el detonador de este cumplimiento es generar evidencia de este cumplimiento. El patrón está obligado a darle a las personas que deciden tener más del 40 por ciento de su tiempo de trabajo fuera de la instalación, asegurarse de que cumpla con la seguridad de las TIC, así como de la salud”, dijo.
Agregó que más allá de solo proporcionar mobiliario, espacios adecuados de trabajo y servicios a los trabajadores, las empresas están preocupadas por encontrar sistemas seguros de conexión privada (Virtual Private Network o VPN en inglés), para no ser víctimas de ciberataques, robo de información o vulnerabilidades tanto para el trabajador como la empresa, lo que podría hacer que decidan regresarlos a las oficinas tradicionales.
Migran al flex office
Con el trabajo híbrido, la migración de nómadas digitales y ahora la regulación del teletrabajo, la ocupación de coworkings, oficinas flexibles y espacios de trabajo temporales, han ganado mayor popularidad en grandes corporativos.
“Bitso se fue cien por ciento a home office y para el cumplimiento de la norma federal de teletrabajo, le envió a sus empleados membresías de coworking, el que ellos quisieran elegir. La segunda empresa también mexicana, Frog Design, una compañía de diseño que pertenece a Capgemini Invent, un consorcio mundial de tecnología, apostó 100 por ciento a trabajar en home office”, comentó.
WeWork, el gigante de oficinas flexibles para coworking en el mundo, tiene la apuesta directa al trabajo híbrido. “Recordemos que la NOM-037 en lo que respecta al trabajo híbrido no significa trabajo en casa, significa la oportunidad del colaborador de elegir diferentes lugares de trabajo. Hemos visto que nuestro producto flexible de All Access ha sido fundamental para que la empresa sea inclusiva en las propuestas de entregar estos bonos de oficina, para ir a la oficina principal o dirigirse a cualquiera de los edificios”, dijo Karen Scarpetta, directora regional Latam de WeWork.
Agregó que muchas empresas buscan en WeWork esquemas flexibles como el 2x3, tres días en oficinas de la marca y dos presenciales, mientras que otras compañías han migrado de forma completa al trabajo remoto o de modelos rotativos.
“Esa rotación a través del uso del producto All Access de WeWork, donde los trabajadores pueden utilizar cualquier ubicación de la firma en el mundo, también genera una tendencia donde se está hablando de un modelo donde la mitad del equipo está en un solo lugar a la vez y la otra mitad está decidiendo de manera libre cuál es el WeWork que le queda más cerca”, agregó.
La industria del coworking confía en que la tendencia del trabajo híbrido continuará y seguirán apoyando en la transición. “En cuanto a la NOM-037, respecto al home office y todo lo que se viene, como empresa estamos muy a favor de que las personas puedan tener un esquema de trabajo híbrido en el cual puedan trabajar desde su casa, desde la oficina y puedan mezclarlo de forma exitosa, poder permitir a los empleados trabajar donde sean más productivos”, destacó Andrés Sanjuán, CEO de IWG México, dueño de marcas como Regus y Spaces.
—Por Fernando Navarrete
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