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Inteligencia Artificial: arma de doble filo en las campañas

Expertos y consultores políticos destacan la importancia de la Inteligencia Artificial en un proceso electoral, aunque advierten que el foco rojo puede estar centrado en las campañas de desprestigio.

IA en las campañas

En medio de la revolución tecnológica, una de las grandes invitadas a jugar en el actual proceso electoral de México es la Inteligencia Artificial (IA), y aunque desde hace varios meses ya está presente, en algunos casos es imperceptible.

Apostando a que en el voto ciudadano intervienen más las emociones que el razonamiento, la IA es un gran recurso utilizado en las campañas políticas, para lo bueno… y también para lo malo.

El próximo 2 de junio, México celebrará las elecciones más grandes de su historia: alrededor de 100 millones de mexicanos podrán emitir su voto. Ese día se elige al presidente de la República, gobernador en 8 entidades, jefe de gobierno de la Ciudad de México, además de diputados locales y federales, senadores y otros cargos en Ayuntamientos y Alcaldías, sumando 19 mil cargos.

En este contexto, consultores políticos y expertos en la materia, coinciden en que la IA es una gran herramienta para las campañas electorales que puede potencializar el juego electoral, para lo bueno y lo malo, convirtiéndose en un arma de doble filo.


El CEO de Merkamorfosis y estratega político internacional, Marco Sifuentes, asegura que la IA ya está en todos los procesos electorales y en toda actividad humana.

“Hace apenas unos años, la gente decía que la Inteligencia Artificial podía construir edificaciones, máquinas, pero que no podía crear… alguien se puso a probar y se dio cuenta que la IA es capaz de componer una melodía, una pieza para una orquesta sinfónica como lo hubiera hecho Mozart, como lo hubiera hecho Beethoven, con esa misma calidad”, advierte Sifuentes.

Para el estratega, el gran reto y en quién se debe poner la lupa, no es tanto en la Inteligencia Artificial, sino en los gobiernos, quienes deben trabajar para evitar el asedio y el abuso de la información que está en la nube.

“Hoy los grandes corporativos son Google, Facebook, Meta, quienes producen los aparatos para que esto sea posible, todos ellos tienen acceso a nuestros datos, porque si quieres acceder a cualquier plataforma te dicen: ‘nosotros manejamos cookies, dale aceptar’ y no hay la opción de no aceptar. Entonces los gobiernos deberán trabajar (la regulación) para evitar ese asedio y ese abuso que se da sobre la información”, considera.


Vinicius Covas, consultor internacional de marketing y doctor en comunicación, opina que la IA se va a desglosar en dos partes de la historia: el positivo y el negativo.

“Por un lado puede ayudar a promover la democracia, ser un facilitador de la compresión de las necesidades y motivaciones de las sociedades y así generar un mapa de la opinión pública para que los líderes políticos puedan llegar a un consenso social”.

Sin embargo, en el lado negativo están las “falsas verdades”, lo que llamamos los deepfake, que es la creación y distribución de contenidos ya sea en video, imagen o audio que simula la apariencia y el sonido de una persona real.

Daniel Ivoskus, consultor político y presidente de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, pide no tenerle miedo a la IA, sino comprenderla, y advierte a los políticos, ciudadanos y medios de comunicación que el foco rojo puede estar centrado en campañas de desprestigio o en la desestabilización de un gobierno.

El también analista, consultor político y presidente de Núcleo Comunicaciones, Roberto Morris, afirma que se debe derribar el mito: la IA no desplazará ningún trabajo humano.

“Hasta el momento, no se ha desarrollado un programa con la suficiente creatividad como la de un humano para poder crear una campaña que combata las mentiras”.

El impacto en las campañas

Con respecto a si la IA puede determinar el resultado de una elección, los expertos difieren, Marco Sifuentes afirma que la Inteligencia Artificial ya incide en las elecciones.

“Ya tenemos por el antecedente de Donald Trump, cuando generaba ciertas piezas de comunicación y las enrutaba de acuerdo a los perfiles. Hay escándalos como el de Cambridge Analytica y muchos temas donde esto ya se ha jugado en otras canchas, y creo que México tampoco es la excepción donde la Inteligencia Artificial por supuesto que incide, por supuesto que puede ser una aliada, por supuesto que puede ser también perniciosa en la medida en cómo se utiliza”, opina.

Roberto Morris afirma que la IA va a incidir en la manera en la que se hacen las campañas, es decir, desde la interpretación de datos y como uso de herramienta, pero en un nivel definitorio, lo ve poco probable.

“Yo creo que si se usa responsablemente puede ayudar a hacer mejor nuestro trabajo, y me refiero a entender mejor las necesidades del electorado para generar mensajes y políticas públicas de acuerdo a sus necesidades y la demanda, ir más allá de la intuición y tener mejores datos en menos tiempo y menores costos”, comenta.

Vinicius Covas considera que la IA podría incidir indirectamente en un resultado electoral, pero no por sí sola, sino como resultado de un manejo nocivo, por ejemplo, con quienes hagan deepfakes, porque así se pueden impactar las verdades y maniobrar la opinión pública.

Mientras que Daniel Ivosku considera que la IA aplicada negativamente no impacta en el resultado de una campaña electoral: “Si hay una campaña sucia en contra de un candidato, es importante tener a un equipo bien preparado para responder a ella”.

¿La IA es indispensable?

Sifuentes, CEO de Merkamorfosis, explica que quien no use la Inteligencia Artificial en sus campañas políticas y en general en la vida, va a pagar las consecuencias.

“Lo tienen que hacer porque lo tienen que hacer. Es como cuando llegó el microondas a la sociedad americana, ¿quién no va a usarlo?; si llegó la tecnología led, ¿quién no va a usar la tecnología led?; si llegó el primer ordenador, ¿cómo no utilizarlo?; si llegó el primer aparato de telefonía móvil, ¿cómo no vas a utilizarlo?”.

Explica que cuando Steve Jobs creó el iPhone, muchas personas lo cuestionaron porque el modelo no tenía teclas; sin embargo, ahora es hasta una herramienta para muchas personas.

“Entonces no es una opción, es una realidad y el que se quede atrás pagará las consecuencias, siempre que llega una innovación, el que se quede atrás queda fuera totalmente del mercado, y en este tema de la política, también aplica con la Inteligencia Artificial”, dice.

Morris, presidente de Núcleo Comunicaciones, considera que aún no es indispensable el uso de la Inteligencia Artificial, pues no se sabe bien cómo evolucionará para otros usos.

“Ahorita ya se puede usar para unas cosas, para otras no tanto, pero yo creo que esto es una tendencia que va a ir creciendo y no tiene sentido intentar evitarlo, sino regular y saber cómo utilizarla eficiente y éticamente, y aunque aún no es indispensable, sí ayuda mucho”, detalla.

Covas, consultor internacional de marketing, menciona que al día de hoy, el uso de la IA no es indispensable en las campañas políticas, aunque simplifica todos los procesos asociados al lanzamiento de una candidatura.

“La novedad de este fenómeno puede llevar a malinterpretaciones por parte de las audiencias. La Inteligencia Artificial ha sido criticada, en parte, por el mal uso de individuos malintencionados y, debido a la falta de una comprensión completa sobre este fenómeno emergente, su empleo en contextos políticos podría generar percepciones negativas hacia un candidato. Más allá de la capacidad para manejar innovaciones, lo crucial es cómo se comunica su uso”, dice.

Añade que se requiere de una estrategia cuidadosa y un manejo delicado de tecnología, asegurándose que su uso sea percibido de manera positiva y beneficie la campaña, pues actualmente la IA enfrenta numerosos prejuicios de percepción respecto a su valor.

“Los candidatos que logren incorporar la IA de manera estratégica en sus campañas pueden lograr una diferenciación significativa y posicionarse de manera inteligente ante sus electores”, asevera.

¿Más baratas las campañas?

Los expertos coinciden en que es más barato usar la IA en campañas políticas, aunque no es más asertivo.

“Se pueden acortar costos en actividades en las que antes se pagaba mucho como los monitoreos, procesamiento de datos. La creación de videos que antes llevaban más de cinco días crear, ahora en menos de cinco minutos, con una aplicación en el celular, ya se logra. Para mí lo creativo, lo estratégico, sigue siendo algo que hay que buscar en los recursos humanos para hacer esas tareas”, opina Morris.

Vinicius Covas afirma que la IA no sólo ayuda a que sean más económicas las campañas políticas, sino las de publicidad, comunicación y marketing, dominando el uso de las herramientas que se brindan, porque ayuda a procesar los datos de segmentación, predicción y análisis en general.

“Detrás de toda Inteligencia Artificial debe de estar un humano con capacidades de gestionar toda esa tecnología a favor del fin último. La asertividad estará entre el humano, la tecnología y la capacidad de su uso”.

Sifuentes señala que el principal problema para que la IA no cumpla con este requisito, es que aún no es capaz de empatizar, de interpretar sentimientos, de sentir el dolor ajeno.

“La Inteligencia Artificial puede traducir datos, puede buscar cierta empatía en la decodificación de sentimientos, claro que lo puede hacer, pero no lo va a poder hacer de manera tan natural como lo puede hacer el ser humano, entonces creo que la Inteligencia Artificial es para facilitar los procesos, para que nos dé algunos modelos, borradores, pero hoy por hoy seguimos enmendando la plana y no al revés”, detalla.

Las redes sociales

Los consultores coinciden en que la utilización y consumo de la IA en campañas o entornos que tienen que ver con la política, es responsabilidad de todos y recomiendan a los ciudadanos leer más, buscar fuentes confiables de información.

Además de revisar los contenidos que ven y comparten en las redes sociales, porque de esta manera evitan esparcir las llamadas fake news.

Claudia Del Pozo, fundadora y directora de Eon Institute, recomienda cuestionar todo lo que se expone en redes sociales, y lo que comparten en ellas, pues en la era de la post verdad “se nos vuelve más difícil discernir qué es real y qué no lo es”.

En la actualidad, añade la experta, se debe tener cuidado con la información que se comparte, como rostros, voces al hacer un video, los lugares que se visitan, pues pueden ser utilizados para crear deepfakes.

Sifuentes explica que es importante el papel que han adquirido las redes sociales porque democratizan la comunicación, pues los estudios de opinión que antes eran exclusivos para los partidos y para los lectores de ciertos medios de comunicación, ahora están al acceso de todos.

“Para bien o para mal hoy todos tenemos acceso a mucho contenido, hay acceso a mucha información, y una gran cantidad es información basura. Hoy las notas son de 10 segundos, y en esos 10 segundos se puede instalar una narrativa, se puede desprestigiar a una persona”, asegura.

Recuerda el caso en el que decían que Hillary Clinton se reunía con unos brujos y comía niños “y parece increíble y paradójicamente que mientras más estúpida y absurda es la información, es más creíble, y mientras más certera, más verosímil, más verdadera sea la información, encuentra mayor rechazo”.

“El hecho de que se esté usando la Inteligencia Artificial, es algo esperanzador si se sabe aprovechar. El día de mañana el ser humano podrá tener más tiempo para cultivar su cuerpo, su mente y su alma, mientras las máquinas nos dan de comer, nos sirven y nos atienden, puede que con esto se acabe la desigualdad de alguna manera o sea otro tipo de desigualdad a la que hoy sufrimos en nuestros países”, dice Sifuentes.

Morris recomienda a los candidatos y partidos políticos a tener una conciencia ética al usar la IA, porque si la usan para crear campañas negativas o mentiras, puede que los ciudadanos lo crean una vez, pero cuando se pierde la confianza no vuelve: “puedes perder mucho público por querer hacer una ‘chamaqueada’”.

“El antídoto perfecto contra los malos usos de la Inteligencia Artificial es utilizar nuestra inteligencia natural, desarrollar un sentido crítico, juicioso y contextual”, recomienda Vinicius Covas. Añade que se debe de cuestionar y comprender su entorno “deben ser críticos y cuestionar la fiabilidad y la intención que hay detrás de la información que consumimos”.

Al uso y consumo de la Inteligencia Artificial le falta mucho camino, y la discusión de su utilización seguirá prevaleciendo en los diferentes ámbitos. Se espera que las campañas electorales sean el mejor ejemplo del aprovechamiento de la tecnología, coinciden los expertos.

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