Bloomberg Businessweek

Así se frena una ciudad (y un país) con trámites

La cruzada contra la corrupción en la capital ha detenido tanto al sector de la construcción, que se ha vuelto un riesgo para la economía.

"Todos venden menos, nadie invierte en el sector"

La actividad de la construcción en la Ciudad de México se detuvo este año a medida que el combate a la corrupción surge como un freno para el crecimiento económico nacional.

La alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, una aliada cercana del presidente Andrés Manuel López Obrador, está buscando eliminar posibles irregularidades en la zonificación, el uso del suelo y el otorgamiento de proyectos. Como resultado, su administración ha reducido drásticamente los permisos de construcción en una ciudad que juega un papel muy relevante en la economía de la nación.

El escrutinio adicional sobre los proyectos, cuyos defensores afirman que están muy retrasados, está teniendo el efecto no deseado de reducir el crecimiento económico en la capital, la zona más rica de todo el país.

La actividad local de construcción cayó casi un 17 por ciento en mayo, la mayor proporción desde diciembre de 2015, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Y la debilidad se está propagando hacia el crecimiento nacional en un momento en que la economía emerge como una fuente de decepción con López Obrador en su primer año en la presidencia.

"Esto es lo que identificamos como uno de los factores más importantes en el contexto de lo que ha estado sucediendo con el crecimiento este año", señaló Juan Carlos Alderete, economista de Grupo Financiero Banorte SAB. "Es solo un sector en una ciudad, pero no es pequeño en absoluto".

La caída de la construcción únicamente en la Ciudad de México ya ha borrado 0.18 puntos porcentuales del crecimiento del producto interno bruto de México y podría quitar hasta 0.3 puntos porcentuales durante todo el año, explicó Alderete. Es un golpe significativo para una economía que se espera que crezca solo 0.5 por ciento este año, según estimaciones compiladas por Bloomberg. El objetivo de López Obrador para el crecimiento anual promedio durante su mandato de seis años es del 4 por ciento.

En pausa

En junio, la autoridad de vivienda de la Ciudad de México, conocida como Seduvi, anunció que estaba revisando alrededor de 200 proyectos de construcción, desde edificios de apartamentos hasta torres de oficinas, para cumplir con las regulaciones actuales.

"Esto generó un impasse que nos preocupa", mencionó Armando Díaz, jefe de la Cámara de Comercio de la Industria de la Construcción en la Ciudad de México.

"Esto va a tener un impacto en nuevos proyectos e inversiones para el próximo año".

Seduvi ha resuelto el 92 por ciento de las 245 revisiones que realizó, comentó una portavoz en respuesta a cuestionamientos sobre el tema. De ellos, 121 proyectos fueron aprobados y el resto fue denegado porque carecían de algunos servicios o aprobaciones de otras instancias gubernamentales. Todos ellos podrán modificar sus proyectos y volver a solicitar los permisos, dijo Seduvi.

La gran mayoría de los proyectos que se han detenido para revisiones, y otros que han sido clausurados en definitiva, se concentran en alcaldías con una actividad económica importante o que presentan una demanda de vivienda que no ha sido satisfecha en varios años.

La alcaldía Miguel Hidalgo, que abarca Polanco, uno de los centros económicos más importantes de la capital y el país, registró al menos 61 proyectos de construcción suspendidos, en tanto que Benito Juárez, una de las alcaldías con fuerte demanda de vivienda y con peso en la economía local, sumaba hasta el cierre de mayo 209 proyectos.

En términos de las clausuras, la alcaldía Álvaro Obregón registraba 69 locaciones, Benito Juárez 40 y Cuauhtémoc, que abarca el centro de la ciudad y Paseo de la Reforma, otros 26.

La autoridad de vivienda "mantiene su compromiso de garantizar que el crecimiento de la ciudad se realice de manera ordenada y respetando los programas de desarrollo urbano", apuntó Seduvi. La administración de Sheinbaum se centra especialmente en tomar medidas enérgicas contra los desarrollos que están construyendo más pisos de los permitidos y aquellos que estaban comprometiendo el acceso al agua para las comunidades adyacentes.

La construcción de oficinas en la Ciudad de México también está padeciendo fuertemente las políticas del gobierno de Sheinbaum.

De acuerdo con Solili, una de las plataformas inmobiliarias más grandes del país, durante el tercer trimestre de 2019 la construcción de espacios de oficinas en la capital se desaceleró 15.6 por ciento respecto del segundo trimestre del año, y casi 13 por ciento comparado con el periodo julio-septiembre del año pasado. La firma asegura que este revés de la construcción es consecuencia directa de las medidas adoptadas por el gobierno local de revisar minuciosamente los permisos.

La plataforma destacó en un reporte que la demanda por los espacios de oficinas se ha mantenido más o menos constante en los últimos años, por lo que la creación de nuevos espacios es vital para poder satisfacer esa necesidad en el futuro.

Según Solili, la situación de la capital del país contrasta con la de otras urbes, como Monterrey, en donde el mercado de oficinas presenta ya signos de sobreoferta o Puebla, ciudad que espera un crecimiento sostenido para los próximos tres años.

Inversión congelada

La desaceleración burocrática no viene únicamente de Seduvi, dice José García, cofundador de Inmobiliaria LS, una firma de arquitectura y desarrollo. Cinco de los 20 proyectos actuales de su empresa están en pausa debido a demoras en los permisos y trámites con otras autoridades locales y federales.

"Todos están vendiendo menos, produciendo menos y nadie está invirtiendo en el sector", señaló en su oficina en la Ciudad de México. "La inversión acaba de detenerse. Hubo un gran mercado de personas que compraron apartamentos para alquilarlos, y pagaron la hipoteca o parte de ella con el alquiler, e incluso eso se detuvo".

La pausa en la construcción tendrá efectos en los próximos años, añadió García. La Ciudad de México ya estaba atrasada en la cantidad de viviendas que tuvo que construir para satisfacer la demanda a largo plazo.

Compradores nerviosos

En el corto plazo, la incertidumbre sobre las políticas económicas de López Obrador está empeorando la situación al ahuyentar a los posibles compradores de vivienda, dijo Enrique Téllez, jefe de la Asociación de Desarrolladores de Bienes Raíces de México. "Tenemos muchas personas que nos dicen que están mejor alquilando porque temen no tener trabajo mañana si la economía se estanca", dijo.

Sentada bajo una sombrilla que la cubre del sol de mediodía, Raquel, una vendedora de bienes raíces en la zona de la colonia Nápoles, en Benito Juárez, confirma por experiencia propia que son cada vez menos quienes se acercan para una compra de una vivienda este año.

"Hay preocupación, sí, sobre todo porque no hay muchas personas que se avienten el reto de adquirir una propiedad de más de 3 millones de pesos, que es el promedio de la zona", mencionó mirando la torre en obra negra a sus espaldas. "En años anteriores, para esta etapa de la construcción del edificio, ya habíamos vendido casi todas las unidades".

Por ahora, añadió Raquel, solo tiene dos compradores más o menos firmes para adquirir alguno de los departamentos. Unos son una pareja de jubilados que planean comprar una propiedad como forma de inversión. El otro es un profesionista de mediana edad, quien ha tratado de regatear varias veces el precio de la unidad para poder adquirirla.

Del lado de los inversores, la confianza se ha debilitado en medio de varios movimientos presidenciales de alto perfil, como la suspensión de López Obrador a las asociaciones privadas para Petróleos Mexicanos (Pemex) y su disputa con las empresas de gasoductos.

Quizás lo más significativo es la cancelación del proyecto aeroportuario de 13 mil millones de dólares para la Ciudad de México, a pesar de que fue parcialmente construido. La razón: la presunta corrupción encontrada en los contratos de construcción.

A nivel de los constructores más pequeños, el gobierno local se está volviendo más receptivo, ya que ha establecido mesas de negociación desde julio para examinar el papeleo, mencionó Téllez.

Existe la esperanza de que el flujo de permisos de construcción se normalice a fin de año, pero eso no significará que todo volverá a la normalidad de inmediato.

"Reiniciar toda la maquinaria es complicado y está sucediendo lentamente", dijo. "Pero aún tenemos que descubrir cómo estimular la inversión en bienes raíces. Necesitamos señales positivas de que la economía nacional va a crecer nuevamente".

Con información de Gonzalo Soto*

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