Tatiana Clouthier, diputada federal y exjefa de campaña del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, puso lo que hoy serían mil 500 pesos en una cuenta de ahorro para su hija María, que en aquel entonces tenía 10 años. Meses después llegó una actualización con su nuevo saldo: cero.
"Mamá, ¿por qué se llevaron mi dinero?". Clouthier recuerda que respondió a su hija de la mejor manera que pudo: "Porque te están cobrando cargos por quién sabe qué".
Los bancos probablemente hicieron enojar la madre equivocada. Casi una década después, Clouthier está entre las legisladoras más poderosas del partido de López Obrador. Y ahora ella respalda una propuesta que está poniendo nerviosos a los mercados financieros, la cual quiere eliminar diversas comisiones que cobra la banca.
Las altas comisiones son un problema tanto para la economía mexicana como para los clientes de los bancos. ¿Cómo se refleja esto? En el bajo nivel de préstamos a hogares y negocios, uno de los principales motores de crecimiento económico.
Los préstamos han sido moderados desde la crisis de 1994, cuando el peso se devaluó y provocó fuga de capitales. Los bancos internacionales que operan en México normalmente obtienen una tercera parte del total de sus ganancias locales por el cobro de comisiones y tarifas, de acuerdo con la Condusef, en comparación con una quinta parte en sus mercados de origen, donde hay más ingresos por intereses a los préstamos.
'Zona de confort'
"Los bancos simplemente están actuando en su zona de confort", dice José de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, en la Ciudad de México. "No llevan a cabo la función de otros bancos en el mundo, que es ser intermediarios entre los ahorros y las necesidades de una economía".
El cliente puede notar la zona de confort de los bancos en, por ejemplo, una comisión del equivalente a 47 dólares por un cheque sin fondos. Eso es lo que cobra la unidad de Citigroup en México (Citibanamex); mientras tanto, en Estados Unidos, donde sus ganancias promedio son cuatro veces mayores, Citi cobra 34 dólares.
Citi otorga 4 por ciento de sus préstamos en México, pero obtiene entre 15 y 30 por ciento de los ingresos de la banca de consumo.
En una respuesta escrita, Citibanamex dijo que las comparaciones de comisiones no son justas. Añadió que el cargo de 47 dólares es el tope máximo en México, mientras que las tarifas más bajas de Estados Unidos en algunos casos reflejan mejores protecciones legales.
¿Por decreto?
Citi no fue señalada por Condusef, que criticó a los prestamistas en general. Dijo que HSBC cobra las comisiones más altas de México por créditos hipotecarios, aunque, según los informes, las eliminó por completo en Reino Unido. El mismo banco cobra cerca de 50 dólares a quien expide de un cheque sin fondos que es devuelto.
Al igual que Citibanamex, HSBC dice que Condusef realizó comparaciones de ingresos erróneas entre los bancos globales y sus unidades en México, y comenta que las comisiones bancarias en México generalmente disminuyeron el año pasado.
La pregunta para el Gobierno de México es cómo bajar las comisiones -por ley, regulación o presión política- y al mismo tiempo conseguir que se abran más créditos.
Cuando la propuesta para eliminar algunas comisiones que cobran los bancos se dio a conocer en noviembre, hubo una caída en el mercado. Muchos analistas dicen que instaurar esta ley por decreto podría ser contraproducente.
La estrategia del Gobierno no es clara. López Obrador se pronunció en contra de esta propuesta, pero también dijo que no iba a interferir en el Congreso, que es controlado por el partido que lo llevó a la presidencia.
El proyecto, dado a conocer en el Senado por Ricardo Monreal, pretende eliminar o reducir 15 categorías de comisiones.