Ejecutivo acusado de asesinato de Berta Cáceres niega los cargos

En 2018, en el segundo aniversario del asesinato de Berta Cáceres, David Castillo estaba en un aeropuerto en Honduras, preparándose para volar a Houston para ver a su esposa e hijas. Pero cuando revisaron su boleto y su pasaporte, no lo dejaron abordar.

"Me dijeron: 'Escuche, señor Castillo, hoy no va a poder viajar'", recuerda Castillo.

Eso es porque estaba a punto de ser puesto bajo arresto, acusado de planear el asesinato de Cáceres, la activista ambiental que encabezó las protestas contra un proyecto hidroeléctrico de su empresa, Desarrollos Energéticos, o DESA.

Castillo, un ejecutivo de DESA, ha estado en prisión desde entonces, a la espera de juicio.

"Yo no ordené esto", dice Castillo. "No participé en el asesinato de Berta Cáceres. No hay evidencia alguna que pueda vincularme con el asesinato de Berta".

Desde el día en que Cáceres fue asesinada, muchos de sus conocidos habían alegado que DESA era un probable culpable. Pero Castillo dice que la suposición de que él y Berta eran enemigos naturales no podría ser más errónea. No eran antagonistas, dice; de hecho, fueron amigos cercanos, hasta el día en que la mataron a tiros en su casa.

La versión de Castillo de los hechos contrasta fuertemente con la de la familia de Berta, sus colegas y los fiscales que lo acusaron. Su defensa marcará el curso del caso de homicidio a medida que continúe su camino a través de los tribunales.

"Es terrible lo que le pasó a Berta", dice Castillo. "Pero yo también he sido una víctima. Sigo siendo una víctima porque cuando todas estas mentiras se publican y se dicen, y cómo enmarcan las cosas, me hacen quedar mal".

Visite la página de nuestra serie Río de Sangre para más información sobre la investigación del asesinato de Berta Cáceres.

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