Caminando una tarde reciente por una calle concurrida en Río de Janeiro, nos encontramos con el brasileño mejor conocido por perder 35 mil millones de dólares en un año. Tras evitar preguntas, nos invitó a regañadientes a un almuerzo que duró dos horas.
El hombre en cuestión es Eike Batista, quien una vez le dijo al mexicano Carlos Slim que se cuidara porque lo iba a superar para convertirse en la persona más rica del mundo. Desde entonces Slim bajó hasta la novena posición en la lista y Batista cayó... en el olvido.
Ahora planifica su regreso, o al menos lo intenta. También tiene muchas ideas para un hombre al que ve como un espíritu afín, el máximo ejecutivo de Tesla, Elon Musk, y no pierde tiempo para criticar a los que acusa de acabar con su imperio.
Batista se sentó a la cabecera de la mesa en uno de sus restaurantes japoneses favoritos en Río. En su abrigo negro aparecía un sol dorado, el logo de su antiguo imperio de commodities que una vez lo convirtió en la octava persona más rica del mundo y personaje famoso en Brasil.
"La gente ni siquiera sabe que funciona", comentó Batista entre bocados de tempura de camarones, haciendo referencia a un puerto que poseía y en el que ahora cargan grandes buques petroleros con destino a China. "¡Es más grande que Manhattan! "
"Excepto el petróleo"
Otras empresas anteriores operan sin problemas en manos extranjeras y siguen siendo una fuente de orgullo. Entonces un leve ceño fruncido apareció en el rostro de Batista: "Excepto el petróleo".
Se refería a OGX, que quebró bajo una montaña de deudas tras una campaña de exploración fallida. Culpa al entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva por sucumbir a un ataque de nacionalismo en materia de recursos, dejándole solo las sobras de áreas de aguas poco profundas.
Luego comparó esa situación con la de un conocido que se encuentra en ese tipo de momento difícil que conoce muy bien.
"Elon Musk sufre por eso en este momento", afirmó.
Al igual que OGX, Musk construyó Tesla con la premisa de mayores ventas que las que se entregaron y ese problema ha hecho que las acciones se desplomen. Términos como 'crédito en dificultades' y 'reestructuración' entraron a la conversación. Tesla es la empresa que más ha descendido en el índice Nasdaq 100 este año.
Los dos mantienen una relación personal: en 2008, Musk viajó a Río durante otro momento difícil, indicó Batista, después de que un lanzamiento fallido de un cohete había puesto en duda su programa espacial. También se reunieron en la fábrica de Tesla en California y Musk regresó a Río en 2014 para el Mundial.
OGX todavía existe con un nombre diferente como productor secundario, no el gigante que proyectaba Batista. Tesla también corre el riesgo de ser relegada a un actor de nicho en medio de la creciente competencia entre los fabricantes de automóviles establecidos, que llenan el mercado de nuevos modelos.
La gran inquietud de Batista respecto a la compañía es la falta de calidad en el interior de los autos Tesla.
"Puedes elegir un Mercedes, Audi o Jaguar que sea más barato que sus SUV y te sientas allí para ver el interior; ¡No puedes competir! ", exclamó Batista. "Si no corriges esto, te quedas atrás".
De cualquier manera, Musk ya alteró el curso de la historia al obligar a la industria automotriz en general a producir autos eléctricos.
"Provocó un movimiento hermoso y masivo hacia el cambio. Somos perfeccionistas, somos constructores de naciones", aseguró Batista.
Desde pastas dentales hasta medidas ambientales, así busca Batista regresar a la cima
La conversación continuó al día siguiente en su oficina, un espacio más modesto que el que ocupó en su apogeo, pero que aún así ofrece una vista del emblemático Pan de Azúcar de Río y está decorada con trofeos del pasado.
El hombre que solía aparecer regularmente en las portadas de los medios de Brasil declinó tomarse una foto.
Reprodujo videos que muestran las compañías que una vez tuvo y luego habló sobre los 15 'unicornios' que está 'criando' en su cochera y que lo llevarán de vuelta al éxito. Un plan implica producir millones de toneladas de fosfato de calcio para captar las emisiones de carbono de pilas de centrales eléctricas y motores de automóviles. Otra iniciativa es una pasta dental que regenera el esmalte.
Batista aseveró que solo mira hacia adelante y no le preocupa el pasado.
"Lo difícil es que las personas entiendan que mi relación con el dinero es muy diferente. No me importó perder mi imperio", declaró para luego agregar que vendió sus compañías rápidamente a un bajo precio.
"No puedes dejar que los proyectos de esa escala se detengan; si se detienen por dos, tres, cuatros años a veces no se puede recuperar el tiempo perdido", afirmó.