La vida de 'Pati' Ruiz Corzo pudo ser completamente 'normal'. La de una maestra de escuela que todas las mañanas se levantaba con la mejor intención de dejar una buena lección a sus alumnos. La de una madre de dos hijos que junto a su marido lucha por llevar prosperidad a su hogar. Habría seguido, quizá, en aquella orquesta de Cámara de la que formó parte. Pero un día sintió que esa vida no era suficiente, tenía que haber algo más afuera e hizo lo que pocos se atreven a hacer: salió a buscar.
Un día, a principios de los años ochenta, tomó a su familia y se fue a vivir a la Sierra Gorda de Querétaro para estar cerca de la naturaleza y tratar de ser autosuficiente. La idea fue la de disfrutar del bosque sin sentir esa presión asfixiante en la cual la vida urbana puede llegar a convertirse. Comenzó a concientizar a la gente de la importancia del medio ambiente e incluso visitó escuelas para llevar su mensaje a los niños.
No pasó mucho tiempo para que las ganas de proteger su nuevo hogar y mostrar los beneficios de la naturaleza la llevaran a formar en 1987 el Grupo Ecológico Sierra Gorda.
A través de su organismo consiguió, junto al resto de sus colaboradores y familia, ayudar a preservar la flora y la fauna de la sierra e impulsar la economía de las comunidades locales con la venta de productos artesanales y culinarios. El Grupo comenzó un programa de desarrollo comunitario en 1990 y dos años más tarde arrancó el programa de radio "Nuestra Tierra". Quizá la victoria más grande llegó en 1997, cuando consiguió del entonces mandatario Ernesto Zedillo el decreto presidencial con el que se creó la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, el área natural protegida más ecológicamente diversa de México. La casa de 'Pati' estaba resguardada.
Hasta ahora, se trata del único caso en México de coparticipación entre una iniciativa local y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
El reconocimiento local pasó a ser nacional y eventualmente la obra de 'Pati' se llegó a conocer en el extranjero, donde comenzó a dar pláticas y talleres para acelerar y mejorar las políticas de protección ambiental y reducción de emisiones de carbono. A lo largo de casi tres décadas, diversos organismos e instituciones se han sumado a los proyectos ambientales de Grupo Ecológico Sierra Gorda: la UNESCO, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Foro Económico Mundial, el banco de inversión UBS, la Fundación BBVA, el Banco Interamericano de Desarrollo, National Geographic.
Los reconocimientos personales que recibe abundan, aunque el más importante de todos, sin duda, fue el Premio Campeones de la Tierra que la ONU le entregó en 2013 y que es considerado algo así como el Nobel de la ecología. Qué gran día aquel que esta mujer decidió dejar su antigua vida atrás para ir a la Sierra Gorda.
Ella, empero, en el pasado se reconoció pesimista. Si bien su entorno inmediato mejoró, sus expectativas en torno a la conciencia que pueda tomar la gente sobre el deterioro que causa y ocasionará sobre la Tierra, son pobres.