Solo unos 3 millones de los 126 millones de personas que habitan México ya recibieron una vacuna contra COVID-19.
Tratándose de una situación de vida o muerte, algunos habitantes del país recurren a una salida: viajar a Estados Unidos.
Ahí se pueden encontrar lugares en donde vacunan sin hacer muchas preguntas a quien tiene la suerte de obtener una cita. Prácticamente no hay manera de medir cuántos mexicanos han cruzado para recibir una dosis, debido a que no les es solicitada esa información a los beneficiarios al momento de recolectar sus datos.
Una de las personas que cruzó fue Gabriela, de 55 años, quien en enero condujo desde Nuevo Laredo, Tamaulipas a Laredo, Texas, para recibir una inyección. A los 55 años todavía no calificaba por edad, pero su diagnóstico de cáncer la hacía elegible, y nadie pidió su dirección.
Gabriela se negó a dar su apellido por temor a que recibir la vacuna pueda complicar los esfuerzos para renovar su visa de turista en el futuro. En febrero logró la segunda dosis.
Parte de lo que la llevó a los Estados Unidos para recibir una vacuna fue el lento despliegue de México y el temor de que le tomará muchos meses, posiblemente años, conseguir una en el lugar donde vive.
Los ‘chats’ y Facebook
Los hilos de los grupos de Facebook están llenos de anécdotas sobre cómo el amigo de un amigo consiguió la vacuna en Houston, Amarillo o Laredo. Las conversaciones están llenas de consejos: inicia sesión temprano en la mañana, proporciona la dirección de un hotel. Las notas de voz en Whatsapp también están circulando con instrucciones sobre cómo obtener citas.
Entre otras, la ciudad de Amarillo, en Texas, aparece en chats como un lugar en el cual conseguir una dosis es fácil.
El Centro Cívico de la ciudad, a unas cinco horas en automóvil al noreste de Dallas, ha sido designado por el estado como un sitio central, capaz de administrar miles de vacunas por día. Según las reglas estatales, tiene que dar vacunas a las personas que cumplan con los requisitos de edad y ocupacionales, independientemente de dónde vivan, según Jordan Schupbach, portavoz de la ciudad. Eso incluye a los residentes de otros estados y países, aunque Schupbach dijo que más del 96 por ciento de las personas vacunadas en Amarillo viven en la región del Panhandle de Texas, el extremo norte del estado.
Entre Chihuahua y Texas
Una situación similar se desarrolla en la ciudad de El Paso, Texas, en donde los funcionarios han dicho que no se requerirá prueba de residencia a ninguna persona que intente vacunarse siempre que pertenezca a alguno de los grupos que se consideran prioritarios.
El responsable de Salud de la ciudad, Héctor Ocaranza, ha dicho que las personas que viven al otro lado de la frontera en Ciudad Juárez, y se registren para recibir una vacuna en El Paso recibirán una para reducir el riesgo de propagación comunitaria, según Border Report.
La ciudad está siguiendo las pautas de la administración del presidente Joe Biden, quien dijo el mes pasado que todos los que pertenecen a grupos prioritarios deben tener acceso a una vacuna independientemente de su estado migratorio.
La frontera más concurrida
El condado de San Diego en California se encuentra justo en el cruce fronterizo más transitado del continente americano. Casi cien mil personas cruzan desde Tijuana, México y regresan todos los días para trabajar o estudiar.
El enorme flujo de movimiento humano ha borrado prácticamente la frontera para quienes intentan evitar la propagación del virus. Es por eso que el condado está presionando para que las vacunas lleguen a los brazos de los jornaleros que viajan de un lado a otro y a los inmigrantes indocumentados, cuya población estimada era de 160 mil en un estudio de 2016.
Los condados y estados del país vecino han seguido más o menos las mismas pautas para administrar el suministro actualmente limitado de vacunas COVID. Muchos requieren estrictamente prueba de residencia en el estado y elegibilidad por edad. Siempre que cumplan con el requisito de edad, San Diego permite que las personas reciban una vacuna si pueden demostrar que trabajan o viven allí, comunicó la autoridad local. Extraoficialmente, los sitios de prueba suelen ser incluso más indulgentes y pasan por alto ese requisito.
"El objetivo de nuestro esfuerzo de vacunación es llevar agujas a los brazos de todos aquellos en los niveles elegibles que se encuentran fuera del condado de San Diego, independientemente del estado migratorio", dijo la portavoz del condado Sarah Sweeney en un correo electrónico en respuesta a preguntas sobre el tema.
Más de 17.5 millones de personas pasaron por los cruces fronterizos de San Ysidro y Otay Mesa desde Tijuana hacia los Estados Unidos en 2020, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas de Transporte. Debido a que la mayoría de estos cruces regresan a México sin ser registrados por dicha autoridad, el número total de cruces en ambos sentidos se puede estimar en 35 millones. Ese número bajó 42 por ciento con respecto a 2019, ya que estos cruces se limitaron a viajes esenciales debido a la pandemia.
Adoptar un enfoque regional en la vacunación tiene sentido y constituye una buena política de atención médica, dijo Amesh A. Adalja, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud. "Queremos que las vacunas que tenemos se utilicen de la manera más impactante. Tiene sentido que el condado de San Diego los vacune porque son personas que vendrían a los hospitales del condado y presionarían la capacidad del hospital ", dijo en una entrevista.
Bloqueos aislados
Otras regiones del país están adoptando una postura más dura. En Florida, una afluencia de los llamados turistas de vacunas llevó al estado a revertir su política inicial de administrar vacunas a cualquiera que las solicitara, siempre que cumplieran con los requisitos de edad. El estado ahora requiere que las personas demuestren su residencia en Florida.
"Lo que ha hecho el gobernador Ron DeSantis en Florida es explícitamente discriminatorio", dijo Lindsay McElroy, portavoz del Guatemala-Mayan Center, una organización sin fines de lucro en Lake Worth, Florida. "Está haciendo que la vacuna sea inaccesible para toda la comunidad de inmigrantes".
En Nebraska, la oficina del gobernador ha dicho que el estado dará prioridad a los ciudadanos y residentes legales antes que a los inmigrantes indocumentados.
Poblaciones vulnerables
De regreso en San Diego, María Hortensia Rodríguez, de 77 años, hizo un gran esfuerzo para obtener un documento que demostraba que trabaja allí como niñera de un menor, dado que no tiene documentación legal. Una vez que recibió una carta, su sobrina pidió ayuda al consulado mexicano para concertar una cita.
Cuando llegó el día de la inyección, "trajimos una carpeta con todos los documentos y le dijimos a la mujer que los teníamos, pero ella solo dijo 'ok' y ni siquiera pidió verlos", su sobrina, Carmen Marín, dijo en una entrevista. "Fue extraño que no preguntaran, pero gracias a Dios que la han vacunado".
La población latina se ha visto afectada de manera desproporcionada por la pandemia en San Diego, representando el 56 por ciento de los casos y el 44 por ciento de las muertes, pese a que solo se trata del 33 por ciento de la población y el 17 por ciento de los vacunados hasta ahora. Por el contrario, los blancos han representado el 27 por ciento de los casos, el 37 por ciento de las muertes, aun y cuando son 46 por ciento de la población y cuantifican el 48 por ciento de los vacunados hasta ahora. El virus no respeta fronteras, dijo el cónsul mexicano en San Diego, Carlos González.
Es por eso que el consulado está ayudando a personas como María Hortensia a reservar citas de inyección, dijo.
Los sitios para reservarlos en San Diego primero solicitaron un número de seguro social. Pero el clamor de grupos como la Federación Chicana y la Coalición de Salud Latina de San Diego en general provocaron que la mayoría de ellos obtuvieran una cita.
La prueba de residencia es otro requisito que algunos sitios de prueba pasan por alto, extraoficialmente. Los funcionarios del condado de San Diego dijeron que solo aquellos con una dirección de trabajo o residencia en el condado son elegibles para recibir la vacuna.
Pero ese requisito "está vagamente definido", dijo Nancy Maldonado, presidenta del Chicano Federation en San Diego, un grupo que busca proteger a la comunidad migrante.
"Las personas que trabajan aquí, pero que no necesariamente tienen prueba de residencia, de alguna manera han podido recibir una vacuna, y lo apoyo. Deben conseguirla ", dijo.
El condado también participa en los esfuerzos de divulgación en la comunidad latina, dijo la portavoz Sweeney.
Las voluntarias, conocidas como "Promotoras", y los trabajadores de salud de la comunidad asisten a eventos de distribución de alimentos donde ayudan a personas que son elegibles a programar citas, dijo.
"Las autoridades han sido sensibles a la necesidad de garantizar las vacunas independientemente del estado migratorio o la nacionalidad de una persona", advirtió el cónsul González en una entrevista. "A COVID no le importa de qué lado de la frontera se encuentre", dijo.
Nancy Maldonado añadió que durante años los residentes de Estados Unidos han cruzado a Tijuana con el fin de tener acceso a una atención médica más barata, por lo que es justo permitir que los mexicanos que trabajan en San Diego tengan acceso a una vacuna que les salve la vida.
"Es la única forma de avanzar si realmente queremos controlar esta pandemia", dijo.
Este texto es parte del especial de la revista Bloomberg Businessweek México de 'Donde a todos vacunas sin preguntas a un vuelo a distancia'. Consulta aquí la edición fast de este número