Toma una tortilla en México, una rebanada de pan en Estados Unidos, un vaso de jugo de naranja en Reino Unido o una bola de masa de cerdo en China y es probable que Archer-Daniels Midland (ADM) haya tenido mano en el proceso de elaboración. Desde el comercio de soya hasta la fabricación de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, tenía un alcance y poder como pocos. Pero después de años de crecimiento lento en sus negocios tradicionales, el gigante de 118 años está enganchando su futuro a cosas distintas, como alimentos para mascotas, hamburguesas vegetarianas y probióticos.
La prueba de su apuesta a la nutrición está en su Centro de Ciencia y Tecnología ADM en EU. Allí, las máquinas prueban la consistencia de una fórmula de hamburguesa vegetariana; los 'panelistas sensoriales' en las salas de conferencias miden la satisfacción olfativa de nuevos ingredientes y los científicos de alimentos desarrollan diversas recetas.
Para Juan Luciano, un ingeniero industrial argentino que se convirtió en director ejecutivo en 2015, la necesidad de una transformación de ADM más allá de la agricultura industrial fue evidente cuando salió a almorzar con su hija, de 25 años, en Chicago.
"Pagamos 20 dólares por un omelet, pero ya sabes, los huevos eran de Wisconsin, las papas eran de Michigan", dice Luciano. "A mí no me importaba, pero a mi hija, sí. El punto es que hay consumidores, como mi hija, que valoran estas cosas que se cultivaban localmente". Antes de Luciano, ADM había pasado casi medio siglo tratando de convertirse en el mayor intermediario agrícola del mundo. Fue una fórmula ganadora durante décadas.
Luego frenaron. Los productores desarrollaron sus capacidades de almacenamiento, confiando menos en intermediarios como ADM. La tecnología mejoró el rendimiento de cultivos e Internet les aseguró más datos sobre clima, mercados y precios.
El cambio está transformando la industria. Los márgenes comerciales se están reduciendo y los alimentos envasados han perdido el favor de los consumidores más jóvenes, lo que ha impulsado la demanda de productos básicos no industriales como la quinoa, los garbanzos y las lentejas.
La unidad de nutrición de ADM, que incluye las operaciones de hamburguesas vegetales y alimentos para mascotas, está en auge. Las ganancias del segmento aumentaron un 52 por ciento en la primera mitad del año, a 300 millones de dólares, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El negocio de la nutrición fue clave para la capacidad de la empresa de capear la pandemia. Si bien las interrupciones de la cadena de suministro perjudicaron a muchos de sus rivales en materias primas, ADM ha visto un aumento en la demanda de probióticos y productos similares a medida que los consumidores se enfocan en fortalecer su sistema inmunológico.
Para renovar la empresa, Luciano recortó empleos. La unidad de cacao se vendió a Olam International, el negocio de chocolate a Cargill. Descargó sus operaciones brasileñas de azúcar y etanol. Transformó el brazo comercial, reduciendo la cantidad de comercio puro que realiza. El 70 por ciento del volumen que maneja la mesa de comercio global de ADM ahora es para abastecer las operaciones de la empresa.
El enfoque en la nutrición comenzó en 2014 con la adquisición más grande de la historia de ADM, la compra por 3 mil millones de dólares del fabricante europeo de ingredientes naturales Wild Flavors. Otros 3 mil millones en acuerdos siguieron durante los próximos años, incluida la adquisición por 1.8 mil millones de Neovia, un fabricante de alimentos para mascotas y piensos para animales.
Aun así, los nuevos productos no van a superar el manejo y procesamiento tradicionales de granos en el corto plazo. La compañía tiene como fin aumentar las ganancias operativas de la unidad de nutrición a mil millones de dólares, más del doble del año pasado.
Analistas de Credit Suisse liderados por Robert Moskow citaron "obstáculos formidables" para ADM en un informe de julio. Si bien el banco reconoció que el cambio a la nutrición fue el correcto, vio un mejor valor en otras empresas de alimentos de marca.
El precio de las acciones de ADM ha subido alrededor de un 20 por ciento en los últimos 12 meses, encaminándose a igualar un récord establecido en 2014 y compensando años de rendimientos desiguales.
En agosto, ADM recaudó cerca de 550 millones de dólares vendiendo una parte de su participación en Wilmar International, un gigante de la agroindustria en Singapur, lo que provocó rumores de que estaba armando un cofre de guerra. En un evento de Barclays en septiembre, Vince Macciocchi, presidente del negocio de nutrición de ADM, alimentó la especulación, planteando la posibilidad de un acuerdo a sus transacciones Wild Flavours o Neovia.
Incluso sin un acuerdo inmediato, los expertos dicen que la empresa cambiará para siempre.
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