Richard Lagow, el joven mariscal de campo de la Universidad de Indiana se colocó en 'formación escopeta' con el balón en la yarda 7 de su rival, la Universidad de Utah. A su izquierda había dos receptores y a su derecha, otro más. No había pasado ni un minuto desde el arranque del partido, el Foster Farms Bowl, uno de tantos tazones colegiales que emparejan equipos universitarios de futbol americano al final de la temporada regular. Lagow inició la jugada y dos segundos más tarde, lanzó con fuerza el balón hacia la zona de anotación, en donde encontró las manos de su compañero Mitchell Paige. Touchdown. Los comentaristas de la cadena Fox Sports pidieron ver la repetición, ¿cómo es que Lagow había encontrado tan libre a Paige para conseguir los primeros seis puntos del partido? Los espectadores presenciaron algo nuevo. La repetición era desde el punto de vista del jugador, ellos 'eran' Lagow y lo que veían en sus pantallas era lo mismo que el jugador había observado instantes atrás: las espaldas de su línea ofensiva, sus receptores corriendo hacia la zona de anotación, la defensa intentando adivinar sus movimientos. Estaban en el campo de juego.
Aquella noche de diciembre de 2016, Indiana perdió agónicamente el partido 26-24, pero los espectadores ganaron con una nueva tecnología desarrollada por Intel, que daba sus primeros pasos en el mundo del entretenimiento deportivo. Ahora, y acelerada por la pandemia de COVID-19, la empresa de tecnología está en una cruzada para transformar la manera en que los aficionados observan y viven los partidos desde la comodidad y seguridad de su casa.
Probablemente a Intel lo asocias como el fabricante de los microchips de tu computadora y no es casualidad, es líder en esa industria y sus etiquetas de 'Intel inside' en los dispositivos se aseguran de reforzar esa idea. Pero desde hace unos años, la empresa ha caminado hacia otras áreas, principalmente la computación en la nube, pero también hacia la innovación en segmentos como el entretenimiento.
"El deporte es una industria en transformación, es un producto para entretener que no ha cambiado en 80 años, un partido de futbol sigue siendo el mismo que entonces", asegura James Carwana, vicepresidente y gerente general de Intel Sports. "Pero la interacción ha cambiado, sobre todo por el COVID, la gente quiere interactuar en tiempo real, con mejor contenido original".
Ver un buen partido de futbol o beisbol siempre será entretenido para la mayoría de los aficionados, pero en una época en la que los confinamientos y el encierro vuelven monótonas las rutinas, el deporte no se escapa de ese hartazgo. Es entonces que, según el joven directivo, la tecnología llega al rescate.
De todas las innovaciones que Intel ha presentado en años recientes, y cuyo uso ha sido extendido por la pandemia, destaca la posibilidad de ver repeticiones en tiempo real, desde cualquier ángulo del campo, como si se tratara de un videojuego. De hecho, de ahí llegó la inspiración.
"Los e-sports nos mostraron cómo la gente quiere interactuar con el contenido", dijo Carwana. "La idea siempre es crear historias diferentes y permitirle al espectador una experiencia mucho más personal".
¿Quieres ver cómo Mohammed Salah, el veloz goleador del Liverpool, encontró espacio para anotar un gol? Es posible. Y muchos podrán llamarlo sorprendente, pero Intel se empeña en nombrarlo True View. Desde cualquier dispositivo, los usuarios podrán seleccionar a un jugador en el campo, mover la cámara en 360 grados o posicionarse desde su punto vista y seguir con la acción. Para los aficionados a los videojuegos de deportes se trata de algo más o menos común, pero en el mundo real es un completo cambio de paradigma.
"La cantidad de interacción que puedes generar con esto es enorme", añadió Carwana. "El aficionado deja de estar en la banda, se vuelve parte del juego y eso es invaluable para el espectáculo".
Actualmente, Intel ha implementado True View, Replay 360 y Be the Player en un puñado de equipos y ligas alrededor del mundo.
Al final, conseguir esas imágenes no es tarea sencilla, pues implica la instalación de al menos 38 cámaras 5K alrededor del estadio para cubrir todos los ángulos posibles y generar una especie de nube virtual en el terreno de juego que abarca las acciones del encuentro. Según Intel, en cada partido se capturan 200 terabytes de información, que luego son procesados para generar las repeticiones y las escenas interactivas para los aficionados, quienes pueden verlas en diversos dispositivos. Los resultados, hasta ahora, han sido positivos.
"Con Liverpool, quien posee una enorme base de aficionados, tenemos un caso de estudio sobre cómo nuestro contenido los engancha", explicó Carwana. "Una estadística clave es que los videos con nuestros contenidos son vistos por completo casi tres veces más que otros".
El directivo y el resto de su equipo de Intel Sports tienen claro que para muchos la introducción de tecnología en el deporte les resulta algo negativo.
No es poco común escuchar aficionados quejarse de las repeticiones en un partido de futbol o del abuso de las gráficas con datos tan minuciosos que habría que ser un auténtico experto en estadística para hallarles sentido.
Eso no es lo que Intel pretende, asegura, pues no hay una interacción directa de la tecnología que emplean con el desarrollo mismo del juego. Por el contrario, el objetivo es acompañar al espectador y ofrecerle complementos para mejorar su experiencia.
Carwana reflexiona acerca de lo que estos cambios traerán y está convencido de que la pandemia ha vuelto más exigentes a los aficionados.
"Están sentados en casa, muchos de ellos quisieran acudir a los estadios y no es posible", dijo. "Esto los acerca de una forma muy especial, pueden observar a su equipo como no habían podido antes desde sus dispositivos, esto ya es parte del futuro del entretenimiento".
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