El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, calificó su compromiso de frenar la inflación como “incondicional” y otro de sus colegas respaldó aumentar las tasas de interés en 75 puntos básicos nuevamente el próximo mes, incluso cuando los demócratas le advirtieron sobre el riesgo de desencadenar una recesión.
“Tenemos un mercado laboral que está insosteniblemente caliente y estamos muy lejos de nuestro objetivo de inflación”, dijo Powell al Comité de Servicios Financieros de la Cámara el jueves durante su segundo día de testimonio semestral en el Congreso. “Realmente necesitamos restaurar la estabilidad de precios, hacer que la inflación vuelva a bajar al 2 por ciento, porque sin eso no podremos tener un período sostenido de máximo empleo”.
Los encargados de formular la política monetaria aumentaron las tasas de interés en 75 puntos básicos la semana pasada y Powell señaló que otro incremento de esa magnitud, o un aumento de 50 puntos básicos, estaba sobre la mesa cuando se reúnan nuevamente a fines de julio.
La gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, también dijo en declaraciones ante banqueros en Massachusetts que ella respalda elevar las tasas en 75 puntos básicos el próximo mes y continuar con aumentos de al menos 50 puntos básicos después de eso hasta que las presiones sobre los precios se enfríen.
Powell y sus colegas han dado un fuerte giro hacia una postura más restrictiva para luchar contra la inflación más alta en 40 años en Estados Unidos en medio de críticas de que actuaron demasiado tarde para restringir la política monetaria mientras la economía se recuperaba del COVID-19. Han aumentado las tasas en 1.5 puntos porcentuales este año y los banqueros centrales pronostican alrededor de 1.75 puntos adicionales de ajuste acumulativo en 2022.
¿Asecha una recesión en Estados Unidos?
El cambio ha sacudido los mercados financieros ya que los inversionistas temen que la Fed pueda desencadenar una recesión. Powell dijo a los legisladores el miércoles que tal resultado era “ciertamente una posibilidad”, aunque no es algo que la Fed esté buscando o crea que sea necesario para reducir la inflación al objetivo del banco central del 2 por ciento.
Powell repitió que la Fed todavía esperaba lograr un aterrizaje suave, aunque reconoció que iba a ser difícil.
“Eso se ha vuelto significativamente más desafiante dado los eventos de los últimos meses, particularmente la guerra, que está elevando los precios de la gasolina”, dijo al panel de la Cámara. “No creemos que una recesión sea inevitable”.
El aumento de los precios enfureció a los estadounidenses y perjudicó la posición de los demócratas entre los votantes antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Los precios al consumidor subieron un 8.6 por ciento el mes pasado con respecto al año anterior, según el Departamento del Trabajo. Los datos del IPC de junio se publicarán el 13 de julio, dos semanas antes de que la Fed comience su próxima reunión.
El banco central apunta a un indicador separado del Departamento de Comercio, que se publica con desfase y que registraba una inflación tres veces más rápida que el objetivo del 2 por ciento de la Fed, según su última lectura.
Powell recibió apoyo a la postura restrictiva de la Fed principalmente por parte de los republicanos, mientras que los demócratas argumentaron que aumentar las tasas no haría ninguna diferencia en los altos precios de la gasolina o los alimentos, pero podría dejar sin trabajo a millones de estadounidenses.
El jefe de la Fed dijo que era posible reducir la inflación sin dañar el mercado laboral y que el objetivo era aliviar la demanda, no causar desempleo.
“Nuestras herramientas son contundentes, pero son las herramientas adecuadas para hacer frente a la amplia demanda agregada”, afirmó.