El presidente chino, Xi Jinping, y el líder ruso, Vladimir Putin, planean asistir a una cumbre del Grupo de los 20 en la isla turística de Bali a finales de este año, dijo el presidente de Indonesia, Joko Widodo.
“Xi Jinping vendrá. El presidente Putin también me ha dicho que vendrá”, dijo Jokowi, como se conoce al presidente, en una entrevista con el editor en jefe de Bloomberg News, John Micklethwait, el jueves 18 de agosto.
Fue la primera vez que el líder de la cuarta nación más poblada del mundo confirmó que ambos planeaban presentarse en la cumbre de noviembre.
La presencia de Xi y Putin en la reunión establecería un enfrentamiento con el presidente estadounidense Joe Biden y otros líderes democráticos, quienes se reunirán en persona por primera vez desde la invasión rusa de Ucrania.
El ataque, que se produjo poco después de que Putin y Xi declararan una asociación “sin límites”, ha dejado al G-20 dividido sobre si imponer sanciones a Rusia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre los planes de viaje de Xi, quien no ha viajado al extranjero desde el comienzo de la pandemia. Un portavoz del Kremlin se negó a comentar, pero otro funcionario familiarizado con la situación confirmó que Putin actualmente planea asistir a la reunión en persona.
Putin y Jokowi discutieron los preparativos para la cumbre del G-20 en Bali en una llamada telefónica el jueves, dijo el Kremlin en un comunicado que no mencionó si el líder ruso asistirá.
La asistencia de Putin también podría ponerlo cara a cara con Volodímir Zelenski por primera vez desde la invasión de Rusia porque el presidente ucraniano también está programado para estar en Bali.
Biden había pedido que Rusia fuera eliminada del G-20 luego de su invasión de Ucrania, y los funcionarios estadounidenses habían estado presionando anteriormente a Indonesia para que excluyera a Putin de la cumbre de Bali.
Las tensiones también se disparan entre Estados Unidos y China, incluso cuando Biden y Xi dejan abierta la posibilidad de celebrar su primera reunión cara a cara al margen de la cumbre de Bali.
China interrumpió las conversaciones con Estados Unidos sobre defensa y una variedad de otras áreas después de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, mientras que la Casa Blanca criticó los ejercicios militares de Beijing en la isla.
“La rivalidad de los países grandes es realmente preocupante”, dijo Jokowi, de 61 años, en la entrevista. “Lo que queremos es que esta región sea estable, pacífica, para que podamos generar crecimiento económico. Y creo que no solo Indonesia: los países asiáticos también quieren lo mismo”.
Se necesita ‘sabiduría’
Como actual anfitrión del G-20, Indonesia ha buscado equilibrar los lazos entre las principales potencias mientras se resiste a la presión de excluir a Rusia de las reuniones.
A raíz de la visita de Pelosi a Taiwán a principios de este mes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Indonesia dijo que el mundo “necesita sabiduría y responsabilidad para mantener la paz y la estabilidad”, al tiempo que enfatizó que respeta la política de Una China expresada por otras naciones del sudeste asiático.
Jokowi descartó las preocupaciones de que las tensiones entre Estados Unidos y China por Taiwán puedan extenderse al Mar de China Meridional, donde Indonesia tiene reclamos territoriales, y dijo que las naciones deberían concentrarse en lidiar con las crisis alimentarias, energéticas y la pandemia. Los países del sudeste asiático querían que los países más ricos ayudaran a proporcionar fondos para la transición a la energía renovable e inversiones para hacer crecer sus economías, agregó.
En los cinco años hasta 2022, las inversiones de Estados Unidos en Indonesia fueron menos de una cuarta parte de los 40 mil millones combinados que China y Hong Kong han invertido.
Si bien Rusia representa solo una pequeña cantidad de inversiones, la empresa energética estatal de Indonesia, Pertamina, tiene una empresa conjunta con Rosneft para construir una refinería de 13 mil 500 millones de dólares.
Indonesia busca comercio e inversiones que impulsen el crecimiento económico y mejoren la vida de los 275 millones de habitantes del país, dijo Jokowi, y agregó que no busca unirse a ningún bloque en particular.
“Indonesia quiere ser amigo de todos”, dijo. “No tenemos problemas con ningún país. Cada país tendrá su propio enfoque. Cada líder tiene su propio enfoque. Pero lo que Indonesia necesita es inversión, tecnología que cambiará nuestra sociedad”.