Los bancos que comercian con Credit Suisse Group AG tomaron medidas para salvaguardar sus finanzas este miércoles, adquiriendo contratos que los compensarían en caso de que la crisis que sacude al banco suizo se profundice.
Tan frenética fue la demanda de los contratos, conocidos como swaps de incumplimiento crediticio, o CDS, por sus siglas en inglés, que repuntaron a niveles que indican que Credit Suisse está en profundas dificultades financieras, lo cual no se había visto en un importante banco mundial desde la crisis de 2008. Al menos un banco, BNP Paribas SA, fue un paso más allá e informó a sus clientes que ya no aceptará solicitudes para hacerse cargo de sus contratos de derivados cuando Credit Suisse sea la contraparte, un proceso llamado novación, según personas familiarizadas con el asunto.
Los acontecimientos revelan la creciente preocupación ante el posible contagio derivado de la crisis del banco suizo y hasta qué punto los bancos globales van a protegerse de las posibles consecuencias. Aun así, hasta el momento hay pocas señales de angustia generalizada. Desde hace meses, los principales bancos de EU han estado reduciendo su exposición directa a Credit Suisse, lo que probablemente ha limitado el alcance del dolor.
“Los niveles de negociación se han convertido en una especie de crisis de confianza en Credit Suisse”, dijo Mark Heppenstall, presidente de Penn Mutual Asset Management. “La gente está buscando cualquier forma posible de obtener protección”.
El segundo banco más grande de Suiza ha sido golpeado en los últimos años por estallidos, escándalos, cambios de liderazgo y problemas legales. Sus acciones se desplomaron el miércoles después de que su mayor accionista descartó aumentar una participación debido a restricciones regulatorias.
El banco central y el regulador financiero de Suiza dijeron que Credit Suisse recibirá un respaldo de liquidez de ser necesario, en un esfuerzo por detener la caída de la confianza en torno al banco en problemas.