Sam Altman, en conjunto con miembros de la junta directiva de OpenAI y el director ejecutivo interino de la compañía han iniciado negociaciones para una posible reinstalación del director ejecutivo destituido de la startup de inteligencia artificial que cofundó.
Las conversaciones se llevan a cabo entre Altman, el director ejecutivo Emmett Shear y al menos un miembro de la junta directiva, Adam D’Angelo, dijeron personas familiarizadas con el asunto, quienes pidieron no ser identificadas porque las deliberaciones son privadas y es posible que no lleguen a buen término. Las conversaciones también involucran a algunos de los inversores de OpenAI.
Si Sam Altman regresa, será director ejecutivo de la empresa. En un escenario que se está discutiendo, Altman se convertiría en director de una junta de transición, dijo una de las personas. El excodirector ejecutivo de Salesforce, Bret Taylor, también podría desempeñarse como director en una nueva junta.
Que la junta y Altman mantengan comunicación es un avance significativo, pues, hasta el lunes, los directores se negaban a dialogar con el ejecutivo que despidieron el viernes.
Los accionistas de OpenAI que buscan la reinstalación de Altman incluyen a Thrive Capital, Khosla Ventures y Tiger Global Management, dijeron a Bloomberg personas con conocimiento del asunto. La destacada firma de capital riesgo Sequoia Capital está trabajando junto al grupo.
El lunes, la vicepresidenta de Asuntos Globales de la empresa, Anna Makanju, envió un memorando al personal diciendo que la empresa había estado en “intensas conversaciones” con la junta directiva, Altman y Shear para unificar la empresa. El mensaje llegó luego de que los empleados amenazaran con renunciar si Altman no era reintegrado.
Hay una presión para resolver el caos que rodea al liderazgo de la compañía antes del Día de Acción de Gracias, dijo una persona, con la esperanza de que los empleados no pasen las vacaciones con la incertidumbre sobre el estado de sus trabajos.
La junta ha sido objeto de un intenso escrutinio por su decisión de despedir a Altman, diciendo que el director ejecutivo no fue “consistentemente sincero en sus comunicaciones”. Días después, los miembros de la junta directiva y el personal han dicho que la destitución del CEO no estaba relacionada con “malversación” o “seguridad”, dejando un vacío de información.
“Un posible regreso de Sam Altman como director ejecutivo de OpenAI probablemente fortalecerá el posicionamiento estratégico de Microsoft, especialmente si logra conseguir un puesto en la nueva junta. Este también podría ser el resultado preferido para Microsoft, dado el alto riesgo legal si contrata a la mayoría de los empleados de OpenAI. Vemos poca o ninguna probabilidad de que Microsoft compre OpenAI en medio de obstáculos regulatorios en curso” expresaron los analistas Anurag Rana y Andrew Girard.
Incluso el CEO Shear se ha quedado en la oscuridad. Le ha dicho a personas cercanas a OpenAI que no planea quedarse si la junta no puede comunicarle claramente las razones sobre el repentino despido de Altman.
Hasta el viernes, la junta directiva de la compañía estaba formada por Altman, el presidente Greg Brockman, el científico jefe Ilya Sutskever, el director ejecutivo de Quora, D’Angelo, la empresaria tecnológica Tasha McCauley y Helen Toner, directora de estrategia del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de Georgetown. Después de la salida de Altman, Brockman abandonó la empresa en protesta.
OpenAI se negó a comentar sobre las negociaciones.