La administración de Joe Biden ha obligado a una firma de capital de riesgo de Saudi Aramco a vender sus acciones en una startup de chips de inteligencia artificial de Silicon Valley respaldada por el cofundador de OpenAI, Sam Altman, una salida que podría tener implicaciones más amplias para las crecientes inversiones del país de Medio Oriente en tecnología estadounidense.
Prosperity7, uno de los principales inversores en una ronda de financiación que recaudó 25 millones de dólares para Rain AI en 2022, vendió sus acciones en la startup después de una revisión por parte del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), dijeron personas familiarizadas con el asunto.
La agencia, el principal organismo de control estadounidense para acuerdos con implicaciones para la seguridad nacional, dio instrucciones al fondo saudí para deshacer ese acuerdo en algún momento durante el año pasado, dijeron las fuentes, quienes pidieron permanecer en el anonimato debido a que la información es privada.
Fondos saudíes, bajo el escrutinio de EU por sus vínculos con China
Estados Unidos está intensificando el escrutinio sobre la actividad de los fondos de riqueza de Oriente Medio, parte de una creciente resistencia hacia entidades consideradas con estrechos vínculos con China. CFIUS está revisando varios acuerdos multimillonarios este año por temor a que puedan plantear riesgos para la seguridad nacional, informó Bloomberg News.
Rain AI, financiada en parte por Altman, es una startup que diseña chips inspirados en la forma en que funciona el cerebro. Prosperity7 vendió su participación en la empresa a la firma de inversiones de Silicon Valley Grep VC, según la firma de datos PitchBook. Altman, Rain, Prosperity7 y Grep VC no respondieron a las solicitudes de comentarios.
CFIUS dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que no podía comentar sobre las transacciones que está revisando, pero que está “comprometido a tomar todas las acciones necesarias dentro de su autoridad para salvaguardar la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Beijing ha tratado de fortalecer los lazos con Medio Oriente mientras aumentaban las tensiones con Estados Unidos y Europa. En noviembre, China y Arabia Saudita firmaron un acuerdo de intercambio de moneda local por un valor de alrededor de 7 mil millones de dólares. Saudi Aramco, que controla Prosperity7, ha invertido miles de millones de dólares en el sector energético de China, incluso cuando el reino intenta atraer empresas tecnológicas chinas.
Sam Altman busca destronar a Nvidia como fabricante de chips para IA
La liquidación de Prosperity7 –un fondo de capital de riesgo de mil millones de dólares propiedad de Aramco Ventures– es notable debido a la campaña de la Casa Blanca para contener el ascenso tecnológico de China. Ese esfuerzo se centra en particular en los semiconductores que impulsarán futuras innovaciones, incluida la inteligencia artificial.
Aun así, Altman está trabajando para recaudar miles de millones de dólares para una nueva empresa de chips de IA para competir con Nvidia Corp. y había viajado al Medio Oriente para recaudar fondos para un proyecto con el nombre en código Tigris, informó Bloomberg News este mes. No estaba claro si Rain AI está relacionado con ese esfuerzo y su tecnología aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo.
Aunque el mercado de los chips de IA está dominado por Nvidia, Rain AI y Altman se suman a docenas de empresas emergentes de Asia y Europa que buscan diseñar chips más baratos y eficientes energéticamente. Estados Unidos ha prohibido la venta a China de los chips de mayor rendimiento necesarios para desarrollar la próxima generación de servicios de IA, lo que obstaculiza las ambiciones chinas de competir en este ámbito en auge.
Con la llegada de ChatGPT de OpenAI, ha surgido la preocupación de que los centros de datos que crean grandes modelos de IA consumen demasiada energía. Rain AI y otras startups de chips en memoria pretenden reconfigurar el procesamiento de datos para reducir la necesidad de transferencias y el consumo de energía.
Aunque Altman es uno de los primeros inversores en Rain AI, no está claro si sigue activo en la empresa o cómo ve la tecnología en la actualidad.