Las mortales turbulencias en un vuelo de Singapore Airlines en su ruta de Londres a Singapur han puesto de relieve las rutas aéreas más inestables y peligrosas del mundo.
Un hombre británico murió y otras siete personas resultaron gravemente heridas después de que el vuelo SQ321 de Singapore Air sufriera graves turbulencias al entrar en el espacio aéreo tailandés, el martes 21 de mayo, lo que provocó un aterrizaje de emergencia en Bangkok.
Si bien los vuelos más turbulentos de todos conectan Santiago en Chile con Santa Cruz en Bolivia, hay viajes igualmente llenos de baches en todo el mundo, según la base de datos turbli. Los vuelos que salen de Tokio dominan la lista de los servicios de larga distancia más difíciles.
Se producen fuertes turbulencias cuando se juntan corrientes de aire que viajan a velocidades significativamente diferentes. Esto suele ocurrir en los límites de las corrientes en chorro, sobre montañas y en ciertas tormentas de nubes, según el sitio web turbli.
Por ejemplo, las turbulencias en la ruta Santiago-Santa Cruz son generadas por vientos del Océano Pacífico al Océano Atlántico que fluyen casi perpendiculares a los Andes. El ecuador también es una región conocida por sus turbulencias debido a las fuertes corrientes ascendentes y la actividad de tormentas eléctricas, dijo turbli. Japón tiene altos niveles de turbulencia inducida por montañas y océanos.
El sitio web turbli elaboró sus clasificaciones analizando 150,000 rutas utilizando datos de agencias meteorológicas gubernamentales del Reino Unido y Estados Unidos.
Cambio climático aumentará las turbulencias
Con el cambio climático, se va ampliando el número de grandes tormentas inesperadas o grandes corrientes, e incluso hay estudios del científico británico Paul Williams que apuntan a que van a aumentar en un 50 por ciento los grandes problemas de turbulencias y la gravedad de los accidentes dentro del avión en los próximos años, aunque por estas circunstancias “nunca va a tener problemas de estabilidad graves”, según citó el catedrático.
“La integridad del avión nunca se va a ver en peligro, no se va a caer, el problema es si no llevas el cinturón de seguridad, te golpeas contra el techo”, señaló el catedrático de Ingeniería Aeroespacial de la Universitat Politècnica de València (UPV) en España, Sergio Hoyas.
Hoyas aconsejó llevar puesto el cinturón de seguridad durante todo el vuelo en los trayectos en el Atlántico norte, una zona con más afección por los cambios en la corriente del Golfo y el chorro polar.