Bloomberg

40 balas demuestran por qué hondureños huyen a los Estados Unidos

Tras el asesinato de sus familiares, mujeres y niños abandonan su país en busca de una mejor calidad de vida. Tan solo en 2013, los asesinatos en Honduras llegaron a seis mil 757.

Heidy Cabrera dijo que cuando terminaba su jornada de trabajo en un supermercado de Tegucigalpa, Honduras, su madre la llamó para darle la noticia. Su novio, Diego, había muerto mientras volvía a la casa luego de finalizar su día de trabajo en la construcción. Le habían disparado 40 veces a la cabeza.

Siete meses después y con el asesinato aún sin resolver, Cabrera, de 22 años, subió a un autobús y abandonó Honduras. Llevaba consigo a su hijo de ocho años, Eduardo, y esperaba un hijo de Diego, que nació luego de que ingresara a México.

"Ya no me sentía segura en mi vecindario", dijo este mes Cabrera sentada en la cama de un refugio para migrantes en la ciudad de Tapachula, en el sur de México, mientras acunaba en sus brazos a su hijo Christopher, de 16 días. "Familiares de amigos míos también han sido asesinados. Ese tipo de cosas pasa todo el tiempo. Quiero que mis hijos tengan una buena vida en los Estados Unidos, una vida sin crímenes".

Cabrera y sus hijos representan uno de los mayores cambios en lo relativo a inmigración a los Estados Unidos, y un cambio que se ha soslayado en un debate sobre la llegada de niños solos. La cantidad de familias detenidas en la frontera sudoeste, el principal punto de entrada de los inmigrantes de América Central, se sextuplicó este año y llegó casi a superar la cantidad de menores solos, que se duplicó.

El Senado estadounidense avanzó ayer en lo relativo a legislación para proporcionar dos mil 700 millones de dólares en gasto de emergencia para hacer frente al aumento de la migración de niños en la frontera del país.

DISPUTA LEGISLATIVA

El proyecto de la Cámara de Representantes contiene una cláusula impulsada por los republicanos en 2008, redactada para proteger a los niños de Centroamérica del tráfico sexual, para acelerar su retorno a sus países de origen. El desacuerdo significa que es probable que el Congreso haga su receso de cinco semanas a partir del 1 de agosto sin que haya llegado a un acuerdo.

Honduras ha sido este año la mayor fuente de familias inmigrantes detenidas en la frontera estadounidense, que superan la suma de los siguientes tres países: El Salvador, Guatemala y México. Alimentados por bandas callejeras que extorsionan empresas y tienen vinculaciones con carteles de la droga, los asesinatos en Honduras llegaron a seis mil 757 en 2013, o alrededor de 19 por día en un país de 8.4 millones de habitantes. Con una población similar, la ciudad de Nueva York registró ese año menos de un asesinato por día.

CRECIENTE TEMOR

"Hace tres o cuatro años, se escuchaba que algún miembro de la familia se iba y decía: 'No puedo quedarme en mi país porque no hay trabajo y dicen que hay mucha violencia'", dijo Diego Lorente, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Tapachula, que ayuda a los inmigrantes que buscan asilo en México. "Ahora llegan familias enteras que se ven directamente afectadas y dicen: 'Llegó la banda, mató a dos miembros de la familia y todos tuvimos que huir'".

La cantidad de familias detenidas en la frontera sudoeste de los Estados Unidos creció a 55 mil 420 en los nueve meses hasta junio, mientras que había sido de nueve mil 350 en el mismo período del año anterior, según Protección Fronteriza y Aduanera de los Estados Unidos. La cantidad de menores solos que llegan a la frontera creció a más del doble en el mismo período, a 57 mil 525.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, que depende del Departamento de Seguridad Interior, convirtió el mes pasado un centro habitacional de control en Artesia, Nuevo México, para alojar a familias de modo tal de procesar sus casos con mayor rapidez. Se está modificando otro centro, ubicado cerca de San Antonio, para alojar mujeres y niños. Anteriormente, el único centro para familias, con capacidad para 97 personas, estaba ubicado en Pensilvania.

PROCESO LEGAL

Según una ley de 2008 destinada a combatir el tráfico sexual, los niños solos detenidos en la frontera estadounidense tienen derecho a una audiencia legal para determinar si pueden quedarse en el país. El proceso puede llevar más de un año. Por lo general, se deporta a las familias con más rapidez porque los niños están en compañía de un adulto, dijo Wendy Feliz, directora de comunicaciones del Consejo de Inmigración de los Estados Unidos, que defiende a los inmigrantes.

"Los niños cuentan con protección", dijo en entrevista telefónica desde Washington. "Se trata de procesos más minuciosos que los que tenemos para las familias".

José Quintanilla, de 16 años, dijo que abandonó su casa en el estado cafetero de Lempira, en el oeste de Honduras, hace tres meses luego de que una banda diera muerte a un muchacho que conocía por negarse a unirse al grupo. Tras pasar su vigésimosexto cumpleaños en el refugio para migrantes Buen Pastor de Tapachula, Quintanilla dijo que está dispuesto a trasladarse a los Estados Unidos.

"Mis padres estaban preocupados porque pensaban que podían secuestrarme o que me podía pasar algo por el camino", dijo Quintanilla. "Ya lo había decidido. Pasara lo que pasara, me iba a ir".

En el caso de Heidy Cabrera, el viaje desde Honduras comenzó con dos días de autobús a través de Guatemala, donde temió que ella o su hijo mayor, Eduardo, fueran atacados. Tras llegar a la frontera mexicana, pagó por atravesar 50 metros (164 pies) del río Suchiate en una balsa.

Del otro lado la esperaban amigos. A diferencia de la valla de seis metros de altura que aguarda a los inmigrantes en zonas de la frontera Mexicana con los Estados Unidos, aquí no había barreras ni guardias que le pidieran documentación.

También lee: