Boeing Co. ve riquezas potenciales en los aviones que aterrizan en depósitos de chatarra de la aviación, dado que las líneas aéreas se deshacen de los jets más antiguos por modelos que consumen menos combustible.
El fabricante de aviones más grande del mundo está explorando maneras de hacer dinero a partir del final de la vida de un avión. Puede estar en el mercado para una empresa de recuperación que recicla motores, tren de aterrizaje y otros componentes desmontados de aviones desguazados, dijo John Wojick, vicepresidente de ventas globales y marketing.
La compra de un negocio de este tipo permitiría a Boeing, con sede en Chicago, un mayor control sobre cómo sus componentes encuentran una segunda vida. Por ahora, la unidad de servicios de aviación comercial, que gestiona el mantenimiento, las reparaciones y el inventario de piezas de repuesto para las aerolíneas de todo el mundo, subcontrata el trabajo de desmantelamiento de los aviones usados que Boeing compra para estimular las órdenes de sus nuevos jumbos 747-8.
"Ese ha sido un negocio rentable para nosotros", dijo Wojick en una entrevista en el Farnborough International Air Show en Inglaterra el mes pasado. "La pregunta es si debe Boeing hacernos participar en ese negocio".
El mercado de 3 mil 200 millones de piezas usadas crece a medida que las compañías aéreas y los arrendadores descartan aviones de una década o más, antes del final de su vida útil de 30 años. La suma de las piezas puede superar el valor de reventa deprimido de un jet, y ser dueño de la denominada compañía de reciclaje daría a Boeing un mayor control de sus propios componentes.
"Boeing tiene una decisión estratégica que hacer", dijo Kevin Michaels, director general global de consultoría en materia de aviación y servicios con ICF International, una consultora con sede en Fairfax, Virginia. "Este es uno de sus talones de Aquiles".
PROBLE Y OPORTUNIDAD
Hay un riesgo para Boeing también, porque la negociación de las piezas usadas, que tienen certificación de ser tan buenas como las nuevas -y hasta en un 50 por ciento más baratas-, podría socavar su filial Aviall, según el consultor Robert Mann de R.W. Mann & Co. en Port Washington, Nueva York. Aviall es el mayor vendedor mundial de piezas nuevas de aviones. "Es un problema y una oportunidad", dijo Mann.
El señuelo son los 6 mil aviones de pasajeros que se espera sean desplazados durante la próxima década por los recién llegados que prometen avances en el ahorro de combustible, como el 737 Max de Boeing y A320neo de Airbus Group NV, según un estudio encargado por la Asociación de Reciclaje de Flota de Aeronaves. Boeing co-fundó el grupo comercial con sede en Washington en 2006.
EN BUSCA DE AHORRAR
"Las piezas están en alta demanda y la gente está buscando maneras de ahorrar dinero", dijo Tim Zemanovic, co-fundador de Aircraft Demolition con sede en Burnsville, Minnesota. Este desmiembra unos 25 aviones al año, desde modelos antiguos Boeing 737 a Airbus A320 y Boeing 747-400 de fuselaje ancho, en un proceso que puede tomar hasta seis semanas. Los componentes populares para reventa incluyen sistemas de propulsión de motores, unidades de potencia auxiliar, cajas negras, instrumentos de la cabina e incluso parabrisas, dijo Zemanovic. "Esos son artículos grandes y muy caros, un parabrisas podría costar 25 mil dólares".
La ola del retiro es la otra cara de una ola compulsiva de pedidos durante aproximadamente la última década. Boeing y Airbus con sede en Toulouse, Francia, han acumulado un récord combinado de pedidos de cerca de 11 mil aviones con un valor de lista de casi 990 mil millones de dólares, según datos compilados por Bloomberg Intelligence.