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Cemex y Peñoles, 2 casos que los 'trumpistas' no quieren que leas

Éstas dos compañías mexicanas exponen las calumnias del republicano Donald Trump, que se ha hecho fuerte prometiendo un muro en la frontera y criticando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Dejemos que un par de compañías mexicanas de cemento y metales expongan las calumnias de Donald Trump sobre la economía estadounidense relativamente fuerte, el aumento en el número de trabajadores y las ventajas del libre comercio.

Trump superó a 16 rivales en las primarias presidenciales republicanas prometiendo construir un muro sobre la frontera sur y obtuvo su mejor puntaje en los debates con Hillary Clinton atacando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).

Mientras eso ocurría, los inversores mundiales elegían a dos proveedores de materiales para los Estados Unidos que cuentan una historia totalmente distinta.

Son Industrias Peñoles, productor de oro, plata, plomo y zinc refinados; y Cemex, el mayor fabricante de cemento del continente americano. Ambos están creando empleos estadounidenses y elevando la industria estadounidense.

Peñoles, que exporta 73 por ciento de sus productos a los Estados Unidos y recibe sólo 18 por ciento de sus ingresos de México, ha tenido un rendimiento (ganancia más apreciación) superior a 165 por ciento en pesos desde el 31 de diciembre de 2015.

Cemex, cuyo mayor mercado también es Estados Unidos, superó los pronósticos de los analistas con un rendimiento en pesos de 81 por ciento en ese mismo periodo, según datos recopilados por Bloomberg. Su éxito está directamente relacionado con el crecimiento estadounidense.

"Nuestros resultados sólidos en el segundo trimestre y el primer semestre de 2016 demuestran la resistencia de nuestra cartera, que está formada por mercados de alto crecimiento que experimentan atractivas condiciones de oferta-demanda", dijo el máximo responsable de Cemex, Fernando González en julio.

Laila M. Kollmorgen, directora ejecutiva de Finanzas apalancadas en PineBridge Investments de Los Ángeles, dijo que "la recuperación de Cemex es un reflejo del desarrollo inmobiliario comercial en los Estados Unidos", agregando, "Hay mucha construcción en marcha en este momento".

Es probable que un 'trumpista' deplore el éxito de estas compañías mexicanas que se benefician con la prosperidad estadounidense en alza.

Pero debería pensar en empresas estadounidenses como Kansas City Southern, la compañía de fletes ferroviarios con sede en Missouri, cuya ganancia de casi 50 por ciento originada en México representa el más alto de esos porcentajes en el índice Standard & Poor's 500.

Se recuperó 20 por ciento este año, o sea más del triple que el avance del S&P 500.

Aproximadamente un 48 por ciento de las ventas de la empresa de fletes industriales provino de México el año pasado, por encima del 44 por ciento de 2011, demostrando además los beneficios del libre comercio de NAFTA, dado que Kansas City Southern incrementó más de un 9 por ciento su personal durante el período de cinco años, según datos recopilados por Bloomberg.

Muchos observadores del mercado se centraron en los últimos meses en la relación entre el peso y los altibajos de Trump en las encuestas como barómetro de la elección de noviembre.

Esto se debe a que México ha sido el foco del fanatismo y la xenofobia de Trump en su intento de encontrar un culpable de la pérdida de empleos estadounidenses.

A decir verdad, la pérdida de empleos fabriles tiene muchas causas. Los progresos en tecnología y el avance de China como segunda economía son algunas de ellas.

El NAFTA no fue el destructor ni el creador de empleo que predijeron sus entusiastas y sus detractores. Sí volvió más eficiente la economía estadounidense y, por ende, más fuerte.

Es eso lo que les gusta a los inversores mundiales.

La apreciación de Peñoles, Kansas City Southern y Cemex este año aporta una buena perspectiva sobre la relación de México con el fortalecimiento del mercado del empleo estadounidense, donde la desocupación cayó por debajo del cinco por ciento desde un máximo de 10 por ciento en octubre de 2009.

La construcción de viviendas creció más del doble, a un ritmo anual de 1.05 millones desde abril de 2009 luego de la peor recesión desde la Gran Depresión, según datos de Bloomberg.

El gasto en construcción aumentó 51 por ciento hasta 1.142 billones de dólares en agosto respecto del mismo mes en 2011 cuando había caído hasta el nivel más bajo desde 1999, en tanto el número de trabajadores en la construcción estadounidense avanzó 23 por ciento hasta 6.7 millones, según la Oficina de Estadísticas del Trabajo.

Trump critica a los fabricantes de autos estadounidenses por usar el NAFTA para crear empleos en México antes que en los Estados Unidos.

Recientemente atacó a Ford Motor por trasladar la producción de los autos compactos Focus desde Wayne, Michigan. Pero la fábrica de Wayne continuará funcionando sin ninguna pérdida de sus tres mil 700 trabajadores, produciendo las camionetas y los vehículos deportivos utilitarios rentables que tienen más demanda.

El sector automotor estadounidense desmiente la afirmación de Trump del peligro industrial que plantea el NAFTA. Por el contrario, el número de trabajadores que montan vehículos motorizados y que fabrican partes creció 50 por ciento hasta 924 mil 100 en la actualidad desde un mínimo durante la recesión, alcanzado en junio de 2009, según datos de la Oficina de Estadísticas del Trabajo.

El repunte industrial tuvo lugar cuando los números totales de trabajadores, sin contar los empleados agrícolas, crecieron 10 por ciento durante el mismo periodo hasta 145 millones de empleos, según datos de Bloomberg.

Desde que Barack Obama asumió la presidencia en 2009, los empleos fabriles crecieron siete por ciento, un mayor aumento que el experimentado por todos sus predecesores desde el 27 por ciento, cuando Harry S. Truman ocupó la presidencia entre 1945 y 1953, según datos recopilados por Bloomberg.

California, que el año pasado generó más empleos que Florida y Texas juntos, experimentó un aumento del 5.7 por ciento en su producto interno bruto hasta 2.5 billones de dólares en 2015.

El más grande de los 50 estados, con más de 39 millones de habitantes, suplantó al Reino Unido como quinta economía más grande del mundo –sobre la base del pronóstico del PIB de 1.5 por ciento para los Estados Unidos, el pronóstico de 1.8 por ciento para el crecimiento del Reino Unido y la depreciación del 17 por ciento de la libra contra el dólar este año.

Por si alguien se lo pregunta, gran parte del cemento y los metales refinados mexicanos están contribuyendo a la expansión estadounidense.

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

*Matthew Winkler es un columnista de opinión de Bloomberg. Es editor en jefe de Bloomberg News. 

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