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Industria automovilística imitará el glamour de smartphones

Las automotrices están imitando el modelo de las tecnológicas al contratar compañías externas que fabriquen exclusivamente las partes interiores de los autos o el software en el caso de los vehículos autónomos. 

Los fabricantes de autopartes siempre han estado a la sombra de las automotrices: nunca fue una actividad con glamour. Pero el reciente realineamiento de la industria de los componentes muestra que los actores más relevantes se preparan para una nueva era en la que pueden llegar a ser más importantes que nunca con la llegada de los autos sin conductor.

La alemana ZF Friedrichshafen AG comprará a un competidor estadounidense, TRW, por 11 mil 700 millones de dólares para crear el segundo mayor productor de autopartes del mundo. El líder del mercado también es alemán, Robert Bosch GmbH. Éste tenía una empresa conjunta con ZF para producir sistemas de dirección electrónica. Para evitar problemas de infracción de las normas antimonopolio, Bosch ahora comprará la parte de ZF en la empresa conjunta. Estas parecen operaciones grandes pero oscuras entre compañías que fabrican objetos aburridos. Un auto tiene unos 30 mil componentes y la mayoría de ellos sólo les interesa a las automotrices y los mecánicos.

Sin embargo, los entusiastas de la revolución tecnológica deberían prestar atención. La dirección electrónica es lo que debería permitir al auto arreglárselas sin un conductor. Bosch ahora controlará la tecnología que estaba desarrollando conjuntamente con ZF, mientras que la empresa alemana recurrirá a la considerable experiencia en ese campo que tiene su adquisición estadounidense. TRW, que se dedica especialmente a las funciones de seguridad, ya fabrica sistemas semiautomáticos de manejo y asistencia al conductor que aplican los frenos o controlan la dirección en una emergencia o mantienen el auto en movimiento en un embotellamiento.

En los últimos quince años, los fabricantes de componentes montan partes cada vez más grandes de un automóvil. En este sector industrial, eso se conoce como montaje modular. Las automotrices tardaron mucho en ceder procesos importantes a los contratistas externos pero están comenzando a aceptarlo porque les permite concentrarse en el diseño, la comercialización y el trabajo con los clientes... y despedir a los operarios de la línea de montaje, que en general cobran más que los empleados de las compañías de autopartes. Los fabricantes de componentes desarrollan procesos de montaje cada vez más intrincados y los clientes acaban con autos que se ven distintos pero tienen módulos enteros que son exactamente iguales a los de otros fabricantes y plataformas.

El año pasado, Magna International Inc., un fabricante de autopartes de primer nivel, empezó a producir partes traseras completas -luces, alerones y todo lo demás- para el vehículo crossover Rogue de Nissan. Continental AG, otro proveedor importante, fabrica cabinas completas. ZF produce transmisiones y chasis enteros para autos.

LA ERA DE LOS COCHES AUTÓNOMOS

Esto, sin embargo, no es nada comparado con lo que va a suceder en la era de los autos autónomos. En una extensa guía sobre autos autónomos publicada a fin del año pasado, Morgan Stanley indicaba que producir hardware para los vehículos se parecerá cada vez más a fabricar hardware para computadoras. Continental ya ha formado sociedades con BMW y Google para trabajar en autos sin conductor, y otros grandes proveedores como Bosch y ZF-TRW también se esfuerzan por ser líderes tecnológicos. Como escribió Morgan Stanley:

"Los vehículos autónomos nos parecen sumamente beneficiosos para los proveedores de componentes para autos y creemos que determinados proveedores verán una enorme creación de valor por ser los primeros líderes en el área. Estos proveedores probablemente tengan una relación extremadamente estrecha con los fabricantes de equipos originales y participarán en el diseño y el desarrollo de un vehículo en una fase aún más temprana que hoy. Esto será así sobre todo si el proveedor es un conglomerado que también es líder en otros componentes del auto que tengan un rápido crecimiento de contenido, como ahorro de combustible/electrificación, seguridad activa y comfort/comodidad (este último par está estrechamente vinculado a la capacidad de producir para vehículos autónomos). Esperamos ver un nivel significativamente más alto de tercerización con el tiempo. También podríamos ver surgir una nueva clase de proveedores que se especialice en la fabricación de bajo costo (como Foxconn para los smartphones)."

En este paradigma, las automotrices se ocuparían del aspecto cada vez más importante del software de los autos, así como de la comercialización y la distribución. Las más exitosas se parecerían a Apple y serían el hada madrina de los proveedores de los componentes más avanzados. Nosotros, los pasajeros, felicitaríamos a Google o BMW por las lindas especificaciones y la buena construcción de su último aparato, recordando sólo de pasada que la producción en gran parte se le encargó a Bosch, ZF o Continental.

Por eso vale la pena seguir de cerca las noticias sobre los proveedores en los próximos años en tanto la industria automotriz se prepara para la transformación quizá más grande del último siglo.

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