Por un crecimiento demográfico imparable de los hispanos a un nuevo techo histórico de 62.1 millones de personas, Estados Unidos es un país cada vez más multirracial, multiétnico, multicultural, menos blanco y más color café con leche, de acuerdo con los resultados de la Oficina del Censo 2020.
En contraste, la población blanca no-hispana disminuyó 2.6 por ciento, su primer descenso en la historia de Estados Unidos, al bajar a 204.3 millones en 2020, aunque se mantiene como el grupo racial más grande de la Unión Americana.
“Estos cambios revelan que la población de Estados Unidos es mucho más multirracial y diversa étnicamente que lo que hemos medido en el pasado”, de acuerdo con el director de raza, etnicidad e investigación de la Oficina de Población del Censo, Nicholas Jones.
Entre los factores del descenso en la población blanca no hispana, que por primera vez es menor del 60 por ciento (57.8 por ciento) en la historia del país, destaca la epidemia de consumo de opioides que ha arrasado con comunidades blancas, en especial en el medio oeste de Estados Unidos.
En 2019, alrededor de 50 mil personas murieron en el país por sobredosis de opioides como el fentanilo, incluidas medicinas con recetas y heroína, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA), que encabeza la mexicana Nora Volkow.
En el caso de la población hispana, su crecimiento ascendió a 23 por ciento entre 2010 y 2020, además de que la comunidad afroamericana aumentó en 5.6 por ciento y la de origen asiático en 35 por ciento.
Unas 33.8 millones de personas reportaron pertenecer a más de una raza, incremento de 276 por ciento en sólo 10 años. Los estados más diversos racialmente del país son Hawái, California y Nevada.
Las cinco ciudades más grandes de Estados Unidos son en este momento Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Houston y Phoenix.
El crecimiento registrado entre la comunidad latina fue atribuido en parte a un cambio metodológico: por primera vez el Censo formuló dos preguntas diferentes para identificar, por una parte, el origen hispano o latino de los residentes del país, y por la otra, la precisión sobre la raza.
“Esas mejoras y cambios permitieron una más exacta y detallada descripción de cómo las personas se identifican a sí mismos, produciendo un retrato más exacto de cómo las personas reportan su origen étnico y su raza”, señaló el Censo.
El incremento de la población latina podría tener implicaciones políticas para los comicios de 2024 toda vez que las cifras censales son usadas para actualizar este año los distritos electorales, con lo cual podría aumentar la representación de hispanos, la mayoría demócratas, en las legislaturas estatales y el Congreso federal.