TEXAS.- Desde que inició la pandemia del COVID- 19, las tasas de desempleo en el estado se dispararon casi un 13 por ciento, - más del doble de la tasa durante el 2019-, por ello las arcas estatales se agotaron rápidamente por la misma situación y por ello se propiciaron los procedimientos de utilización de préstamos del Gobierno federal.
Durante el 2020, el gobierno federal agregó fondos adicionales a través de la asistencia pandémica para los desempleados. Los pagos por desempleo estatales y federales han superado los 51 mil millones de dólares en Texas desde que comenzó la pandemia.
Ahora, con el objetivo de devolver miles de millones en préstamos que el estado tomó del Departamento del Tesoro de los EU, se destinarán 7.2 miles de millones de dólares de la Ley del Plan de Recuperación Estadounidense de la Administración de Biden, así lo dieron a conocer el presidente de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, y el vicegobernador, Dan Patrick.
Es decir, Texas pagaría parte de sus préstamos federales con fondos que serían destinados a soporte a los Texanos en la crisis de COVID-19. Esta sería la primera vez que se le permita Texas pagar prestamos federales con fondos de ayuda federal.
El plan es eliminar 5.9 mil millones de dólares del estado en préstamos del Título XII -desempleo- y agregar más de mil millones al fondo fiduciario de desempleo. Esto terminaría con los pagos de intereses adicionales y permite que la legislatura y la Comisión de la Fuerza Laboral de Texas, eviten decisiones difíciles sobre la imposición y adecuación de mayores impuestos.
“Texas no ha tenido un fondo fiduciario solvente de compensación por desempleo desde 1974. Es uno de los peores de la nación”, dijo Jared Walczak, vicepresidente de proyectos estatales de Tax Foundation.
El estado tomará ese historial de insolvencia impositiva y, a diferencia de las recesiones pasadas, evitará imponer impuestos más altos sobre sus propios negocios, y al repagar, pulverizando la deuda de estatal con dinero federal, distribuirá el adeudo entre empresas y personas de fuera de Texas.
Durante los últimos 25 años, Texas ha tenido impuestos por desempleo en situación de insolvencia. En 2010, el estado vendió alrededor de 2 mil millones de dólares en bonos para pagar su deuda federal de los reclamos de desempleo de la Gran Recesión. Tomó alrededor de seis años, y el estado tuvo que incrementar los impuestos a las empresas. Esta es la primera vez que se le ha permitido al estado usar dólares federales para pagar préstamos federales.
Actualmente, Texas no es el único estado que elude sus deberes fiduciarios en torno al desempleo. California y Nueva York tomaron préstamos masivos, incluso más que Texas, para cubrir su obligaciones contractuales de desempleo, en Texas la Texas Workforce Commission protege derechos y peticiones de ingresos al desempleo.