LAREDO, Texas.- La tormenta invernal que se vivió en Texas durante la semana pasada fue una prueba para la estabilidad y condiciones en que se encuentra actualmente la red eléctrica. Aunque con algunas complicaciones, superó su primer desafío tras el apagón que se vivió en febrero de 2021 durante varios días.
Desde días antes del paso de esta tormenta, se sabía que no sería tan fuerte como la del invierno pasado, misma que causó el fallecimiento de más de 240 personas. Aún así, el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas -ERCOT, por sus siglas en inglés-, se prepararon para recibir al fenómeno meteorológico y conseguir que afectara lo menos posible a la ciudadanía.
“Hemos estado trabajando durante el último año para asegurarnos de que esta red sea más confiable que nunca antes, y lo es”, expresó el director general interino de ERCOT, Brad Jones, días antes del paso de la tormenta invernal en el estado.
Si bien este es un punto que no se puede probar aún, durante la semana pasada la red eléctrica se mantuvo estable y en buenas condiciones. A excepción de algunas zonas al norte de Texas donde por situaciones externas miles de texanos se quedaron sin electricidad.
Aún así, los usuarios no deben olvidar que el año pasado el gobernador Abbott firmó una serie de leyes para garantizar que la red eléctrica sea más efectiva, que van desde que los proveedores de electricidad y gas den el mantenimiento necesario para soportar el clima extremo, hasta la creación de un sistema de alerta de emergencia al reportarse cortes de energía e inclemencias del tiempo.
Aunado a esto, el experto en energía de la Universidad de Houston, Ed Hirs, declaró en el programa Lone Star Politics que aunque ya se han solucionado algunos problemas con la red, en diciembre pasado el 20 por ciento de los generadores de energía no habían acondicionado suficientemente su equipo para el invierno debido a una “excepción por buena causa”.
Esto quiere decir que hay componentes de gas natural dentro de la red que aún no están climatizados al nivel que se requiere por ley lo cual será necesario ante un fenómeno climático más intenso.
“Para ser justos, toma más de ocho a 12 meses arreglar algo que ha estado en decadencia por más de 10 años. Tenga en cuenta que fue en agosto del año pasado que la Comisión de Servicios Públicos finalmente adoptó las recomendaciones de la falla de la red de 2011 que ocurrió en el norte de Texas”. dijo Hirs.
Y es que este es un tema de hace más de una década. En 2011 hubo grandes apagones que duraron más de siete horas y paralizaron el norte del estado durante la semana del Super Bowl. Eso condujo a que los reguladores federales fortalecieran la red, pero el estado no exigió entonces que los generadores hicieran actualizaciones y pasaran inspecciones.
Es por esta situación que el estado no puede cantar victoria aún, falta mucho por hacer para mejorar las condiciones de la red eléctrica y garantizar el suministro frente a situaciones de clima extremo.