LAREDO, Texas.- Los abortos de hasta seis semanas de embarazo podrán reanudarse en algunas clínicas de Texas gracias a que el juez del Tribunal de Distrito del Condado de Harris otorgó este martes una orden de restricción temporal que bloquea la prohibición total del aborto que estaba vigente antes de la decisión del caso en el juicio denominado Roe v. Wade, hace 50 años.
De acuerdo con el fallo emitido por la jueza Christine Weems, la negativa al aborto “queda revocada y no puede aplicarse de conformidad con el debido proceso garantizado por la constitución de Texas”.
Todo esto ocurrió luego de que una coalición de proveedores del servicio en el que participan Houston Women´s Reproductive Services y Whole Woman´s Health, pidieran al tribunal que declare que la prohibición anterior a Roe ha sido derogada “expresamente o por implicación”.
“Es un alivio que esta corte estatal de Texas haya actuado tan rápido para bloquear esta prohibición del aborto profundamente dañina. Esta decisión permitirá que se reanuden los servicios de aborto en muchas clínicas en todo el estado, conectando a los texanos con la atención médica esencial que necesitan. Cada hora que el aborto sea accesible en Texas es una victoria”, señaló en un comunicado de prensa Marc Hearron, abogado principal del Centro de Derechos Reproductivos.
Tras esto, Whole Whoman´s Health, que opera clínicas en McAllen, McKinnet, Fort Worth y Austin, dijo que reanudará de inmediato sus servicios.
“Inmediatamente comenzamos a llamar a los pacientes en nuestras listas de espera y a traer a nuestro personal y proveedores de regreso a las clínicas”, apuntó Amy Hagstrom Miller, presidenta y directora ejecutiva de la organización.
También, algunas otras clínicas que están incluidas en la demanda en contra del estado, podrán reanudar este tipo de atenciones, tales como: Alamo Women´s Reproductive Services en San Antonio, Brookside Women´s Medical Center y Austin Women´s Health Center, Houston Women’s Clinic y Houston Women’s Reproductive Services en Houston, y Southwestern Women’s Surgery Center en Dallas.
Aunque, sin duda, esto es un logro para Texas, es sólo una medida provisional que, como mucho, extenderá el acceso al aborto en el estado por dos meses. Se espera una audiencia programada para el 12 de julio en la que se decidirá una orden de restricción contra la aplicación de leyes estatales como resultado del fallo de la corte suprema, se trata de un amparo más duradero.
Desde el 24 de junio todas las clínicas en Texas dejaron de brindar servicios de interrupción del embarazo luego de que la Corte Suprema anulara el Roe vs. Wade, el histórico fallo de 1973 que estableció el derecho al aborto. Sin embargo, aunque se establece que la ley entrará en vigor 30 días después de su aprobación, el fiscal Paxton dijo que ya se pueden establecer procesos penales para quienes lo practiquen.
“Algunos fiscales pueden optar por iniciar inmediatamente procesos penales basados en violaciones de las prohibiciones de aborto de Texas anteriores a Roe que nunca fueron derogadas por la Legislatura de Texas”, precisó por medio de un memorando el funcionario.
El comunicado emitido por el fiscal ha causado confusión entre los proveedores de servicios de aborto, pues estos no se quieren exponer a una posible demanda de seguir en funciones.
“Hay suficiente incertidumbre legal como para que los proveedores de servicios de aborto y los fondos de aborto en Texas quieran correr el riesgo legal, que se litigaría finalmente, si toman ese riesgo legal”, expuso el lunes al Texas Standard, Seema Mohapatra, profesora de derecho en la Universidad Metodista del Sur.Desde el sábado pasado cesaron todos los servicios de aborto en por lo menos 11 estados del país, ya sea por leyes locales o por la confusión que hay respecto al tema. Sin embargo, Texas no ha sido el único sitio donde ya se lucha por revertir la decisión de la Corte. En algunos casos, las demandas podrían no ser más que un intento de postergar la aplicación de las nuevas normas. Aún si los tribunales bloquean algunas restricciones, los legisladores en estados conservadores podrían eventualmente modificar términos para rectificar cualquier falla percibida.