Debido a un corte de energía en la planta de purificación de agua del este de Houston se encuentra ahora bajo el aviso de hervir el agua que utilicen para preparar alimentos, beber, o cepillarse los dientes.
La ciudadanía debe evitar usar agua de refrigeradores o máquinas de hielo y se recomienda usar agua embotellada a aquellas personas que no puedan hervirla.
De acuerdo con Houston Public Works, el sistema de agua de la ciudad sirve a 2.2 millones de clientes, ya sea hogares o negocios, incluyendo clínicas, hospitales, escuelas, casas hogar y restaurantes.
Hace aproximadamente hace un año, sucedió una situación similar en Laredo, Texas. Sin embargo, aquella vez se complicó debido a que escuelas y centros de procesamiento de alimentos utilizan agua fresca o que viene de la tubería que no se puede sustituir o hervir, razón por la que tuvieron que los establecimientos tuvieron que cerrar.
El problema en Houston va más allá del agua como uso común, esto por la forma en que están estructuradas las redes y las instalaciones de los restaurantes. El 100 por ciento de las cadenas de comida rápida están en dicha situación y podrían estar cerradas por días, o semanas antes de que se reparen los daños en la ciudad.
Estos establecimientos tienen que esperar a que el agua se ‘purgue’; se declare que ya ha quedado potable nuevamente, y que las máquinas de hielo, incluyendo todos los filtros de agua, se recambien.
Escuelas y centros de trabajo podrían durar cerrados por semanas aun cuando se diese pronto la orden de restablecimiento. Por ejemplo, el distrito escolar de Houston ISD ha cerrado todas las escuelas, oficinas e instalaciones en respuesta al aviso de hervir el agua.
Se espera que la advertencia se levante el próximo martes por la mañana, después de que la Comisión de Calidad Ambiental de Texas revise las muestras de agua de la ciudad, según la portavoz de Obras Públicas de Houston, Erin Jones.
Durante la interrupción a las 10:30 horas del domingo, la presión del agua en la planta cayó brevemente por debajo de los niveles mínimos requeridos.
Una reducción o pérdida de presión en un sistema de distribución de agua puede provocar un reflujo, es decir, un retorno de agua en las válvulas de seguridad y filtros, con lo que el líquido fluye en la dirección incorrecta, lo que permite que los contaminantes ingresen al agua potable.
“Nuestro sistema mantuvo la presión. Nunca perdimos la presión por completo. Así que nunca hubo una oportunidad para que nada ingresara a nuestro sistema. Simplemente cayeron por debajo de los requisitos reglamentarios”, dijo la directora de Agua de Houston, Yvonne Williams Forrest, a la cadena Televisiva KHOU.
Por el momento, el gobernador Greg Abbott dirigió recursos de emergencia estatales a la ciudad para ayudar y dijo que ha estado en contacto con el alcalde Sylvester Turner.
“Actualmente estamos trabajando para cumplir con la solicitud de ayuda de la ciudad con una respuesta rápida de los resultados de las muestras de agua”, dijo Abbott en un comunicado.