LAREDO, Texas.- Científicos de la Universidad de Texas en Austin han rediseñado un componente clave de una herramienta de edición de genes basada en CRISP; gracias a la capacidad que tiene para la destrucción de material genético es que el descubrimiento podría dar pie al desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico caseras, baratas y muy sensibles, para una amplia gama de enfermedades infecciosas como lo son el COVID-19, la gripe, el ébola, y el zika, de acuerdo con lo que refieren los autores del estudio publicado en la revista científica Nature.
CRISP es el sello distintivo de un sistema de defensa bacteriano que constituye la base de la tecnología de edición del genoma CRISPR-Cas9, ampliamente utilizada, debido a que actúa como una especie de sistema polivalente de autodestrucción de bacterias, capaz de degradar ARN monocatenario, ADN monocatenario y ADN bicatenario.
Por medio de una técnica de imagen de alta resolución denominada crio-EM, el equipo de especialistas descubrió que cuando esta proteína se une a una secuencia específica de material genético de un virus potencialmente peligroso, denominada ARN diana, una parte lateral de CAS12a2 se desplaza hacia la parte exterior para revelar un sitio activo, actuando de forma similar a una navaja de resorte abierta.
Tras eso, el sitio activo comienza a cortar indiscriminadamente cualquier tipo de material genético con el que entre en contacto. De esta manera, con una sola mutación en la proteína Cas12a2, el sitio activo degrada únicamente el ADN monocatenario, una característica especialmente útil en el desarrollo de nuevos diagnósticos adaptados a una amplia gama de virus.
En teoría, una prueba basada en esta tecnología podría combinar las mejores características de las pruebas basadas en PCR que detectan material genético de un virus con las mejores características de las pruebas de diagnóstico rápido en el hogar.
“Si sale un nuevo virus mañana, todo lo que tiene que hacer es descubrir su genoma y luego cambiar el ARN guía en su prueba, y tendrá una prueba contra él”, dijo David Taylor, profesor asociado de biociencias moleculares en la Universidad de Texas en Austin y coautor del nuevo estudio.
Aún hay pruebas por hacer sobre este descubrimiento, sin embargo, es un gran avance y podría ayudar a desarrollar pruebas más eficientes.
“Cas12a2 básicamente agarra los dos extremos de la doble hélice del ADN y los dobla con mucha fuerza. Entonces, la hélice en el medio se abre, y luego esto permite que este sitio activo destruya los fragmentos de ADN que se vuelven monocatenarios. Esto es lo que diferencia a Cas12a2 de todos los demás sistemas dirigidos al ADN”, dijo Jack Bravo, becario postdoctoral en UT Austin y coautor del artículo.
Los datos estructurales se recolectaron utilizando las instalaciones crio-EM en el Laboratorio de Biología Estructural Sauer en la Universidad de Texas en Austin.
El coautor del artículo es Ryan Jackson y el coautor Thomson Hallmark, ambos de la Universidad Estatal de Utah. Los otros coautores son Bronson Naegle del estado de Utah y Chase Beisel del Centro Helmholtz para la Investigación de Infecciones y la Universidad de Würzburg en Alemania.