Alrededor de 100 familias se reencontraron y se abrazaron por algunos minutos en los límites del Río Bravo, durante la realización del evento “Abrazos, no muros”, que se llevó a cabo en la frontera El Paso, Texas, Ciudad Juárez, Chihuahua, cerca del Museo Casa de Adobe.
El evento permite que niños y familias separadas por políticas migratorias y fronterizas se encuentren físicamente y se abracen durante unos emotivos minutos después de años de separación. La actividad fue organizada por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR) y la Alianza Reforma Migratoria para Texas (RITA), en coordinación con otras organizaciones locales y agencias federales de inmigración en la frontera sur.
“Tenía años sin ver a mis papás. Esperé mucho este momento y se sintió como una eternidad”, dijo Guadalupe, quien lleva más de 10 años viviendo en Texas, pero no cuenta con un estatus migratorio que le permita visitar a su familia en México.
Los organizadores del evento señalaron que las familias reunidas brevemente demostraron la fuerza y resistencia de la comunidad inmigrante y la urgencia de una reforma migratoria integral que pueda abordar con justicia esta crisis humanitaria.
“A medida que las comunidades fronterizas en todo el Estado de Texas siguen siendo objeto de militarización sin precedentes, la demonización y el odio, el BNHR seguirá proporcionando un faro de esperanza a los millones de familias que han sido forzosamente separadas por nuestro sistema de inmigración roto e inhumano. Hugs Not Walls ofrece la oportunidad tan esperada para que los niños, madres, padres, hermanos, hermanas, tías y tíos se vean, se toquen y se abracen durante unos minutos preciosos, ¡muchos por primera vez en años! Es un recordatorio a nuestros líderes de que las soluciones alternativas, humanas y justas están a la vuelta de la esquina”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la BNHR.
Las personas que participan en “Abrazos, no muros” lo hacen mediante un estricto control ya que en el lugar hay agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, quienes verifican que ninguna persona que ingresa desde el lado mexicano, pueda cruzar al lado estadounidense después de abrazar a sus familiares.
Actualmente, las ciudades fronterizas se encuentran en medio de una crisis migratoria tras la llegada de miles de personas que buscan asilo político en Estados Unidos pero, al no poder en el vecino país, se quedan en el lado mexicano.