Este viernes, el gobernador de Texas, Greg Abbott acudió a Eagle Pass, una de las fronteras más afectadas por la migración irregular durante 2023, para recibir a 300 soldados que desde ahora estarán destacados en la base construida hacia el sur de la localidad.
Durante su paso por la ciudad fronteriza, además de inaugurar el campamento militar, el gobernador del estado de la estrella solitaria ofreció una rueda de prensa a medios de comunicación donde se refirió a la efectividad que ha tenido la Operación Lone Star.
“Este campamento base es una estrategia muy superior que, por un lado, permitirá al estado tener nuestras tropas justo en la frontera, pero, por otro, proporcionará el tipo de vivienda y otros niveles de vida que mejoren la calidad de vida de los hombres y mujeres uniformados que prestan servicio en nuestra frontera. Lo que están viendo es la Fase Uno de este proyecto de 80 acres. Los soldados de la fase uno se están mudando hoy”, dijo.
Añadió que aproximadamente en dos semanas se completará la Fase Dos, que dará la bienvenida a 300 soldados más a la base. Ese proceso continuará hasta noviembre, cuando se estima que el área se llenará de elementos de seguridad. Hasta el momento, el campamento puede albergar hasta mil 700 personas.
Por su parte, el general mayor, Thomas Suelzer, explicó la dinámica a detalle.
“Como dijo el gobernador, es la fase una de las seis fases que vendrán en la construcción de 95 edificios en este complejo de 88 acres. Cada fase tomará aproximadamente 30 días y cada fase agrega alrededor de 300 tropas a esta base. La excepción a esto es la fase dos. La fase dos se completará en 15 días a partir de hoy, porque muchas de esas estructuras ya se están iniciando en esta base. Entonces, a mediados de junio, verán otros 300 soldados bajando de sus autobuses y llenando este espacio”, dijo.
También, el general mayor detalló que serán trasladadas a la nueva base las operaciones de Joint Task Force -Fuerza de Tarea Conjunta- de la Operación Lone Star que actualmente está ubicado en McAllen, así como el Centro de Mantenimiento para que todo esté en la misma área.
El plan también incluye hacer que las tropas actualmente ubicadas en hoteles y pueblos pequeños se muden a la base en el transcurso de las seis fases, ya que desde 2021 los gastos de hospedaje han incrementado un 30 por ciento.
Sin embargo, los residentes de Eagle Pass están inconformes con el programa, de acuerdo a lo que señala Human Rights Watch
Amerika García Grewal, líder de la organización comunitaria Eagle Pass Border Coalition, que trabaja en pro de una visión positiva de la frontera, dijo a Human Rights Watch que la construcción de la base militar no tuvo en cuenta las necesidades de quienes integran la comunidad local.
“Es desalentador que esta cantidad ingente de dólares, procedentes de los impuestos de Texas, se destine a construir una base militar cuando podría invertirse en el futuro de nuestros niños y niñas y en la salud de nuestra comunidad”, señaló García Grewal.
En vez de desperdiciar cientos de millones más en la militarización de la frontera, Texas debería trabajar para crear un sistema humanitario que respete y acoja a las personas migrantes y contribuya a comunidades fronterizas fuertes y resilientes, remarca Human Rights Watch en su sitio informativo HRW.ORG