Laredo, Texas.- Para agosto, cuando se espera que el calor sea extenuante, el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas -ERCOT- advierte que entre las 8 y 9 de la noche, el estado tendrá una probabilidad del 16 por ciento de que se produzca una emergencia en la red eléctrica y del 12 por ciento de que se presenten apagones escalonados.
Dichos horarios, según explicó la entidad que administra la red eléctrica en el estado, dijo que son debido a que es cuando cae la producción de energía solar y los promedios de consumo están cerca de sus niveles más altos, lo cual vuelve a la red más propensa a sufrir apagones.
Además, ERCOT también señaló que la probabilidad de emergencia aumentaría si la producción eléctrica de plantas eólicas es anormalmente baja.
De acuerdo con el reporte, la demanda de electricidad en el estado de la estrella solitaria podía alcanzar los 78 mil megawatts en agosto, uno de los meses más calurosos del verano, lo cual sería menor a la producción estimada de 83 mil megawatts.
Sin embargo, si las reservas operativas del estado caen en más 2 mil 500 megawatts, podrían activar apagones sucesivos para impedir el colapso de la red en todo Texas.
Para meses como junio y julio, según reportes previos, no se proyecta el mismo riesgo de emergencia que en agosto, por ejemplo en junio, ERCOT pronostica una probabilidad del 1 por ciento de que se presente emergencia en la red, y solo el 0.27 por ciento de que hayan apagones.
En julio, la probabilidad de emergencia incrementa a 4.8 por ciento, y a 2.36 por ciento los apagones.
Uno de los factores que propician que la red eléctrica en Texas se tambalee cada año, es el fuerte crecimiento demográfico y más negocios que llegan al estado, lo que representa consumidores potenciales.
“A consecuencia del fuerte crecimiento económico de Texas, al sistema de ERCOT se le van añadiendo nuevas cargas más rápido y en mayores cantidades que nunca antes”, dijo Pablo Vegas, presidente y director ejecutivo de ERCOT el pasado abril.
ERCOT proyecta que para 2030, la demanda de energía en Texas aumentará en 40 mil megavatios, lo que representa un crecimiento del 50 por ciento en seis años. Este aumento en la demanda plantea desafíos significativos para garantizar la estabilidad y confiabilidad del suministro eléctrico en el estado.