Brasil

Argentina lo quiso llevar hasta penales

Una genialidad de Mario Götze en el segundo tiempo extra fue necesaria para romper el cero en el marcador y hacer que Alemania se coronara campeona del mundo por cuarta vez en su historia y por primera ocasión de manera unificada.

La superioridad alemana se impuso minutos antes de llegar a los 11 pasos. Una genialidad de Mario Götze en el segundo tiempo extra fue necesaria para romper el cero en el marcador y hacer que Alemania se coronara campeona del mundo por cuarta vez en su historia y por primera ocasión de manera unificada.

Los sudamericanos generaron las primeras oportunidades de gol. Gonzalo Higuaín no pudo aprovechar un mal pase de la zaga teutona que lo dejó solo frente a Manuel Neuer, quien vio pasar el tiro del argentino por un costado de su puerta. Fue el mismo delantero quien minutos después de desperdiciar la clara oportunidad, venció al portero germano, pero desde una posición adelantada. La igualdad se mantenía.

Alemania, que mantuvo la concentración a pesar de los embates argentinos, vio negada la oportunidad de sumar tras un tiro de esquina cobrado por el lado derecho del campo. Benedikt Höwedes superó en el salto a los guardianes sudamericanos e impactó al balón de cabeza, Romero se quedó inmóvil, pero el poste impidió el gol y tras una serie de rebotes el cancerbero albiceleste volvió a encontrarse la redonda.

Fue un partido de ida y vuelta que se manchó por la rudeza de los dirigidos por Alejandro Sabella. Una escuadra europea bien organizada y más confiada en el juego de equipo que en sus individualidades, parecía anhelar más el gol, mientras su rival despejaba todo balón con el ánimo de obligar una genialidad de Lionel Messi.

El duro juego sudamericano cobró el cambio de Cristoph Kramer en el primer tiempo, quien salió casi noqueado, y a Bastian Schweinsteiger le costó una cortada escandalosa en la cara, pero que no fue suficiente para provocar la salida del mediocampista.

Messi no logró aparecer y Alemania no superaba a un bien ubicado Sergio Romero, hasta que el gesto técnico del número 19 teutón puso la cuarta estrella sobre el escudo de la Mannschaft.

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