Dos países latinoamericanos unidos por su historia gastronómica plena de raíces ancestrales y tradición. Hermanados a través de un puente hecho de letras e imágenes, que la empresaria y promotora cultural Ingrid Yrivarren presenta en su más reciente libro: México Perú. Gastronomías milenarias.
Peruana de nacimiento, naturalizada mexicana, la autora se ha dedicado desde hace 15 años a recorrer mercados tradicionales en México, y a conocer de las formas de preparación y la esencia de sus guisos.
De Perú atesora los sabores desde niña. Guarda sus recuerdos en el corazón y en la memoria, no ha dejado de ir, y aprovecha la oportunidad para dar cuenta del crecimiento y desarrollo de uno de los pilares más importantes de aquella cultura: su gastronomía, que se ha convertido en punta de lanza de la promoción turística de ese país.
"El libro es reflejo de lo grandes y diversos que son ambos. Es una forma de rendir tributo a la satisfacción que provocan las cocineras tradicionales y los chefs, a su sabiduría, compromiso y, por supuesto, a la grandeza de los dos pueblos", afirma.
Ahí están los ingredientes comunes como maíz y cacao, pero también los únicos, como la variedad de chiles y ajíes. Los destinos paralelos se unen sin confrontación ni diferencia. El lector es llevado de la mano por una narración que se remonta a antes de la llegada de los españoles. Describe su mestizaje culinario tras la Conquista, relata la historia de sus técnicas y utensilios artesanales, y ofrece un panorama actual y futuro.
La autora cuenta que tardó más de un año en la elaboración del texto, tiempo en el que se reunió con variedad de biólogos, antropólogos e historiadores, pero también con cocineras tradicionales y chefs de ambos países, 50 en total. El libro incluye las recetas que ellas y ellos le compartieron.
"Escribí acompañada de música de ambos países, escuché a Agustín Lara, a Cantoral y a Chabuca Granda y Tania Libertad, quien tiene un disco con las canciones de José Alfredo Jiménez; la música es otra forma de comunión entre México y Perú", agrega.
No sólo la diversidad de platillos de ambos países tienen un rol protagónico. Bebidas como café, agua de jamaica y chica morada -hecha de maíz con especias y cáscaras de frutas- y los dos licores reyes en cada uno de los países, tequila y pisco, tienen capítulos especiales en los que se reseñan sus procesos y variedades.
Con la información que surgió a partir del libro, Yrivarren trabaja en una plataforma colaborativa para promover las gastronomías de los dos países a través de conferencias y clases magistrales, a la que suma otros como España y Estados Unidos. Afirma que trabaja desde su fundación, VIVA en el mundo, para apoyar distintas causas benéficas que incluyen becas universitarias para estudiantes de bajos recursos y campañas de nutrición para niños, mismas que ya operan en Perú, y confía que en México se consoliden lo que queda de este año y el entrante.